Testimonios

Españolas en las generales británicas: qué piden y qué esperan del nuevo gobierno

La salida con la UE las llevó a sacarse la doble nacionalidad y hoy ven a su país de adopción en una “situación complicada”

Los comicios generales de este jueves en Reino Unido tienen un significado especial para miles de españoles que, por una combinación de Brexit, pragmatismo y cierto sentimiento de pertenencia, decidieron hacerse con la nacionalidad británica tras el referéndum de salida de la Unión Europea en 2016.

Son las primeras elecciones que se celebran tras la consumación del divorcio que cambió las reglas de juego para los ciudadanos comunitarios, que tuvieron que elegir entre acogerse al llamado Estatuto de Asentado (Settlement Scheme, en inglés), el mecanismo diseñado para dar cobertura legal a su permiso de residencia, o apostar directamente por obtener el pasaporte británico.

Gran interés

Artículo14 ha querido testar la temperatura entre las españolas que este 4 de julio pueden votar, una de las ventajas que ofrece la ciudadanía, y la conclusión es clara: las generales interesan, y mucho.

“El Gobierno que elijamos será determinante para el rumbo que tome este país, en asuntos que nos afectan a todos en nuestro día a día”, declara Patricia, una cántabra que lleva casi dos décadas afincada en Londres, donde ha tenido dos hijas, y quien dice “ver a Reino Unido en un momento complicado, en el que se siente mucho el hartazgo ciudadano hacia los políticos”.

Nostalgia por el Reino Unido anterior al Brexit

Su diagnóstico parece unánime entre la diáspora femenina. Senai, tras más de 20 años al norte del Canal de la Mancha y trabajadora en el área administrativa de la Sanidad pública, confiesa su nostalgia por el “Reino Unido de antes del Brexit”. “Creo que a todos nos gustaba más, era más abierto, más internacional, y tenía una clase política a la que se respetaba más”, mantiene, frente a los últimos años, en los que considera que los dirigentes “han hecho un poco el ridículo”. “Como clase política, –los británicos– han perdido”, lamenta.

La percepción de Senai, de hecho, semeja generar consenso. Raquel, consultora que ni siquiera esperó a la materialización oficial de la ruptura comunitaria para hacerse con la nacionalidad, opina, “como la gran mayoría, que el Brexit ha sido un punto de inflexión para peor, ha generado muchas incertidumbres, mucha complejidad, y si a eso le sumas la pandemia, Ucrania y la crisis del coste de la vida, el país ha sufrido un fuerte bajón”.

Regresar a España

Elena, residente desde hace 13 años, comparte el dictamen y advierte de que, en el caso concreto de Londres, donde reside junto a su pareja y sus dos hijos, “ser independiente es bastante inaccesible”, debido a los problemas de acceso a la vivienda, o el extorsionado coste de la conciliación de la vida familiar y laboral. Ella, al igual que las demás, admite que uno de los factores de peso que la llevó a obtener la nacionalidad británica fue, paradójicamente, el deseo de, algún día, regresar a España.

No en vano, aunque el Estatuto de Asentado tiene carácter permanente, los derechos adquiridos se pierden en caso de ausentarse de Reino Unido por un período de cinco años, un contratiempo que se evita con la ciudadanía. “Lo de volver a España siempre nos ha rondado la cabeza y quería tener la seguridad de que podría regresar, si me arrepentía de irme; o si salía alguna oportunidad profesional”, explica esta profesional del sector de la sostenibilidad, con un razonamiento similar al de Patricia: “Quiero dejarme la puerta abierta para, en un futuro, poder regresar, si que es quiero volver y si es que me voy”.

Los retos del laborismo

Todas coinciden en que el gobierno que salga de la votación del jueves, y según todas las encuestas será un gabinete laborista, tiene una difícil tarea por delante. “Si estabilizara la economía, el IPC y lograse con eso que bajaran los intereses del Banco de Inglaterra, pues bien”, afirma Senai, quien se resigna, no obstante, a que “los impuestos van a seguir subiendo” y a que “el Brexit no lo van a revertir”, una realidad esta última que, aunque Elena comparte, sí le pide al próximo Ejecutivo, “sobre todo, que se acerque a la Unión Europea”.

Keir Starmer, de acuerdo con los sondeos, próximo primer ministro, podría concederle el deseo, puesto que, pese a evitar durante la campaña aludir al divorcio, al que él se había opuesto, ha declarado que quiere una relación más estrecha con el principal socio comercial de Reino Unido.

El cuidado de los hijos

Como madres la mayoría, un tema que preocupa es el coste del cuidado de los hijos. “Muchas mujeres, porque, al final, son las mujeres las que lo hacen, tienen que dejar de trabajar, porque cuesta más la guardería que lo que ganan en sus trabajos”, denuncia Elena, por lo que Patricia avisa de que el nuevo Gobierno “ha de ayudar a las familias a llegar a fin de mes”, así como “buscar soluciones eficaces en muchísimas materias, como mejorar el acceso a la vivienda, que es un problema enorme en este país, o tomarse en serio la crisis climática”.
Raquel, quien dice “seguir con mucho interés las elecciones”, ve “necesario un cambio de rumbo” y muestra una notable fascinación con “cómo los partidos han ido evolucionando”. “Si hablamos del Laborismo, creo que Keir Starmer no lo ha tenido fácil: heredaba un partido dividido, y creo que es una figura más moderada, que puede aunarlo otra vez”, expone, evidenciando la detallada atención que ha dedicado a unas elecciones históricas en Reino Unido, las primeras que encuentran al país en su travesía en solitario, cada vez más lejos del vecino continental.