Terremoto político en Francia

Macron: “No quiero entregarle las llaves del poder” a Le Pen

¿Debilidad real o jugada de póker? Macron se fía al incierto "cordón sanitario" para no brindar el Gobierno a la ultraderecha de Le Pen. El mandatario galo pide una alianza con centristas y moderados para derrotar al partido favorito en los sondeos

Marine Le Pen / Emmanuel Macron KiloyCuarto

Emmanuel Macron, antiguo banquero de negocios apodado como ‘El Mozart de las Finanzas’, sabe que uno se juega mucho cuando está al filo de la navaja. La drástica decisión de este domingo de adelantar las legislativas, al término del varapalo histórico que le propinó la ultraderechista lepenista, puede leerse como un gesto de desesperación o como una jugada de póker. En todo caso, lo que queda claro es que deja a Francia en la incertidumbre a un mes de los Juegos Olímpicos, que el propio Macron pretendía que fuesen la vitrina del país en el mundo.

La inquietud se palpa en Francia. La Bolsa de París abrió con una notable caída de más del 2%, la prensa y los sindicatos están alarmados ante la perspectiva de unos comicios para la Asamblea Nacional (30 de junio y 7 de julio) que den a la Agrupación Nacional de Le Pen una mayoría de los 577 diputados en juego.

Macron

El presidente francés, Emmanuel Macron

Ante esa perspectiva, Macron, quien constitucionalmente es el encargado de nombrar al primer ministro, podría verse abocado a dar las riendas al delfín de Marine Le Pen, Jordan Bardella, quien logró el 30% de los votos el 9-J, un triunfo sin parangón desde hace 40 años en unas europeas.

El actual presidente, cuyo mandato que acaba en 2027 no está en juego, ha podido dar a entender, con su decisión, que la llegada de los lepenistas es irremediable.

Joan Bardella y Marine Le Pen - Internacional

Joan Bardella y Marine Le Pen celebran el éxito de la RN en las Elecciones Europeas

¿Acaso la estrategia de Macron se inspira en lo que hizo Pedro Sánchez en junio de 2023, cuando convocó elecciones anticipadas tras el batacazo socialista? Puede ser que sí. Pero la diferencia es que la ultraderecha francesa está mucho más asentada que la española.

Con un dominio de las redes sociales y la comunicación, la francesa logra reunir apoyo en torno a sus figuras más conocidas, Le Pen y más recientemente Bardella. Lo mismo no se verifica en otros partidos, más basados en programas que en personajes. Asimismo, el Gobierno galo también está más fragilizado que el de Sánchez de 2023. La lista apoyada por Macron en las europeas ha perdido 2 millones de votos en 5 años.

Rueda de prensa

De ahí que en una esperada rueda de prensa este miércoles, Macron haya propuesto ampliar la base de la que ha sido su mayoría liberal como respuesta a los dos bloques que incluyen a la extrema derecha y la extrema izquierda de cara a las elecciones legislativas anticipadas. El presidente hizo un llamamiento a los moderados y centristas para unir fuerzas.

“Estamos en un momento histórico para nuestro país“, afirmó Macron. “Todo el mundo ve subir las aguas de la extrema derecha. Todo el mundo dice que (Macron) les entregará las llaves del poder. No quiero entregarles las llaves del poder en 2027”, ha asegurado.

Macron se centró en atacar, por un lado, las propuestas de la ultraderechista Agrupación Nacional de Le Pen, a quien el presidente del conservador de Los Republicanos, Éric Ciotti, ha propuesto una alianza; y por otro de la coalición de partidos de izquierda y ecologistas que incluyen a La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon.

“La derecha está estableciendo una alianza con la extrema derecha. Los conservadores están dando la espalda a la herencia de De Gaulle, Chirac y Sarkozy», aseveró el mandatario galo.

Preguntado sobre cómo revertir los resultados del domingo en las legislativas, dentro de sólo tres semanas, Macron reconoció que no hay “recetas milagro”, pero que ha presentado “elementos de apertura” y que confía en que los franceses tomen conciencia de lo que está en juego: “En las elecciones legislativas, no basta con decir no. Hay que decir quién va a gobernar”, indicó en declaraciones recogidas por la agencia EFE.

Cansancio del “cordón sanitario”

Otro obstáculo es el cansancio del conocido como ‘cordón sanitario’ contra los Le Pen (primero el padre Jean-Marie y luego su hija) por el que todos los partidos se unen en el segundo turno contra los ultras. Ese movimiento tuvo su auge en las presidenciales de 2002, cuando la izquierda votó “con una pinza en la nariz” la lista del conservador Jacques Chirac contra Le Pen padre.

En la última década, el voto útil se ha ido debilitando. Primero, porque muchos conservadores se han ido al campo de la extrema derecha. Después, parte del cordón (formado por los republicanos, socialistas e izquierdistas radicales) se siente cansada de ser siempre instada a apagar el incendio dando un voto de confianza a Macron.

¿Qué hará la izquierda?

El ejemplo más notorio fue la decisión de La Francia Insumisa (LFI) en la segunda vuelta de las últimas presidenciales, cuando el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, candidato en el tercer puesto, no declaró un apoyo claro a Macron. En el reverso de la moneda, algunos macronistas y conservadores consideran a una parte del LFI tan “infrecuentable” como los lepenistas.

Así, las elecciones legislativas se presentan especialmente propicias para la Agrupación Nacional, que desde 2022 ya era la principal fuerza opositora. Si Macron pierde la batalla, un Bardella como primer ministro dará una proyección sin precedentes para Le Pen en las presidenciales de 2027.

Popularidad en caída

La popularidad de Macron, electo a los 39 años el presidente más joven de Francia con un discurso europeísta y renovador, ha sufrido duros golpes. Tachado por la oposición de autoritario, soberbio y lejos de la realidad de la Francia rural, él vio cómo su apoyo menguó con la crisis de los chalecos amarillos el 2018 y con la agrícola de inicios de 2024. El último revés de grandes proporciones fueron los conflictos sangrientos en la Nueva Caledonia tras decidir cambiar las reglas electorales del archipiélago sin consenso con la etnia local kanake. Dentro de las medidas impopulares de su mandato, están también la reforma de pensiones y del audiovisual.

Aunque la ultraderecha gana terreno, hay todavía una buena parte de electores que no se declaran políticamente extremistas. En cambio, la mayoría califica al gobierno de Macron de ineficaz para lidiar con los problemas del país. La alta tasa de inflación, la caída del poder de compra y la crisis energética lo atribuyen a la gestión macronista, mientras que Le Pen ha sabido hacer de estos problemas una bandera propia.

Fue así que la Agrupación Nacional, antes arrinconada a la Francia agrícola, logró alcanzar una amplia cobertura en todo el país. Bardella ha ganado en 93% del territorio francés. París, capital de los Juegos Olímpicos, de momento resiste a la oleada populista.