La pregunta sobre si alguna mujer ha gobernado en los Estados Unidos se responde con un simple pero significativo “no”. Hasta la fecha, ninguna mujer ha ocupado la presidencia del país, el cargo ejecutivo más alto y visible a nivel nacional. Este hecho llama poderosamente la atención en una nación que se enorgullece de sus principios de igualdad y democracia. A lo largo de los años, varias mujeres han intentado romper este techo de cristal. La más destacada de ellas es Hillary Clinton, quien en 2016 estuvo muy cerca de cambiar la historia.
El techo de cristal en la política estadounidense
El “techo de cristal” es una metáfora que describe las barreras invisibles que impiden que ciertos grupos (especialmente las mujeres) asciendan a posiciones de poder y liderazgo. Todo ello, independientemente de sus calificaciones o logros. En el contexto político de Estados Unidos, este techo ha sido particularmente resistente. Otras naciones internacionales de notable importancia han sido lideradas por mujeres. Pero EE.UU. aún espera a su primera presidenta.
Este fenómeno no se limita a la presidencia de Estados Unidos. Aunque las mujeres han hecho avances significativos en otras áreas de la política estadounidense, como el Congreso y las gobernaciones estatales, la presidencia ha permanecido fuera de su alcance. Esta situación plantea ciertas preguntas sobre los obstáculos estructurales y culturales que enfrentan las mujeres en la política.
El camino de Hillary Clinton hacia la historia
Hillary Clinton abre los brazos en un mitin político (EFE)
Hillary Clinton representa el caso más prominente de una mujer que estuvo cerca de alcanzar la presidencia de los Estados Unidos. Como candidata del Partido Demócrata en las elecciones de 2016, Clinton no solo ganó la nominación de su partido, sino que también se convirtió en la primera mujer en la historia de EE.UU. en ser la candidata presidencial de uno de los dos principales partidos políticos del país.
La campaña de Hillary Clinton fue histórica por varias razones. Promovió una plataforma que incluía la ampliación del acceso a la atención médica, la lucha contra el cambio climático y el apoyo a los derechos de las mujeres y las minorías. A pesar de ganar el voto popular por más de 2,8 millones de votos, perdió ante Donald Trump. Eso es lo que puso fin a su intento de convertirse en la primera mujer presidenta de los Estados Unidos.
El futuro de las mujeres políticas en Estados Unidos
Aunque hasta ahora ninguna mujer ha ocupado la presidencia de los Estados Unidos, la candidatura de Hillary Clinton y los esfuerzos de otras mujeres en el ámbito político han allanado el camino para futuras generaciones. Con cada ciclo electoral, más mujeres se presentan a cargos públicos y ganan. Eso rompe las barreras y cambia gradualmente la composición de la representación política en el país.
La pregunta de cuándo una mujer gobernará en la Casa Blanca sigue sin respuesta. Pero el creciente número de mujeres en posiciones de liderazgo político sugiere que ese día podría estar más cerca de lo que pensamos. La lucha por la igualdad de género en la política de Estados Unidos continúa, impulsada por la convicción de que la capacidad de liderar no conoce de géneros. Sin embargo, 2024 no será el año. Habrá que esperar a 2028.