Los drásticos cambios de guion en la relación entre Ucrania y Estados Unidos, marcada por el encontronazo entre Donald Trump y Volodomir Zelenski en la Casa Blanca, sigue alimentando la incertidumbre sobre el devenir de la guerra. Esta semana, oficiales de ambos países lograron reconducir las tensas relaciones en Yeda (Arabia Saudí), donde se acordó un frágil alto al fuego de un mes en la guerra con Rusia. Desde el Kremlin, Vladimir Putin avanzó que solo aceptaría una tregua que garantice “la paz a largo plazo” y la “eliminación de las causas del conflicto”. Se espera que este martes hablen ambos mandatarios.
Mientras Washington sigue explorando vías para frenar el conflicto entre dos partes reacias a rebajar sus demandas, Europa sigue moviendo ficha. En un borrador de la Unión Europea (UE) revelado esta semana, los 27 están discutiendo “la reconstrucción de la defensa europea, que requiere inversiones masivas durante un periodo sustancial”. Ante el alejamiento de la administración Trump y la “amenaza existencial que supone Rusia para la UE, dados sus precedentes de invadir países vecinos”, desde Bruselas se considera que “debemos intimidar para evitar una futura agresión militar, incluso tras firmarse la paz en Ucrania”.
Ante la tregua en Ucrania
La analista lituana Maria Martisiute, del think tank “European Policy Center (EPC), considera que todavía hay un largo recorrido por delante para lograr una paz viable en Ucrania.
-¿Cómo afecta al conflicto entre Rusia y Ucrania la cumbre bilateral celebrada esta semana en Yeda?
-Creo que fue positivo que se encontraran cara a cara estadounidenses y ucranianos. Estamos en una fase inicial de las negociaciones, habrá muchos cambios. Pero tras el encontronazo en la Casa Blanca, parece que las relaciones entre Kiev y Washington se enderezan. Cabe destacar la mediación de Reino Unido, país respetado por ambos. El alto al fuego de 30 días es un buen punto de partida.

La reunión de Yeda entre las delegaciones de de Estados Unidos y Ucrania
-Rusia, que ya negoció anteriormente con la Administración Trump cara a cara, no estuvo en la reunión.
-Washington presentó las condiciones de tregua al Kremlin. Como dijo el secretario de Estado norteamericano Marco Rubio, ahora “el balón está en su tejado”. Debe asumirse que la negociación tomará tiempo. Las dos partes son muy hostiles, y Rusia es un duro negociador, con demandas maximalistas. Saben como acceder a Trump, dónde se posiciona Europa, y lo que busca Ucrania. Rusia sabe jugar.
-¿Y Europa?
-Tenemos experiencia negociando con oligarcas, tiranos o terroristas. Y debemos ganar en esta partida. Para ello, hay que hablar su lenguaje. Putin ha planteado un “rechazo dulce”: está usando un tono suave, pero no rebaja sus condiciones. Lo hace para alinearse con la doctrina de Trump.

Muñecas tradicionales rusas de madera Matryoshka que representan al presidente ruso Vladimir Putin y al presidente estadounidense Donald Trump
-Rusia exige anexionarse territorios ocupados, que Ucrania no se una a la OTAN, o elecciones en Kiev. ¿Es realista?
-Hay que empezar por los 30 días como un buen punto de partida, un común denominador inicial. La pregunta es si EE UU aplicará la doctrina de los “palos y las zanahorias”. Es complicado confiar en lo que Trump dice y promete.
-Tras el encuentro en Yeda, EE UU abrió las puertas a reanudar la ayuda militar y de inteligencia a Ucrania. ¿Cómo afectan estos cambios al esfuerzo militar ucraniano?
-Primero, Trump amenaza con cortar la ayuda militar. La semana siguiente, promete reanudarla, si Kiev acepta sus propuestas. Considero que el choque en la Casa Blanca fue una buena lección para Zelenski. Todo es muy frágil, pero el reencuentro en Yeda ayudó. Lo importante es no caer en provocaciones. Y si Trump quiere moverlo todo tan rápido, que se lo deje claro a Putin.
-Más allá de la relación entre EE UU y Ucrania, Europa parece apostar firmemente por el rearme.
-La UE presentará próximamente su hoja de ruta para el futuro de la defensa, que debe identificar las carencias de nuestras capacidades militares. También debe proponer escenarios viables de financiación conjunta. Es positivo que Europa se rearme, el gran reto es lograrlo a tiempo. Debemos estar preparados para el peor escenario.

