El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha ordenado este sábado al Gobierno del país norteamericano que suspenda las expulsiones amparadas en la llamada Ley de Enemigos Extranjeros, del año 1798, que emplea la Casa Blanca para encarcelar en El Salvador a inmigrantes irregulares acusados de pertenencia a organización terrorista.
“Se ordena al Gobierno no trasladar a ningún miembro de la supuesta clase de detenidos desde Estados Unidos hasta nueva orden de este Tribunal”, reza la orden del Supremo.
Esta afecta particularmente a los detenidos ahora mismo en el centro de detención de Bluebonnet, en el norte del estado de Texas, acusados de formar parte de la organización criminal Tren de Aragua. Al declarar a esta organización como entidad terrorista, la Administración Trump argumenta que acabó facultada para aplicar esta ley, redactada en el siglo XVIII.
Solo se ha invocado en tres ocasiones anteriores en la historia de Estados Unidos, la más reciente durante la Segunda Guerra Mundial para recluir a civiles estadounidenses de origen japonés en campos de internamiento.
La Administración Trump acabó empleando la ley para expulsar “en caliente” a los inmigrantes que identificaban como miembros de esta organización criminal, independientemente de su estatus migratorio y sin cumplir el protocolo necesario.
Megacárcel de El Salvador
La Corte Suprema emitió un fallo la semana pasada que permite continuar con las expulsiones a una megacárcel en El Salvador solo si se notifica el traslado a aquellos que van a ser deportados y se les da un “tiempo razonable” para apelar la decisión.
El Gobierno estadounidense llegó a un acuerdo con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, para poder enviar a migrantes detenidos en EE UU hacia el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), una prisión de máxima seguridad sobre la recaen denuncias de abusos a los derechos humanos. En total, EE UU ha enviado a más de 200 migrantes, en su mayoría venezolanos, a esta cárcel.