Tres portavoces del chavismo afirmaron en las últimas dos semanas que si el gobernante Nicolás Maduro llegase a perder las elecciones presidenciales, el domingo 28 de julio, aceptarían los resultados y, como coalición política, pasarían a ser oposición.
No obstante, los oficialistas dieron estas declaraciones desde la convicción de que eso no ocurrirá y dicen estar seguros de que el líder chavista obtendrá el triunfo para un tercer sexenio en el poder.
Asumir la derrota
Entre estos voceros está el hijo del propio Maduro, Nicolás Maduro Guerra, quien es parlamentario de la Asamblea Nacional por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Otro de los que sorprendió con su mensaje fue el ministro para la Defensa, el general Vladimir Padrino López, quien desde que Maduro llegó al poder hace 11 años ha sido el militar con más tiempo en ese cargo en la historia republicana de Venezuela.
El presidente de Venezuela y aspirante a la reelección, Nicolás Maduro, saluda a los asistentes al cierre de su campaña
En varios videos que compartió en su cuenta de la red social X, este 23 de julio, Padrino López aseguró que el papel de la fuerza armada venezolana, el domingo 28 de julio, será esperar los resultados que transmita el Consejo Nacional Electoral (CNE) y acatarlos.
¡La #FANB acude con júbilo a esta nueva fiesta democrática! Esta vez mucho mejor preparados y capacitados, pues cada elección ha sido una lección, que ha servido para optimizar la ejecución del Plan República ¡Nos vemos el domingo #28J! ¡Más elecciones! ¡Más democracia! pic.twitter.com/JdVXXegVhL
— Vladimir Padrino L. (@vladimirpadrino) July 25, 2024
“Vamos a hacer lo que está en el marco del Plan República, a esperar la decisión del pueblo, a transmitir a través del CNE y listo. El que ganó a montarse encima en su proyecto de gobierno y el que perdió que se vaya a descansar. Eso es todo”, aseguró.
El ministro también criticó los sondeos de opinión que dan como ganador al candidato presidencial de la Plataforma Unitaria Democrática, Edmundo González Urrutia. Los definió como la “encuestocracia” y las cuestionó porque, a su juicio, “estaban por encima de las instituciones”, entre ellas la autoridad electoral y el propio componente militar.
El miércoles, el hijo de Maduro le dijo a ‘El País’ de España que si el chavismo perdía pasarían a ser parte de la oposición.
En eso coincidió con el gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, quien la semana pasada dijo a un canal privado que, si ellos dejan de controlar el poder, sus adversarios “no aguantarían un año. Nosotros en la oposición, con la Asamblea Nacional, 20 gobernaciones, 220 alcaldías; el poder popular. Yo me imagino cómo sería Freddy Bernal en la oposición, cómo será la dirigencia nuestra en la calle peleando por los derechos del pueblo. No nos aguantan un año, van a tener que renunciar”.
¡Este #28Julio venceremos! ¿Y saben por qué? Porque nosotros los chavistas apostamos por la paz de nuestro pueblo. pic.twitter.com/KJg8pKMoFR
— Freddy Bernal (@FreddyBernal) July 25, 2024
Y más adelante agregó que, eso “nunca va a ocurrir”.
CNE denuncia “campaña pagada por el narcotráfico”
El presidente del CNE, Elvis Amoroso, al anunciar la distribución del material electoral en las diferentes regiones de Venezuela, denunció que existe una campaña en contra del organismo, el país y los poderes públicos por parte de medios internacionales.
Se atrevió a asegurar que pagan esa campaña “con dinero sucio del narcotráfico y con dinero que le han robado a los venezolanos”. Agregó que el objetivo era “entorpecer las elecciones presidenciales”. A los periodistas en el país los acusó de “cómplices” por hacerse eco de este supuesto descrédito.
Cierres de campaña
El chavismo se preparaba desde temprano este 25 de julio a una “toma de Caracas” que paralizó parte de la ciudad por las restricciones a las principales avenidas del centro de la capital venezolana.
La líder opositora venezolana, María Corina Machado, saluda a sus simpatizantes durante el cierre de campaña
Mientras que la oposición de María Corina Machado y González llamó a un cierre de campaña en una céntrica avenida del este de la ciudad, justo en una zona que comenzó a crecer de forma exponencial con dinero del petróleo nacional que corrompió a jerarcas y estrechos colaboradores de Maduro.