Este domingo, Ecuador celebra la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en que se enfrentan el actual presidente y candidato a la reelección, Daniel Noboa, y la aspirante por el movimiento Revolución Ciudadana, Luisa González. En la primera vuelta, realizada el 9 de febrero, Noboa obtuvo el 44,31% de los votos, mientras que González alcanzó el 43,83%. Los resultados reflejaron la división y polarización creciente de la sociedad ecuatoriana.
Daniel Noboa, de 37 años, ha centrado su discurso en continuar con políticas de seguridad, destacando su plan ‘Phoenix’, con el que asegura haber reducido el 15% de las muertes violentas. Por otro lado, Luisa González, de 47 años, es cercana al expresidente Rafael Correa. Su propuesta se enfoca en restablecer políticas sociales y económicas, además de implementar estrategias alternativas para combatir la delincuencia, como una inversión de 72 millones de dólares en asesores comunitarios de paz.
Para Daniela Brik, periodista y ex corresponsal de la agencia EFE en Quito, la clave para la victoria estará en la capacidad de convencer al 9,5% de votantes indecisos.
¿Quién de los dos candidatos afronta con mejores opciones la victoria en la segunda vuelta?
Ambos candidatos vuelven a verse las caras, como ya lo hicieron en el balotaje (sistema de segunda vuelta) de 2023. Una encuesta realizada a inicios de mes volvía a situar a ambos en un empate técnico. Los analistas políticos especializados en este tipo de resultados en Ecuador señalan que la gran duda será de qué lado se decanten los indecisos (9,5% según esa encuesta), así como el margen de votos válidos y nulos (8%).
Noboa, al ser candidato presidente, parte con la ventaja de contar con el aparato estatal para su propaganda. Pero no hay que menospreciar el predicamento que sigue aglutinando González.
¿Qué sectores sociales e ideológicos representa cada aspirante, qué alianzas internacionales pretenden impulsar?
Noboa, hijo del hombre más rico de Ecuador, nacido y formado en EE UU, representa a las élites económicas del país, pero también a una importante parte de la clase media, sobre todo en la capital, Quito, y en Guayaquil, segunda ciudad del país. También moviliza a jóvenes desencantados con los políticos más tradicionales y corruptos. Su forma de entender la política es muy personalista, con un enfoque económico neoliberal y de derechas.

Busca inversión extranjera y pactar con organismos multilaterales. En cuanto al combate contra el crimen organizado vinculado al narcotráfico, su propuesta es aplicar mano dura, al estilo de Bukele en Honduras. Recordemos que Noboa fue invitado por Trump a su toma de posesión junto a los dirigentes regionales más conservadores como Milei.
Luisa González nació políticamente en el correísmo, donde desempeñó varios cargos bajo el Gobierno de Rafael Correa (2007-2017). Por tanto, pertenece a la corriente que en la primera década del siglo XXI se denominó “Socialismo del siglo XXI”. En lo económico prioriza el engrosamiento del Estado, censura la relación con aliados como EE UU y mira a otras potencias que buscan ejercer poder y hegemonía en la región, como China y Rusia.
Y las alianzas regionales pasarían por una relación más estrecha con la Colombia de Petro, con Brasil de Lula da Silva, con Sheinmbaum en México y la condescendencia con regímenes como el de Maduro, Ortega o Cuba. Pese a la corrupción que se destapó durante el gobierno de Lenín Moreno (designado por Correa), el partido cuenta todavía con muchos adeptos y que con el apoyo de sectores indígenas y campesinos.
Noboa está acusado de no cumplir con las normas de campaña, mientras que el candidato Jan Topic fue excluido por conflictos de intereses. ¿Cómo afectaron estos revuelos legales al proceso electoral?
Topic era un candidato que podría haber resultado la gran sorpresa de la primera vuelta, pero a estas alturas es irrelevante. En cuanto al revuelo causado por las acusaciones de Noboa y de González de irregularidades durante el proceso, finalmente la autoridad electoral en Ecuador ha desestimado los casos. Este tipo de denuncias suele ser habitual en los procesos electorales en el país, principalmente porque se recuerdan antecedentes muy sonados y apagones informativos que marcaron comicios importantes.

En los países de la región es muy habitual la fragilidad del Estado y de sus estructuras democráticas. En la mayoría de las elecciones, el hecho de que haya observadores locales, regionales (OEA) e internacionales (Centro Carter, UE), suele legitimar estos procesos, porque siempre emiten sus informes posteriores, que avalan o censuran el resultado.
En clave femenina, la vicepresidenta Verónica Abad fue arrinconada por Noboa, quién no le traspasó las funciones de presidencia durante la campaña electoral.
Desde el inicio de su mandato de año y medio, Noboa la envió a Israel con la excusa de que fuera una suerte de mediadora para la paz en Oriente Medio. Posteriormente ella se trasladó a Turquía, por razones de seguridad y debido a la guerra en la región.

Ella ha denunciado en numerosas ocasiones la inconstitucionalidad de las decisiones adoptadas por Noboa respecto a ella y su cargo de vicepresidenta. No se conoce muy bien cuál fue el detonante o la enemistad entre ellos. Noboa gobierna de modo muy personalista e inusual. Además, su primera esposa le denunció por no pagar la manutención de su hija y violencia vicaria.
A nivel social, el país está muy tensionado. ¿Cuáles son las raíces de los problemas económicos y de seguridad que sufre Ecuador?
Las tensiones sociales vienen de lejos, por muchos problemas estructurales: pobreza, desnutrición crónica infantil, graves desigualdades sociales, corrupción, o desastres naturales como riadas, seísmos e incendios.
En los últimos cinco años se ha incrementado de manera exponencial la inseguridad, hasta convertir a Ecuador en el país más violento del continente en índice de homicidios por 100.000 habitantes al año.
Las razones son varias, pero el crimen organizado vinculado al narcotráfico echó raíces en la última década, en parte por la desintegración de las FARC y porque Ecuador era una ruta propicia para la salida de la droga producida en Colombia y Perú. Cuando anteriores gobiernos trataron de atajar el fenómeno, las bandas criminales comenzaron a reclamar su lugar: primero en las cárceles, con verdaderas matanzas, y posteriormente en las calles y en todo el país.
¿Afecta a Ecuador la política de aranceles impuestos por el gobierno de Estados Unidos?
Por supuesto. El Comité de Comercio Exterior de Ecuador (Comex), el organismo gubernamental encargado de aprobar las políticas en materia de política comercial, decidió reducir temporalmente un 10% los aranceles a las importaciones de vehículos procedentes de Estados Unidos. Ecuador se ha visto sujeto a un arancel del 10%.
Ecuador tiene una economía dolarizada desde 1999 tras una crisis inflacionaria sin precedentes. Está por ver cómo afectará la guerra económica a esta frágil economía, que cuenta con el dólar como divisa nacional. Si el dólar estadounidense cae debido al terremoto generado por Trump, es de esperar que también se devalúe en Ecuador.