Francia acudió este domingo en unas elecciones legislativas anticipadas anunciadas tras la derrota de su presidente, Emmanuel Macron, en los comicios europeos celebrados el pasado 9 de junio. Entonces, más de un 30% de los votantes se había decantado por la ultraderechista Marine Le Pen, una cifra que dobla el resultado del partido de Macron, que se ha repetido este domingo. Frente a este contexto espeluznante, se teme que Francia incline su balanza hacia la derecha radical y elija a los ultras del partido Rassemblement National para su Asamblea General el próximo 7-J.
Se presentan cuatro escenarios posibles. El primero engloba la posibilidad de que el Rassemblement National obtenga de nuevo la victoria el 7 de julio. Esto podría concederle una influencia sustancial en la configuración del Gobierno francés, posiblemente incluso llevando a la elección de un primer ministro afín a sus políticas nacionalistas, populistas y euroescépticas, como Jordan Bardella.
Las cifras de las elecciones europeas y del 30-J apoyarían esta hipótesis. “A los franceses les gusta decir que hay una baja participación en las elecciones europeas, pero no es cierto. La participación ha sido del 50%, mientras que en las elecciones nacionales, a veces tenemos un 30% en las legislativas, 22% o 20% en las regionales. Así que hubo buena participación en las elecciones europeas”, explica a Artículo14 Gwendoline Delbos-Corfield, diputada de los Verdes en el Parlamento Europeo. Este domingo, la cifra en las legislativas ha sido de récord, con más del 60%.
Mayor racismo
“La sociedad francesa es una sociedad que no aborda la cuestión colonial, que no aborda el tema de las violencias policiales hacia los racializados. Es uno de los países donde se dice que hay más racismo. Todo esto está empezando a resurgir, ha estado resurgiendo durante varios años ya, en algunos programas de televisión y algunas emisiones de radio, con comentarios que podrían ser considerados delitos, y que radicalizan a los votantes”, afirmó Delbos-Corfield.
La cohabitación
Escenario número dos: Si el RN logra una victoria significativa el 7-J pero no suficiente para la presidencia, podría darse una situación de cohabitación. Esto significa que el presidente electo (probablemente Emmanuel Macron) tendría que gobernar junto con un primer ministro del RN, Jordan Bardella. Este escenario podría ser complicado y llevar a un gobierno muy inestable y polarizado.
Según lamenta Delbos-Corfield, “es difícil saber lo que va a pasar en una semana. La victoria del Rassemblement National permitiría la llegada de un primer ministro [a la Asamblea General francesa]. Esa Francia podría ser ingobernable y muy caótica, y entraríamos en un período de crisis extremadamente grave. Yo siento muy fuerte que el clima político en Francia es el del pre-Brexit en Inglaterra. Veo la misma provocación, la ignorancia, la desinformación, y el nivel del debate político”.
Inestabilidad política
¿Podría entonces Francia entrar en una fase de crisis política intensa, similar a la experiencia de Reino Unido previo al Brexit? Esto podría darse si hay una incapacidad para formar coaliciones efectivas entre las distintas fuerzas políticas, lo que conduciría a una parálisis del gobierno y una polarización más profunda en la sociedad francesa.
Según las primeras estimaciones, el partido Agrupación Nacional (RN) logró un 34 % de los votos, con el 63 % escrutado, claramente por delante del Nuevo Frente Popular de izquierda (NFP) y del bloque macronista.
“Temo que vayamos a entrar en este momento de caos que Reino Unido vivió durante 5 años, con gobiernos que no gobiernan, con ministros que dicen cosas horribles. Con esos cambios, muy a menudo, un país se vuelve ingobernable y su sociedad se vuelve muy polarizada, muy violenta, muy agresiva. En mi opinión, eso es lo que va a ser”, argumenta Delbos-Corfield.
Años de crisis
No tiene una visión optimista. “Nos encaminamos hacia varios años de crisis, independientemente de la configuración de la semana que viene. Pero lo que podríamos tener son tres bloques que no saben trabajar juntos, y Francia no sabe desempeñarse en un sistema parlamentario”, explica la eurodiputada.
Se trata del tercer escenario: ante la fragmentación política, también se podría esperar la formación de coaliciones políticas poco convencionales o temporales para intentar estabilizar el gobierno. Esto podría incluir alianzas entre partidos que normalmente no trabajarían juntos, en un esfuerzo por asegurar una mayoría parlamentaria funcional.
“Históricamente, ha sido evidente que Francia necesita el éxito. Se ha intentado reformar la Quinta República y el Parlamento, pero en la sociedad francesa hay una notable incapacidad para formar coaliciones entre las mayorías parlamentarias. Por lo tanto, dudo que al final de la próxima semana veamos una coalición clara en torno al Rassemblement National”, pronostica Delbos-Corfield.
“Además, tenemos el Nuevo Frente Popular emergente, que podría igualar en fuerza. Pero yo no creo, lamentablemente, en la victoria de este partido. Hubo interés genuino en la posibilidad de trabajar juntos, pero no creo que logren ganar. En cualquier caso, nos dirigimos hacia un período de incertidumbre. Parece que lamentablemente se está preparando el terreno para una victoria bastante clara del Rassemblement National”, termina.