España ha superado oficialmente a Reino Unido como el principal destino para las ciudadanas maltesas que viajan al extranjero para acceder a servicios de aborto. Así lo revela una nueva investigación transfronteriza en el marco del proyecto Exporting Abortion y analizada por el medio Amphora Media.
El cambio marca una tendencia significativa en los flujos de mujeres que, enfrentándose a restricciones legales en su país de origen, buscan atención médica en otras jurisdicciones europeas, siendo España la primera de la lista en estos momentos.
La prohibición de abortar en Malta
Aunque en 2023 Malta aprobó una ley que permite el aborto en situaciones donde la vida de la madre corre un riesgo médico grave, la normativa sigue siendo la más restrictiva de la Unión Europea. Desde la aprobación de esa ley, solo se han registrado cinco abortos legales en el país: uno en 2023 y cuatro en 2024. Hasta la fecha, en 2025 no se ha contabilizado ningún procedimiento bajo esta ley.
A pesar de los movimientos internacionales hacia una mayor liberalización de los derechos reproductivos, países como Malta, Polonia y Hungría mantienen legislaciones que colocan barreras inmensas para las mujeres que buscan interrumpir un embarazo. La sociedad maltesa es católica y mantiene un consenso generalizado contra la legalización de esta práctica. Esto significa que la inmensa mayoría de las interrupciones voluntarias del embarazo siguen ocurriendo fuera del país, haciendo de Malta uno de los Estados miembro de la UE más dependientes del acceso transfronterizo a este tipo de servicios.

Aborto: cambio de tendencia
Tradicionalmente, Reino Unido ha sido el principal destino para las mujeres maltesas que necesitaban interrumpir un embarazo, debido a la proximidad histórica, los lazos culturales y el idioma compartido. Durante décadas, muchas maltesas veían en el sistema de salud británico una vía segura, accesible y relativamente familiar para ejercer un derecho que les era negado en su propio país. El sistema británico ofrecía no solo la legalidad del procedimiento, sino también confidencialidad, atención médica integral y, en algunos casos, asistencia financiera parcial a través del NHS (Servicio Nacional de Salud británico).
Sin embargo, factores como el Brexit y las nuevas exigencias de visado, han hecho que los costes de viajar hasta el Reino Unido sean más elevados y por ende, las mujeres maltesas ya comienzan a preferir otros destinos, como España, que ya se sitúa como el principal país al que acuden las maltesas para abortar.

Según los datos oficiales de la investigación, en 2023, un total de 27 mujeres maltesas optaron por acudir a clínicas en España para interrumpir su embarazo, mientras que solo cuatro hicieron el viaje al Reino Unido. Esta inversión de la tendencia histórica por el aborto en los países europeos subraya un nuevo paradigma dentro de los movimientos por el derecho al aborto.
España ofrece un acceso más sencillo y menos burocrático al aborto que en Reino Unido, además de contar con precios significativamente más económicos en comparación con otras opciones europeas. A esto se suma una mejor conectividad aérea entre Malta y varias ciudades españolas, lo cual facilita los desplazamientos.
El eurodiputado maltés que hizo historia por defender el derecho al aborto
En un contexto donde Malta mantiene una de las legislaciones más restrictivas sobre el aborto en la Unión Europea, el eurodiputado maltés Cyrus Engerer emergió como una figura histórica al posicionarse públicamente a favor de la inclusión del aborto en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE.

Engerer ha sido uno de los ponentes de una resolución que busca consagrar el derecho al aborto como fundamental en la UE, lo que podría ampliar las competencias de Bruselas sobre los Estados miembros y situar los derechos reproductivos y sexuales en el marco de los derechos humanos. En una entrevista con Artículo 14 del pasado año, Engerer destacó la importancia de eliminar los obstáculos contra la interrupción del embarazo y señaló las consecuencias negativas que su prohibición tiene para las mujeres en países como Malta. Además, alertó sobre la existencia de movimientos anti-género que, según él, buscan socavar las libertades fundamentales de los ciudadanos.