En un caso sin precedentes que ha capturado la atención de Vietnam y del mundo entero, Truong My Lan, una prominente figura del sector inmobiliario de 67 años, se encuentra en el centro de uno de los mayores escándalos de fraude bancario en la historia reciente. Acusada de saquear el Saigon Commercial Bank con una suma astronómica de 44.000 millones de dólares durante más de una década, su juicio es el epicentro de una tormenta mediática y judicial que revela las profundidades de la corrupción en el país. La historia parece sacada de un guion de Hollywood. Podríamos estar delante del robo del siglo.
El caso de Truong My Lan: un fraude de proporciones bíblicas
Truong My Lan y el ecosistema de Van Thinh Phat
Más allá del aura de éxito y opulencia, Truong My Lan se enfrenta a acusaciones devastadoras. Unas acusaciones que podrían conducirla a la pena de muerte en Vietnam. Los fiscales alegan que, mediante un entramado de empresas fantasma y testaferros, logró apropiarse indebida y masivamente de fondos del Saigon Commercial Bank. Unas sumas que ascienden a 44.000 millones de dólares. Estos actos no solo representan un asalto financiero a gran escala, como no se veía nunca en el país asiático. También dejan al descubierto las vulnerabilidades y lacras de un sistema plagado de corrupción. El caso está levantando ampollas. Reabre viejas heridas y debates públicos.
A través de una red cuidadosamente orquestada, Truong My Lan presuntamente dirigió la aprobación de cientos de préstamos hacia sus empresas, constituyendo el 93% de los préstamos del banco. Los detalles son asombrosos. En un lapso de tres años, se dice que retiró más de 4.000 millones de dólares en efectivo. Una fortuna que requería una logística extraordinaria solo para su almacenamiento físico. Durante tres años, la multimillonaria de Vietnam tuvo que planificar el día a día de retiradas masivas de dinero. La ejecución del plan se asemeja a los actos del crimen organizado. Es la mafia, pero con el rostro de una multimillonaria.
La campaña anticorrupción de Vietnam: “Hornos Ardientes”
El juicio de Truong My Lan no es un evento aislado dentro de Vietnam. De hecho, es el capítulo más reciente y dramático de la campaña anticorrupción “Hornos Ardientes”, liderada por el secretario general del Partido Comunista, Nguyen Phu Trong. Con un enfoque casi quirúrgico en la erradicación de la corrupción, Trong ha puesto su mira en los altos funcionarios. Lo que ha resultado en renuncias y encarcelamientos a niveles sin precedentes. Este caso simboliza su intento por purificar el tejido político y económico del país de una amenaza que considera existencial. Sin embargo, nadie imaginaba las cifras que manejaba esta multimillonaria en términos de corrupción.
La corrupción en Vietnam, especialmente en el sector inmobiliario, es un fenómeno profundamente arraigado dentro del país asiático. Las revelaciones del caso de Truong My Lan ponen de manifiesto un sistema donde el acceso a recursos estatales y la acumulación de riqueza dependen en gran medida de las conexiones políticas. La acusada, con su impacto en el sector inmobiliario de Ho Chi Minh, ejemplifica cómo estas dinámicas han permitido a individuos poderosos operar con impunidad. Al menos, hasta la fecha. La puesta en marcha y consolidación de los “Hornos Ardientes” podría cambiar ese mal endémico de la nación vietnamita.
El proceso judicial: un espectáculo sin precedentes
Truong My Lan, visiblemente demacrada durante su juicio (VTC News)
Con 2.700 testigos, 10 fiscales estatales y más de 200 abogados implicados, el juicio a Truong My Lan se despliega con una escala y un escrutinio sin paralelo en la historia de Vietnam. Las pruebas, contenidas en 104 cajas de seis toneladas de peso, y los 85 acusados junto a Lan, reflejan la complejidad y gravedad del caso. Estamos delante de un espectáculo sin precedentes. Ni siquiera Netflix podría haber imaginado algo similar.
La cobertura mediática, alimentada por detalles minuciosos proporcionados por las autoridades, ha generado una oleada de indignación pública en Vietnam. La imagen de Truong My Lan en el tribunal, visiblemente demacrada, contrasta fuertemente con su previa apariencia pública, simbolizando su caída en desgracia. Sin embargo, el caso también genera interrogantes sobre cómo fue posible que este esquema continuara sin ser detectado durante tanto tiempo. Ahora, la multimillonaria se enfrenta a una pena de muerte que echará aún más leña al fuego de los “Hornos Ardientes”.