El reto sigue en pie: busca en Google el nombre de la mujer que más amas, sea tu madre, tu hija, tu hermana, sobrina, amiga, amante… Acompáñala con la palabras feminicidio y México y el resultado te escupirá el corazón. Allá, en la lejanía, cuando menos lo imaginabas, alguien quien tenía el mismo nombre de tu chica favorita murió violentamente por su condición de mujer a un ritmo de dos feminicidios por día, según las cifras que se reconocen oficialmente en este país; extraoficialmente, 10.
En el buscador de los mexicanos más politizados a favor de la candidata oficialista Claudia Sheinbaum encontrarán, por ejemplo, que hay una tal Claudia Andrea, presunta víctima de un asesino serial conocido como el Feminicida de Iztacalco a quien se le investiga por asesinato de al menos veinte mujeres.
Conocerán el caso de Claudia Cano, encontrada muerta en el auto de su novio en Guanajuato; la historia de Claudia Alejandra Herrera, aparentemente cortada en partes por el “amor” que acompañaba su vida; el peregrinar de un exdiputado en Chiapas por la justicia de su hermana ultimada a punta de puñetazos y patadas… Claudias y más Claudias con futuro truncado.
En el caso de Xóchitl
Vuelta a la coalición Fuerza y Corazón, los simpatizantes de la aspirante presidencial Xóchitl Gálvez también encontrarán hallazgos similares.
La candidata a la presidencia de México por la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, saluda a simpatizantes un acto de campaña en la ciudad de Pachuca
La muerte de Xóchitl Paola Martínez, una niña de 14 años cuyo cuerpo fue abandonado en un descampado del Bajío envuelto en una cobija junto al de un hombre desconocido o el ataque con una pistola que terminó con la vida de Xóchitl N. cerca de su domicilio en el Estado de México con dos balazos en la cabeza.
Los casos forman parte de una realidad reciente, a pesar de que desde 2020, Andrés Manuel López Obrador lanzó un decálogo en contra de los feminicidios en el que prometió que en “el Gobierno que represento se va a ocupar siempre de garantizar la seguridad de las mujeres”.
Cuatro años después, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, dijo que los feminicidios se habían reducido en un 29%, una cifra que inconformó a los colectivos de mujeres.
Una cifra que no baja
“No baja el número de asesinatos. En 2012, asesinaban a seis mujeres al día y hoy se asesinan a diez”, advirtió María de la Luz Estrada, directora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio.
“Nosotras vemos que, las maneras en las que las asesinan y las situaciones de vulnerabilidad por género, son diferentes a las de los varones”, explicó De la Luz Estrada.
Esta organización mantiene una batalla desde hace más de una década para que las fiscalías reconozcan e investigan las muertes de mujeres como feminicidios, una petición a la que se han opuesto las autoridades con el argumento de que no todos los casos tienen el perfil: actualmente solo el 25% de los casos se siguen bajo protocolos de género.
Falta de atención
Por otro lado, la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad documentó que las liberaciones de feminicidas ocurren por fallos al debido proceso y no por dudas fundadas sobre la responsabilidad del inculpado.
El presidente de México Andrés Manuel López Obrador habla este lunes, durante una conferencia de prensa en el Palacio Nacional de la Ciudad de México
“La crisis de los feminicidios no ha sido atendida correctamente en el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador”, concluye la activista Estrada.
El futuro con una presidenta
En medio del primer debate público entre las candidatas presidenciales, Claudia Sheinbaum lanzó un dato: “Durante mi gestión en la alcaldía de la Ciudad de México se creó la Fiscalía Antifeminicidios. Gracias a eso, cada feminicidio que se comete, es castigado. Es decir, cero impunidad”.
La declaración dejó a la audiencia incrédula porque los mismos datos datos oficiales no respaldan su declaración. Según el cruce de información entre las instituciones públicas, de 2019 a septiembre de 2023 se contabilizaron 349 feminicidios en la capital, y en el mismo lapso, el Tribunal Superior de Justicia local registró solo 144 sentencias.
Impunidad
Esto es poco más de una tercera parte de carpetas resueltas, no el 100% de justicia como argumentó la política que se encamina a ser la primera mujer en tomar las riendas del país, donde la impunidad es aún peor: 95% según información de la Comisión Nacional de Tribunales de Justicia.
La candidata presidencial del oficialismo mexicano, Claudia Sheinbaum, saluda a simpatizantes en Ciudad de México
Las expectativas de sororidad son muy altas para el próximo sexenio tanto para Sheinbaum como para Xóchitl Gálvez como cabeza de la oposición en caso de ser derrotada. Se espera que con las mujeres en el poder se logren evitar más desgracias y castigarlas cuando ocurran.
Promesas
En campaña, la candidata oficialista ha prometido investigar todas las muertes de mujeres como feminicidios; crear unidades especializadas de investigación en las fiscalías locales o integrar la perspectiva de género en todo el proceso de prevención, procuración e impartición de justicia.
Por su parte, Gálvez ha visualizado la creación de un fondo para víctimas de desaparición así como un apoyo mensual para mujeres en situación de vulnerabilidad y una beca para niños huérfanos por feminicidio.
El papel del narco
Pero más allá de esas ideas concretas; el resto, son generalidades al estilo de “cero impunidad para agresores, asesinos, violadores y feminicidas” mientras se ha ignorado por completo el papel del crimen organizado en el incremento de los asesinatos de mujeres.
Según datos de María Salguero, creadora del Mapa de Feminicidios en México, en tiempos de vendettas, ellas son un instrumento para ataques de rivales de otras fracciones o vistas como propiedad de los hombres armados con rifles e impunidad.
El reto, coinciden los colectivos feministas, es tener una política de medidas concretas e ir a la raíz; de lo contrario, “de nada servirá al combate a los feminicidios que llegue una mujer a la Presidencia”.