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Groenlandia acude a las urnas condicionada por las esterilizaciones forzosas y la amenaza de Trump

Los groenlandeses acuden este martes a las urnas en unos comicios donde se decidirá la soberanía de la isla. También resuena la denuncia de mujeres indígenas Inuit, forzadas por Dinamarca a introducirse anticonceptivos

Groenlandia
Un cartel electoral de la candidata Naaja H. Nathanielsen de Inuit Ataqatigiit cuelga de un poste de luz en Nuuk, Groenlandia Efe

En la extensa isla y helada isla de Groenlandia, cuyo territorio está mayormente deshabitado, no están acostumbrados a tanta atención mediática. Este martes, los habitantes con derecho a voto de esta autonomía del reino de Dinamarca acudirán a las urnas, en unos comicios marcados por las amenazas de anexión del presidente estadounidense Donald Trump. Seducido por su posición geoestratégica y sus vastos recursos naturales, el líder republicano prometió enriquecer a sus residentes si aceptaban ser anexionados por los Estados Unidos.

Como cada cuatro años, los votantes groenlandeses -la población total no supera los 60.000 habitantes-, elegirán a los 31 integrantes del Inatsisartut, la cámara legislativa de la isla. La votación se ha convertido en un referéndum impuesto sobre el futuro del territorio: seguir formando parte de Dinamarca, apostar por la independencia, o aceptar el “abrazo del oso” de Trump.

Groenlandia

Nivi Rosing de Inuit Ataqatigiit durante el debate electoral en GUX en Nuuk, Groenlandia

Actualmente, el partido con más escaños en la cámara es “Comunidad del Pueblo”, que juntamente con “Adelante”, gobierna en coalición la autonomía. Ambos países son favorables a la independencia del país, y exigen la convocatoria de un referéndum para separarse de Dinamarca, aunque sin especificar cómo ni cuando se llevaría a cabo la votación.

¿Independencia de Groenlandia?

Los políticos no tienen demasiado claro lo que supondría la independencia”, comentó Masaana Egede, editor del diario Sermitsiaq, en una videoconferencia con prensa extranjera. “¿Supone independencia económica, un sentimiento de libertad, disponer de nuestras propias fronteras? Queremos la separación, pero tenemos ideas muy diferenciadas sobre lo que supone”, aclaró el periodista. Cinco de los seis partidos que compiten en los comicios son independentistas.

Analistas destacan que Groenlandia jamás había tenido tanto interés internacional. Durante los últimos 300 años, este territorio ha sido controlado por Dinamarca, pese a encontrarse a casi 3.000 kilómetros de distancia del país nórdico. La autonomía maneja sus propios asuntos domésticos, pero las decisiones sobre política exterior y defensa dependen de Copenhague. Ante el giro drástico de la política de Washington respecto a Europa y la guerra de Ucrania, Groenlandia adopta un interés especial, dada su posición privilegiada entre América y el continente europeo.

Elecciones

Un cartel electoral de la candidata Ane Andersen Jensen de Naleraq cuelga de un poste de luz en Nuuk, Groenlandia

El plan de Trump

En 2019, Trump ya propuso la idea de comprar Groenlandia. Ahora, apuesta por anexionarlo, ante la negativa de los líderes de la isla y de Dinamarca. “Necesitamos la isla por nuestra seguridad nacional. De un modo u otro, la obtendremos”, aseguró el líder republicano. Para Mute Egede, primer ministro groenlandés, el pronunciamiento cruzó las líneas rojas: “merecemos ser tratados con respeto, algo que no ha hecho el presidente estadounidense desde que asumió el poder”.

Trump

Las aspiraciones soberanistas de Donald Trump

Según un pacto firmado en 2009 con Dinamarca, Groenlandia podría declarar la independencia legalmente, tras la convocatoria de un referéndum oficial. Ante la incertidumbre las consecuencias reales que supondría, nunca se convocó la votación, pese al aparente apoyo mayoritario de políticos y votantes.

Anticonceptivos forzados

Además de la amenaza anexionista, otro tema sensible condiciona los comicios de esta isla aparentemente pacífica. Se trata de una serie de denuncias de maltrato por parte de mujeres aborígenes Inuit, que revelaron que Dinamarca les introdujo forzosamente anticonceptivos en los años 60 y 70 del siglo pasado. Es la primera vez que este polémico debate centra el debate público, y el premier Egede lo aprovechó para exigir la liberación del territorio de “los tentáculos del colonialismo”.

Las 143 mujeres Inuit denunciantes, que reclaman una compensación de más de 6 millones de dólares a las autoridades danesas, defienden que se violaron sus derechos humanos, ya que se les introdujeron unos aparatos sin su consentimiento. Algunas eran adolescentes cuando ocurrieron los hechos. Teóricamente, se buscaba frenar el aumento de población en la isla, que estaba creciendo rápidamente por las buenas condiciones de vida del lugar.

Estatua de Dannebrog y Hans Egede en Nuuk, Groenlandia

Dinamarca alegó que unas 4.500 mujeres y chicas recibieron los implantes anticonceptivos. Por esta y otras acciones, como la toma de 22 niños de Groenlandia para experimentar una “mejor vida” en Dinamarca, las autoridades de Copenhague pidieron perdón públicamente. “El dolor que sufrieron, física y emocionalmente, sigue presente”, dijo el ministro de sanidad danés Magnus Heunicke.

Proteccionismo

Ante los planes de anexión de Trump, la isla reforzó las leyes para frenar la interferencia extranjera el mes pasado, y prohibió donaciones políticas desde el exterior. Según Político, la independencia supondría un agujero de unos 500 millones de dólares en las cuentas anuales, ya que Dinamarca sostiene el sistema de seguridad social de la isla. Pese a que la isla no forma parte de la UE, Bruselas también contribuye en la financiación de Groenlandia.

Pese a las promesas de Egede de “llevar al país al próximo paso” para liberarse del “pasado colonial”, no está claro que los comicios avancen la aspiración secesionista de la isla.

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