El reciente viaje del presidente ruso Vladímir Putin a Corea del Norte ha generado gran interés y especulación sobre las intenciones y acuerdos entre ambos países. Este viaje, el primero del líder ruso al país de Kim Jong-un en 24 años, evidencia una relación cada vez más estrecha entre Moscú y Pyongyang en un contexto de crecientes tensiones globales y sanciones internacionales.
Intercambio militar entre ambas naciones
Una de las áreas clave de cooperación discutidas durante la visita de Putin fue el intercambio militar. Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, Rusia ha buscado refuerzos en su suministro de armamento. Según los informes, Kim Jong-un ha proporcionado a Rusia más de cinco millones de proyectiles de artillería. Así como misiles balísticos de corto alcance. Rusia empleó este armamento en su conflicto con Ucrania, violando las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que prohíben la exportación e importación de armas desde y hacia Corea del Norte.
Putin ha pedido a Kim Jong-un continuar y expandir este suministro de armas. Un flujo vital para mantener la campaña militar en Ucrania. La cooperación militar no solo fortalece la posición de Rusia en el conflicto. También ofrece a Corea del Norte una oportunidad de demostrar su capacidad militar y forjar una alianza estratégica con una potencia global como Rusia.
Mano de obra de Corea del Norte
Además del intercambio de armamento, otro tema crucial en las conversaciones entre Putin y Kim Jong-un ha sido el envío de trabajadores norcoreanos a Rusia. La guerra en Ucrania ha provocado una escasez significativa de mano de obra en Rusia. Y la incorporación de trabajadores extranjeros ha sido una solución viable. A pesar de las sanciones de la ONU que prohíben el trabajo de norcoreanos en el extranjero, Rusia ha expedido miles de visados de turista y estudiante para facilitar su entrada.
Kim Jong-un aplaude durante un acto público (KCNA/EFE)
Estos trabajadores no solo contribuyen a la economía rusa, sino que también generan divisas necesarias para Corea del Norte. Un país que está atravesando una severa crisis económica y alimentaria. El intercambio de mano de obra pone de manifiesto una relación de beneficio mutuo que desafía las restricciones internacionales y refuerza los lazos entre ambos países.
Promoción del turismo ruso en el país norcoreano
El turismo ha emergido como otra área significativa de cooperación entre Rusia y Corea del Norte. Desde el inicio de la pandemia, el país de Kim Jong-un ha mantenido sus fronteras cerradas. Sin embargo, recientemente ha comenzado a recibir a turistas rusos. Este flujo de turistas es crucial para la economía norcoreana. Supone una fuente de ingresos vital en un momento de aislamiento económico.
Putin ha discutido con Kim Jong-un la ampliación de este programa de turismo. Algo que no solo ayudará a mejorar la imagen internacional de Corea del Norte, sino que también fomentará una mayor interacción entre los ciudadanos de ambos países. Este intercambio cultural y económico se percibe como una estrategia para fortalecer aún más la alianza bilateral entre ambos países.
¿Qué implicaciones geopolíticas tiene la relación entre Putin y Kim Jong-un?
La visita de Putin a Corea del Norte tiene implicaciones geopolíticas significativas. En un momento en que ambas naciones lidian con sanciones y presiones de la comunidad internacional, la cooperación estrecha entre los dos países representa una resistencia coordinada contra las políticas occidentales. La alianza entre Putin y Kim Jong-un simboliza un desafío a la hegemonía global liderada por Estados Unidos y sus aliados. Y marca el surgimiento de un nuevo eje de poder en la geopolítica mundial.