En un hecho sin precedentes en la política surcoreana, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-Yeol, fue detenido este miércoles por la Oficina para los Casos de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO), tras semanas de tensiones políticas y legales. La detención ocurrió en medio de una investigación por la declaración de la ley marcial en diciembre. Una medida que desató un intenso debate sobre el estado de derecho y la estabilidad democrática del país.
Las protestas en Corea del Sur tras la declaración de la ley marcial en diciembre de 2024 | EFE
A las 10:33 de la mañana (hora local), las autoridades ejecutaron la orden de arresto contra el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-Yeol. Esta acción se llevó a cabo en su residencia en Yongsan, en el centro de Seúl, tras un primer intento fallido a principios de mes. La operación incluyó a la CIO, la Policía y otras agencias gubernamentales. Se trata del punto álgido en la crisis política que atraviesa el país.
Poco después de ser arrestado, Yoon fue trasladado a la sede de la CIO para ser interrogado. Desde allí, el mandatario difundió un mensaje grabado en el que denunció la investigación en su contra como “ilegal e inválida”, señalando que el estado de derecho en Corea del Sur se había “derrumbado por completo”. A pesar de estas declaraciones, Yoon afirmó que decidió entregarse para evitar un “derramamiento de sangre” entre sus partidarios y las fuerzas del orden.
¿Por qué han detenido al presidente de Corea del Sur tras la ley marcial?
La detención de Yoon Suk-Yeol no solo es histórica por tratarse del primer presidente de Corea del Sur arrestado en funciones, sino también por las circunstancias que rodean el caso. El mandatario fue destituido por la Asamblea Nacional el pasado 14 de diciembre mediante una moción que dejó sus funciones suspendidas. Desde entonces, permaneció recluido en su residencia, protegido por su equipo de seguridad y cientos de simpatizantes.
El motivo de la investigación que llevó a su arresto es un supuesto delito de insurrección vinculado a la declaración de la ley marcial el mes pasado. Este delito, según la legislación surcoreana, es uno de los pocos por los que un presidente en ejercicio puede ser procesado. La medida de ley marcial fue vista por muchos como un intento desesperado de Yoon por mantener el control político en medio de crecientes desafíos a su liderazgo.
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, junto a su esposa, Kim Keon Hee | EFE/EPA/YONHAP SOUTH KOREA OUT
La ejecución de la orden de arresto no estuvo exenta de tensiones. Desde tempranas horas de la madrugada, alrededor de 3.000 agentes de la Policía rodearon la residencia presidencial. Las autoridades se enfrentaron a una cadena humana formada por el equipo de seguridad de Yoon y simpatizantes que bloquearon el acceso. Finalmente, los investigadores lograron ingresar al recinto utilizando escaleras y tras largas negociaciones.
En su mensaje grabado antes de ser detenido, el presidente de Corea del Sur no escatimó en críticas hacia el sistema legal y político del país. “El estado de derecho se ha derrumbado por completo en este país”, afirmó. También expresó su esperanza de que ningún ciudadano surcoreano tenga que enfrentar injusticias similares en el futuro.