Escalada en Oriente Medio

El temido arsenal de Hizbulá en Líbano

La milicia chií responde a la lluvia de ataques israelíes con el lanzamiento de su primer misil balístico y aboca a Líbano al abismo

HIzbulá
Soldados de Hizbulá en Beirut Efe

La guerra entre Israel y Hizbulá entró en una nueva fase que empuja a la región a lo desconocido. La lluvia de bombardeos israelíes en todo el territorio libanés de este miércoles, una operación de “gran envergadura” y con 280 objetivos alcanzados según los responsables del Tzahal, fue respondida en la mañana con el lanzamiento, por primera vez, de un misil balístico por parte de la milicia chií contra Israel. Según Hizbulá, el proyectil fue dirigido contra el cuartel general del Mossad en respuesta a los “responsables de los asesinatos de dirigentes” y “de la explosión de los buscas y los walkie-talkies la semana pasada en el sur y el este del país, además de en el suburbio de mayoría chiita de Beirut, Dahiyeh.

Aunque principalmente los ataques israelíes se produjeron en el sur, donde se concentra el mayor número de localidades de mayoría chií y, por tanto, de simpatizantes de Hizbulá y en el valle de la Becá, en el este, las FDI también golpearon zonas del centro del país -lugares inéditos hasta ahora- donde hay presencia chií y de la organización prorainí.

Los restos de un bombardeo israelí en Jiyeh, al sur del Líbano este miércoles

Las fuerzas israelíes golpearon el miércoles dos pequeñas localidades chiíes de la demarcación de Kesruán, cerca de Biblos, y otra zona de mayoría chií en la región del Chuf, al sur de Beirut y administrativamente en la demarcación de Monte Líbano (a una distancia de 60 kilómetros de la línea azul). En la víspera, en la noche del martes al miércoles, Israel atacó un supuesto almacén de municiones de Hizbulá en la localidad de Saadiyate, también con un alto número de chiitas, en la comarca de Chuf y dos decenas de kilómetros al sur de Beirut.

El balance de las operaciones israelíes este miércoles vuelve a dejar un alto coste en vidas humanas: al menos 51 muertos y más de 220 heridos, según el Ministerio de Sanidad libanés. Los bombardeos de lunes y martes dejaron cerca de 600 muertos, entre ellos medio centenar de niños, y miles de heridos. Además, según Naciones Unidas, desde el lunes hay 90.000 desplazados internos en el país.

ISrael

Varias personas inspeccionan la zona próxima a un edificio dañado tras las incursiones israelíes en Yiya

La respuesta de Hizbulá a los intensos bombardeos israelíes fue el lanzamiento de decenas de cohetes, incluido el misil balístico –concretamente un modelo Qader– dirigido a Tel Aviv. Para uno de los portavoces militares de Israel, Nadav Shoshani, el ataque llevado a cabo por la organización proiraní constituye una “escalada”. Además, la milicia liderada por Hassan Nasrala ha reivindicado hoy haber alcanzado el norte de la ciudad de Haifa, sin que desde Tel Aviv se haya reconocido ninguna baja civil o militar. Israel asegura haberlo interceptado. Las sirenas han sonado también en Netanya, localidad costera situada al norte de Tel Aviv.

El arsenal de Hizbulá

El grupo cuenta con una tropa de entre 20.000 y 25.000 combatientes a tiempo completo, con otras decenas de miles en las reservas. Según la inteligencia israelí, la unidad de élite Radwan de Hizbulá destaca especialmente por su destreza en combate. Cuenta con varios miles de agentes muy bien entrenados, algunos de los cuales tienen experiencia operativa en la guerra civil siria.

Las capacidades armamentísticas de Hizbulá son similares a las de un ejército regular de un país de tamaño media. Cuenta con más de 150.000 cohetes y misiles, incluidos los cohetes Fajr-5 y Zelzal-2 de fabricación iraní. Es el actor no estatal más poderoso del mundo. Así, cuenta con 400 cohetes y misiles de largo alcance (180-700 km), centenares de misiles guiados de precisión (70-250 km), 4.800 cohetes de medio alcance (40-180 km), 65.000 cohetes de corto alcance (20-40 km) y unos 140.000 morteros. Asimismo, la milicia chíi posee 17 sistemas de misiles aire-superficie, alrededor de 100 misiles antibuque, con un alcance de 200 km y cientos de vehículos aéreos no tripulados, con un alcance de unos 400 km.

¿Invasión terrestre?

En consecuencia, los mandos de las Fuerzas Armadas israelíes prometen seguir aumentando la dureza de los bombardeos y sugieren ya abiertamente la preparación de una operación terrestre –hay miles de soldados en el norte del país aguardando órdenes del Estado Mayor- en el sur de Líbano.

Israel

Soldados israelíes junto a tanques esperando ser transportados tras un día de entrenamiento en el centro de los Altos del Golán anexionados por Israel

Si hasta hace poco los especialistas daban como poco probable una incursión israelí en territorio libanés, la posibilidad de una operación terrestre de las FDI en el sur -el objetivo de Tel Aviv es forzar a Hizbulá a retirarse por encima del río Litani- gana enteros en las últimas horas. A primera hora de la tarde de ayer, el máximo responsable de la región norte del Ejército israelí, Uri Gordin, aseguraba que la guerra contra Hizbulá había entrado en “una fase diferente” y que sus tropas debían prepararse para una “maniobra terrestre”, según se hacía eco el diario Haaretz.

“La operación ha comenzado con un golpe muy importante a las capacidades de Hizbulá”, afirmó Gordin. “A la luz de los precedentes, debemos modificar la situación en materia de seguridad. Debemos estar muy bien preparados para una maniobra y para la acción”, zanjó el citado responsable militar israelí. Nadie sabe cuándo podría producirse una eventual invasión terrestre, pero sí que no comenzará sin que las fuerzas israelíes vuelvan a golpear con dureza a Hizbulá en Líbano. Desde Beirut el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berry, aseveraba que las próximas 24 horas serán decisivas para la posibilidad de que Israel y Hizbulá puedan alcanzar una tregua, todavía más un rumor a esta hora que un asidero para los libaneses.

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