El insólito caso de Rubby Pérez y la salvación de su hija en la discoteca Jet Set

Zulinka pidió a su padre, Rubby Pérez, que la sustituyera en un concierto en la discoteca donde él acabó muriendo

La tragedia en la discoteca Jet Set, en República Dominicana, ha sacudido profundamente a la comunidad artística y a todo el país. Entre las víctimas se encuentra el legendario merenguero Rubby Pérez, una figura insustituible del género que murió tras el colapso del techo del recinto. Su hija, Zulinka Pérez, también cantante y corista de su orquesta, logró sobrevivir en un giro del destino que ha estremecido al mundo del espectáculo.

Una noche fatídica para Rubby Pérez y su orquesta

Todo ocurrió la noche del lunes 8 de abril. Rubby Pérez estaba sobre el escenario, acompañado por su orquesta, cuando el techo de la famosa discoteca Jet Set se desplomó de forma repentina. Cerca de 113 personas murieron y más de 150 resultaron heridas. Entre el caos, Zulinka Pérez logró salvar su vida, aunque estuvo a centímetros de compartir el destino trágico de su padre.

Zulinka, hija y corista de Rubby Pérez, había sido operada recientemente. Pese a todo, decidió subir al escenario para acompañar a su padre en lo que sería su última actuación. “La gente estaba pidiendo De color de rosa. Yo le dije: ‘Papi, ayúdame’ y me pidió que me quedara en mi micrófono”, relató. Esa distancia fue la que probablemente le salvó la vida.

Las escenas posteriores han dado la vuelta al país y al mundo. En un vídeo viral, se puede ver a Zulinka derrumbándose al recibir la confirmación de la muerte de Rubby Pérez. Su reacción es sobrecogedora. “No, no, no”, grita entre sollozos. La grabación ha conmovido a millones de personas, incluidos quienes estuvieron presentes en el lugar de la tragedia.

El nombre de Rubby Pérez ha inundado redes sociales y medios de comunicación. Las lágrimas no han sido solo por la pérdida de un artista, sino por la historia humana y familiar detrás de su despedida. La tragedia de Jet Set ha sido, también, el capítulo más doloroso en la vida de su hija, testigo directo del derrumbe y superviviente del horror.

Una señal de esperanza que no se concretó

Horas antes de confirmarse la muerte de Rubby Pérez, su hija mantenía la esperanza. A los medios, les decía que su padre seguía con vida bajo los escombros. “Él está dentro y esperamos en Dios que se recupere pronto. Se puso a cantar para que pudieran escucharlo y encontrarlo”, declaró con una mezcla de fe y angustia.

Esa imagen de un Rubby Pérez atrapado, pero aún con fuerzas para cantar con la intención de ser localizado, quedará grabada en la memoria colectiva. Lamentablemente, la esperanza se desvaneció con la confirmación de su fallecimiento, cerrando así una historia que duele por su carga simbólica y emocional.

La muerte de Rubby Pérez, conocido como “La voz más alta del merengue”, representa una pérdida irreparable para la música dominicana y latinoamericana. Sus canciones marcaron a generaciones enteras. Temas como Volveré, Enamorado de ella o De color de rosa son himnos que forman parte del alma del Caribe.

Además de su legado artístico, Rubby Pérez era un hombre querido por sus colegas y por el público. Su carisma, entrega en el escenario y cercanía con la gente lo convirtieron en una figura insustituible. Su partida deja un vacío difícil de llenar.

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