Para cualquier mexicano, la frase “estas elecciones son las más grandes de la historia” ha sido repetida hasta el hartazgo a lo largo de estos meses. Pero es que los números no mienten. De acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE), en estas elecciones casi 100 millones de mexicanos están convocados a las urnas para elegir 19.000 cargos públicos. Entre esos están incluidos el de Presidencia de la República, 128 senadores y 500 diputados, así como gubernaturas de varios estados, como el de la Ciudad de México.
Pero no solamente los números hacen de estas elecciones históricas, sino que también por primera vez una mujer gobernará el país. Entre las dos contendientes se encuentran Xóchitl Gálvez, por la coalición entre el PRI-PAN-PRD y la más probable ganadora: Claudia Sheinbaum, la candidata de la continuidad por el partido de Morena, el del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Voto en España
Mientras en México hay preparadas más de 170.000 casillas electorales, el voto para los mexicanos en el extranjero ha sido difícil conseguir. De acuerdo con fuentes del Consulado de México en España, casi dos mil personas estaban registradas para votar en Madrid. “Fue en 2006 cuando se pudo ejercer el voto en el extranjero por primera vez y desde esa fecha ha ido evolucionando”, explica Issac Martínez Barraza, especialista en Derecho Electoral y Catedrático de la Facultad de Derecho de la UNAM. Este año 258.461 mexicanos en el extranjero estaban inscritos en el padrón electoral, pero solamente el 46,7% son mujeres.
Para algunas de ellas es la primera vez que votan en el extranjero, como Gabriela Martínez, quien vive en Madrid desde hace siete años. Ella ha recalcado que sabe lo histórico de estas elecciones, pero cree que en el fondo no cambiará mucho el que una mujer llegue al poder, sea quien sea. “El hecho de que lleguen dos mujeres no va a cambiar la situación, pero me parece muy simbólico que por primera vez México vaya a tener una presidenta. Un país tan machista, por más conservadoras que una puedan ser, son mujeres y para un país como México sí es un cambio histórico”, dice Martínez.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, vota en las elecciones generales mexicanas este domingo en un colegio electoral en la Ciudad de México
Mariana Gálvez ha vivido en la capital española desde hace cinco años y también será su primera vez votando. Ella también ve como un gran avance que haya dos mujeres como contendientes principales. “Independientemente de la ideología que tengan ya me parece un gran avance que pueda llegar una mujer al poder. Al final no es lo mismo que un hombre gobierne un país donde hay más de 10 feminicidios al día, que una mujer que se puede poner más en esos zapatos”, dice.
Debido a la inequidad que México sufre, Gálvez explica que a las candidatas también pudieron haber sufrido esta parte en la política y para llegar a donde están hoy en día. “Creo que eso puede ser que ayude a que ellas tengan una mejor visión de cómo manejar al país”, asevera.
Servidoras públicas
Por su parte, Raquel —que prefirió no dar su nombre real— cree que el que sean mujeres no debe ser el enfoque más importante de sus gobiernos, sino que se les debe exigir como a cualquier otro futuro mandatario. “Hay que pensarlas como profesionales y servidores públicas sin importar su género. Hay que pensar de dónde vienen y cuál es su trayectoria”, argumenta. “Siempre hay que mirarlo transversalmente con todas las variantes que afectan a toda persona”.
La candidata presidencial del oficialismo Claudia Sheinbaum, participa en un acto de campaña en la ciudad de Puebla (México)
Aunque en desacuerdo entre ellas, todas están poco convencidas al 100% de uno u otro partido. No obstante, saben que este 2 de junio votarán por Claudia Sheinbaum. “Quizá en comparación con los otros candidatos, ella ha tenido una trayectoria más completa. También se trata de cómo lo desempeña y creo que sí llega un punto en que no solo se trata de tener afinidad con la población, sino que una figura política, asimismo, tiene que estar preparada ante muchas circunstancias”, dice Guzmán.
“Nunca más”
Gálvez dice que Sheinbaum dista mucho de una candidata ideal para ella, pero que prefiere votar por este partido que por cualquiera de los otros de la coalición del PRI-PAN-PRD. “Al igual que muchos mexicanos, no estoy dispuesta a votar nunca más por esos partidos —o no por ahora— porque han sido el peor cáncer que ha tenido nuestro país. Tampoco es que Morena sea lo mejor que ha pasado, ni mucho menos, pero las propuestas que ha dado Sheinbaum me han parecido mejores”.
Martínez por su parte, explica que el futuro del país no se puede dejar solamente a una persona, pero que la participación ciudadana puede llevar a algún cambio. “Sheinbaum va a seguir en la línea de militarizar el país y mientras esté el Ejército en las calles, la situación de fondo en materia de violencia no va a cambiar. Pero creo que es necesario votar porque queramos o no va a haber alguien gobernando con nuestros impuestos. Hay alguien que va a ocupar ese lugar en el aparato de Estado entonces mejor que sea lo menos peor”, concluye.