Esta semana es decisiva para la Unión Europea, ya que hoy se ha confirmado su nuevo Parlamento, incluyendo la votación para su presidente. Y aunque todo apunta a que esta legislatura tendrá una cúpula muy femenina, con Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión, Kaja Kallas en el antiguo cargo de Josep Borrell, y Roberta Metsola como presidenta de la Eurocámara, las filas del Parlamento serán menos paritarias que en la legislatura anterior.
Elegida por primera vez para el cargo en enero de 2022, Roberta Metsola permanecerá en el cargo durante 2,5 años más después de recibir 562 votos a favor.
Se esperaba ampliamente que fuera reelegida, ya que se presentó prácticamente sin oposición. Solo Irene Montero, la exministra de Igualdad de España de La Izquierda, presentó simbólicamente su candidatura contra Metsola. Montero obtuvo 61 votos.
El mandato de cinco años del presidente del Parlamento se ha dividido tradicionalmente en dos entre los Socialistas y Demócratas (S&D) de centroizquierda y el EPP de centroderecha. Cuando llegue el momento de que los S&D elijan un sucesor para Metsola, las opciones incluyen a Iratxe García de España, líder del grupo S&D en el Parlamento, o una figura destacada dentro del Partido Democrático de Italia, que es la fuerza más grande en el S&D.
Antes de la votación, Metsola reflexionó sobre su infancia como una “mujer que creció en una isla en nuestro mar Mediterráneo”, que veía la UE como un lugar de altos estándares, oportunidades y potencial ilimitado, y que luego hizo el viaje “improbable” al corazón de la política europea.
Prometió un “liderazgo fuerte” y seguir presionando por el derecho del Parlamento a iniciar legislación. “Esta debe ser una Cámara que no tenga miedo de liderar y cambiar”, dijo, rindiendo homenaje al difunto expresidente David Sassoli. “Nunca rehuiré tomar las decisiones difíciles”, añadió.
Se trata del mejor resultado de toda la historia obtenido por un candidato a presidente del Parlamento Europeo. Ademas, Metsola es la a primera mujer en la historia que consigue ser re-elegida Presidenta para dos mandatos consecutivos. Y tambien es la mas joven en presidir el Parlamento Europeo en toda la historia.
Por otra parte, la proporción de mujeres en el Parlamento Europeo ha disminuido por primera vez en la historia, mostrando un 38,75 % de mujeres entre los 720 eurodiputados recién elegidos que se reunirán en Estrasburgo para la primera sesión plenaria de la 10ª legislatura. Este es el primer descenso desde que comenzaron las elecciones para el Parlamento Europeo en 1979, lo que representa una reducción de solo el 1 %, pero marca el fin de una tendencia ascendente hacia la paridad. En 2019, hubo un 40 % de mujeres eurodiputadas, cifra que se acercaba a la igualdad pero aún quedaba lejana. Esta vez, solo habrá 281 entre los 720 eurodiputados.
Imagen aérea del Parlamento Europeo en el momento en que habla la presidenta Roberta Metsola
Según las cifras, los únicos grupos paritarios son el de los Verdes y el de la Izquierda, con un 50 % de representación para cada uno de los sexos. Después estarían los liberales de Renew, con un 43,75 % de mujeres, seguidos de los Socialdemócratas (S&D), con 43,38 %. El Partido Popular Europeo (EPP) tiene un 35,36 % de mujeres, y el de los Reformistas y Conservadores Europeos, 24,39 % (ECR). Aún no hay ningún grupo con más mujeres que hombres.
La disminución femenina se debe en parte a los resultados electorales que vieron una reducción en los escaños de los grupos Verdes, Renew y S&D, mientras que solo el grupo de La Izquierda aumentó su número de eurodiputados en el ala izquierda del hemiciclo. En contraste, el EPP y ECR ganaron escaños, al igual que las fuerzas euroescépticas de extrema derecha que ahora forman dos grupos: Patriotas por Europa y Europa de Naciones Soberanas.
Por otra parte, el país que más eurodiputadas mujeres ha aportado es Suecia, con un 62 % de representación, mientras que Finlandia cuenta con un 60 %. Francia tiene un 52 %, y España no queda mal con un 49,18 %.
Welcome to @Europarl_EN's Tenth Legislature 🇪🇺 pic.twitter.com/h8rBbqR2QJ
— Roberta Metsola (@EP_President) July 15, 2024
Además, en esta décima legislatura, más de la mitad de los eurodiputados (54 %) están comenzando sus mandatos por primera vez, de acuerdo con las estadísticas proporcionadas hoy por la Eurocámara. La edad promedio de los eurodiputados es de 50 años, con una variación que va desde los 77 años del más veterano hasta los 23 de la más joven: se trata de Lena Schilling (Verdes), de Austria, como la más joven, mientras que Leoluca Orlando (Verdes), de Italia, es el más veterano.
Repartir a los eurodiputados
La Unión Europea asigna el número de eurodiputados a cada país miembro basándose en la población de cada uno, utilizando un sistema conocido como “proporcionalidad degresiva”. Este sistema busca equilibrar la representación de los ciudadanos y asegurar que los países más pequeños no queden subrepresentados, mientras que los países más grandes reciben una mayor representación proporcional a su población. Así, aunque los países con mayor población tienen más eurodiputados, los países más pequeños obtienen más representantes por habitante que los países grandes para garantizar que sus intereses no sean ignorados.
This week, the European Parliament will elect its President for the next two and a half years.
The @EPPGroup is convinced that @RobertaMetsola should continue her mission.
She is the face of European democracy.
Watch⤵️#EUelections2024 pic.twitter.com/QgJwiDFbcW
— EPP Group (@EPPGroup) July 15, 2024
Los tratados de la UE establecen límites mínimos y máximos de representación: cada país miembro tiene derecho a un mínimo de 6 eurodiputados y un máximo de 96. Estos límites ayudan a evitar una representación excesiva o insuficiente en el Parlamento Europeo. La distribución de los eurodiputados se revisa periódicamente para reflejar cambios demográficos y las ampliaciones de la UE, con la última revisión significativa realizada en 2018, antes de las elecciones al Parlamento Europeo de 2019. Este enfoque busca un equilibrio entre una representación justa basada en la población y la protección de los intereses de los países con menos habitantes, asegurando así una representación equitativa en el Parlamento Europeo.