La conmoción ha inundado la India tras conocerse el desenlace de uno de los casos más desgarradores del país en los últimos años: el fallecimiento de Chetna, la niña en el pozo de la India de apenas tres años que llevaba atrapada en un pozo durante diez días. Su historia, marcada por la desesperación, los errores en las operaciones de rescate y el dolor de una nación entera, ha puesto de nuevo en el foco las tragedias recurrentes relacionadas con pozos abandonados en el país.
El pasado 23 de diciembre, Chetna, mientras jugaba junto a su padre a las afueras de la localidad de Kotputli, en el estado de Rajastán, cayó accidentalmente en un pozo de unos 40 metros de profundidad. A pesar de los esfuerzos iniciales por rescatarla, que lograron elevarla apenas nueve metros, el peligro de derrumbamiento obligó a los equipos de rescate a desistir de métodos rudimentarios y a optar por la construcción de un túnel paralelo. Este evento conmocionó a la nación y generó una ola de solidaridad y esperanza que, tristemente, se desvaneció con el paso de los días.
Un rescate plagado de obstáculos
El caso de la niña en el pozo de la India ha llamado la atención por las complejidades del rescate. Aunque los equipos lograron suministrarle oxígeno mediante una tubería, el operativo se enfrentó a múltiples desafíos técnicos. El túnel excavado inicialmente por la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres (NDRF, por sus siglas en inglés) resultó erróneo tanto en dirección como en tamaño. Eso provocó demoras críticas en la operación. Este fallo técnico, junto con las dificultades inherentes al terreno y la profundidad del pozo, terminaron por sellar el trágico destino de Chetna.
Breaking News: चेतना को बोरवेल से निकाला बाहर #SBDigital #Kotputli #BreakingNews #Chetna #BorewellRescue #SachBedhadak #RajasthanNews @SDRFRaj @NDRFHQ @SpktpBehror @DmKotputli_B @RajGovOfficial pic.twitter.com/qWFOyASZCB
— Sach Bedhadak (@SachBedhadak) January 1, 2025
El 24 de diciembre, apenas un día después de su caída, las esperanzas comenzaron a desvanecerse. Según los rescatistas, la niña dejó de dar señales de movimiento esa tarde, lo que incrementó la preocupación por su estado de salud. Sin embargo, los esfuerzos no cesaron. El equipo continuó excavando en un intento desesperado por alcanzarla con vida.
El trágico desenlace de la niña en el pozo de la India
El desenlace llegó ayer, 1 de enero, cuando los rescatistas finalmente lograron recuperar el cuerpo sin vida de Chetna. Según Chetanya Rawat, jefe de los servicios médicos de Kotputli, los médicos intentaron reanimarla en múltiples ocasiones. Pero todos los esfuerzos resultaron infructuosos. La noticia del fallecimiento de la niña en el pozo de la India se propagó con rapidez, dejando un sentimiento de impotencia y desconsuelo en la población.
Este caso ha despertado múltiples críticas hacia las autoridades locales y los equipos de rescate por la gestión del operativo. Muchas voces han señalado que la falta de preparación y coordinación adecuada podría haber sido determinante en el desenlace fatal de la operación. Además, se ha puesto en evidencia la necesidad urgente de abordar el problema de los pozos abandonados, que representan un riesgo constante en muchas zonas rurales del país.
El caso de la niña en el pozo de la India no es un hecho aislado. En los últimos años, el país ha registrado numerosos incidentes similares, muchos de los cuales también han tenido desenlaces fatales. Estos pozos, a menudo excavados para extraer agua en zonas rurales, suelen quedar abandonados y sin medidas de seguridad, convirtiéndose en trampas mortales para los niños que juegan cerca de ellos.
En 2006, el caso de Prince, un niño de seis años que cayó en un pozo en el estado de Haryana, captó la atención mediática a nivel nacional e internacional. A diferencia de Chetna, Prince fue rescatado con vida después de pasar 48 horas atrapado. Sin embargo, desde entonces, se han documentado decenas de incidentes similares. Lo que pone de manifiesto la falta de medidas preventivas efectivas por parte de las autoridades.