Tras un extenso y personal debate en el Parlamento británico en el que los diputados se han mostrado tanto a favor como en contra de la muerte asistida, ha llegado el momento de la votación. La expectación era máxima y centenares de detractores y simpatizantes de este proyecto de ley se han manifestado en los alrededores de Westminster.
En ocasiones anteriores, los parlamentarios británicos han rechazado legalizar la muerte asistida. Esta vez, la proposición de ley presentada por la diputada laborista Kim Leadbeater ha sido aprobada con 330 diputados a favor y 275 en contra.
El primer ministro británico, Keir Starmer, dio libertad de sufragio a los laboristas debido a lo sensible y personal que es esta cuestión. Dentro del Partido Laborista, 234 votaron a favor mientras que 147 han rechazado el proyecto de ley. El propio Starmer ha respaldado la propuesta de Leadbeater.
También el Partido Conservador ha tenido libertad de conciencia a la hora de votar. 23 diputados “tories” han votado a favor de la muerte asistida.
¿En qué consiste el proyecto de ley?
El llamado proyecto de ley sobre adultos con enfermedades terminales (final de la vida) otorgaría a los mayores de 18 años residentes en Inglaterra y Gales que lleven 12 meses registrados en un médico de cabecera y a los que se les haya diagnosticado una enfermedad terminal el derecho a poner fin a su propia vida si se prevé que les quedan menos de seis meses de vida.
En declaraciones a la BBC, el laborista Andrew Slaughter -diputado por Hammersmith y Chiswick- explicó que la votación es un “resultado significativo” y demuestra que los diputados “lo han pensado muy detenidamente”.
Slaughter recordó que la votación de este proyecto de ley no supone la aprobación del mismo, pues es sólo la primera de las muchas fases que tendrá que recorrer esta legislación. En opinión del diputado británico, ahora hay que revisar la propuesta “línea por línea” y los parlamentarios deben “sentarse y mejorarla”.
Como recuerda la agencia EFE, este texto proseguirá su trámite parlamentario, con la presentación de enmiendas y escrutinio en la Cámara de los Lores (alta), previo a un voto final que aún tardará meses.