Eurostat: una de cada tres mujeres en la UE ha sido víctima de violencia de género

Solo el 14% de las mujeres que han sufrido violencia reportaron los incidentes a la policía. Entre las razones para no denunciar se incluyen el miedo, la vergüenza, la desconfianza en las autoridades y la falta de acceso a la Justicia

Las cifras no mienten, y son espeluznantes: una de cada tres mujeres en la Unión Europea ha sufrido algún tipo de violencia de género. Así lo afirma la agencia Eurostat, que en su último informe revela que alrededor de 50 millones de mujeres entre 18 y 74 años han experimentado violencia física (incluidas amenazas) o sexual en su vida adulta. Este estudio, basado en una encuesta sobre violencia de género en la fue publicado el 25 de noviembre de 2024, coincidiendo con el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.

Algunos factores preocupantes

El informe destaca diferencias clave según el grupo de edad. Mientras que el 35 % de las mujeres jóvenes, de entre 18 y 29 años, afirmaron haber sufrido violencia de género, este porcentaje desciende al 24 % entre las mujeres mayores, de 65 a 74 años. Los datos demuestran que la violencia de género afecta a mujeres de todas las edades. Y aunque las más jóvenes parecen ser las más vulnerables, también es posible que generaciones mayores todavía consideren tabú admitir que han sido víctimas de violencia, o que no sepan identificarla y clasificarla debido a sus enseñanzas culturales y expectativa social.

Eurostat también indica que el hogar, tradicionalmente considerado un lugar de seguridad, no siempre lo es para muchas mujeres. Según el estudio, un 18 % de las mujeres que han tenido pareja han sido víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja. Si se incluyen formas de violencia psicológica, el porcentaje aumenta hasta el 32 %.

Violencia total

En cuanto a la violencia ejercida por no parejas, los datos muestran que el 20 % de las mujeres ha sido víctima de este tipo de agresión. De estas, un 9 % sufrió actos degradantes o humillantes distintos de la violación, un 7 % reportó violencia física no sexual, y un 4 % indicó haber sido víctima de violación. Además, las tasas de violencia por no parejas varían profundamente entre los Estados miembros de la UE. Finlandia (47 %), Suecia (42 %) y Dinamarca (38 %) registran las cifras más altas, mientras que Bulgaria (6 %), Polonia (8 %) y Chequia (10 %) presentan las más bajas. Son diferencias que reflejan las disparidades culturales y sociales entre países, pero también ponen el foco en los distintos niveles de concienciación y reporte.

Además, un análisis más detallado de los tipos de violencia no pareja muestra que los actos degradantes o humillantes son particularmente frecuentes en algunos países. En Finlandia, el 24 % de las mujeres reportaron este tipo de agresión, mientras que en Suecia el porcentaje es del 22 %. Por otro lado, en Bulgaria, Chequia y Polonia, este tipo de violencia apenas alcanza el 2 %. Son sociedades más conservadoras: si bien es muy posible que la violencia sufrida por mujeres sea mucho menor, también cabe barajar que las mujeres de estas sociedades no se sientan lo suficientemente libres para denunciar ningún tipo de abuso.

Luego está la violencia en el ámbito laboral: según los resultados, una de cada tres mujeres ha sido víctima de acoso sexual en el trabajo, con cifras que ascienden al 42 % entre las mujeres más jóvenes, de 18 a 29 años. Las formas de acoso incluyen desde bromas inapropiadas hasta avances sexuales no deseados, ya que sigue existiendo un fuerte problema estructural en los entornos laborales.

No todas hablan

La encuesta también pone de manifiesto el problema del subregistro. Solo el 14 % de las mujeres que han sufrido violencia reportaron los incidentes a la policía. Entre las razones para no denunciar se incluyen el miedo, la vergüenza, la desconfianza en las autoridades y la falta de acceso a la justicia. Este subregistro agrava lo que Sirpa Rautio, directora de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE, calificó como “una epidemia invisible” en declaraciones a The Guardian.

La falta de denuncia y las tasas persistentes de violencia son preocupantes, ya que el informe señala que las cifras actuales no han cambiado sustancialmente en comparación con las de 2014. “Una década después, seguimos siendo testigos de los mismos niveles impactantes de violencia que afectan a una de cada tres mujeres”, afirmó Rautio. Según ella, “en la UE, en 2024, la seguridad de las mujeres aún no puede garantizarse”.

Por su parte, Carlien Scheele, directora del Instituto Europeo para la Igualdad de Género, atribuyó la baja tasa de denuncias al “estigma y la culpa” que todavía rodean a las víctimas de violencia. En declaraciones a The Guardian, Scheele enfatizó que “la realidad preocupante no es solo cuántas mujeres experimentan violencia en la UE, sino también cuántas no denuncian estas experiencias”.

Por si la tasa de violencia de género no fuera lo suficientemente preocupante, el informe también señala que la violencia contra las mujeres tiene un costo económico fuerte, estimado en 289.000 millones de euros al año para la UE. Este cálculo incluye pérdida de productividad y costes asociados a servicios legales y de apoyo. A pesar de los esfuerzos recientes, como la ratificación del Convenio de Estambul en 2023, el informe concluye que la violencia de género sigue siendo una crisis de proporciones alarmantes en toda la Unión Europea.

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