Una vista cercana de la torreta del tanque Leopard 2 de Dinamarca en el área de entrenamiento militar en Grafenwoehr, Alemania
-¿Hay consenso?
-Vemos nuevas iniciativas de coordinación, como el “grupo de los 5” formado por Alemania, Francia, Reino Unido, Polonia e Italia. Sus ministros de defensa piden a la UE menos barreras burocráticas para obtener armas. También 20 estados miembros de la UE enviaron una solicitud a la Comisión Europea demandando una alianza de seguridad con Reino Unido. Debe priorizarse el pragmatismo, y asegurar que no se sienten traidores en la mesa, como Hungría o Eslovaquia.

El presidente del Consejo, Antonio Costa, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen
-En España, el presidente Pedro Sánchez se reunió con todos los partidos para sondear su apoyo a un incremento del gasto militar. Hay sectores que rechazan aumentar el gasto en defensa.
-Los españoles deben asumir que hay una guerra en marcha con consecuencias directas para la seguridad atlántica, un área que comprende la Península ibérica. Por la distancia geográfica, se siente menos la amenaza que en Polonia o los países bálticos. Pero debe asumirse que Putin no quiere acabar en Ucrania. Hay autoridades nacionales que alertan de un posible ataque ruso sobre la UE en los próximos cuatro años. Tomaría el aviso seriamente: debemos estar preparados. Si nos atacan, se activará el artículo 5 de la OTAN, y España forma parte. Lo importante es anticiparnos.
-Gastar más en armamentos implica recortar inversiones en otras parcelas del estado del bienestar.
-Sí, pero a su vez mayor inversión en seguridad contribuye al crecimiento económico y genera empleos. Es un sector importante, que fue descuidado en Europa. El plan “Rearm Europe” pretende inyectar capital para la creación de un único mercado de defensa para la UE. Aunque es cierto que debe asumirse las diferencias culturales y estratégicas. Sería útil que los políticos tuvieran conversaciones productivas con la sociedad, sin ser alarmistas, pero primando el sentido común. Somos un mercado unificado: si nos atacan, España también se verá afectada.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen
-Se baraja la opción de expandir el poder nuclear en Europa como medida disuasoria.
-Tal vez es el momento oportuno para hacerlo. Es un debate que debe discutirse. Deben considerarse las capacidades por tierra, mar, aire, el ciberespacio y el armamento nuclear. Polonia y Alemania empujan la agenda nuclear, tiene sentido dada la incertidumbre de la política a largo plazo de Trump. Aunque hay tropas norteamericanas sobre el terreno y tienen armas atómicas, no sabemos como reaccionarían ante una eventual agresión. Es probable que Rusia mueva munición nuclear a Bielorrusia, o incluso a Kaliningrado.

Europa se rearma ante el giro de Trump hacia Moscú
-¿Qué opinan desde Ucrania sobre la estrategia europea de defensa?
-Después de lo que han sufrido, no se sorprenden fácilmente. Ya sufrieron la traición por el incumplimiento del Memorándum de Budapest (1994), un pacto de no agresión firmado por Rusia, Estados Unidos y Reino Unido, que debía garantizar la seguridad de Kiev, y Rusia se convirtió en el agresor. Aunque les vuelvan a traicionar, los ucranianos seguirán luchando y resistiendo.