David Pelicot, hijo mayor de Dominique y Gisèle Pelicot, expresó su apoyo a su hermana Caroline Darian, quien sostiene haber sido drogada y abusada sexualmente por su padre, como hizo con su madre. Esta postura del hijo de los Pelicot contrasta con la de su madre, Gisèle, quien ha mostrado reticencia a aceptar las afirmaciones de Caroline.
“Creo a mi hermana”
Durante una entrevista reciente en Sky News, David Pelicot expresó su convicción de que Caroline también fue víctima de su padre, Dominique Pelicot. “Creo a mi hermana. No tengo ninguna duda sobre lo que ella dice”, declaró. Según David, los recuerdos fragmentados y las experiencias traumáticas de Caroline tienen sentido dentro del contexto de los crímenes de su padre. “No es fácil aceptar que tu propio padre haya hecho cosas tan monstruosas, pero a estas alturas ya no podemos negarlo”, afirmó.
David también se refirió al impacto que el caso ha tenido en su familia: “Lo que hemos vivido es la destrucción total de una familia. El juicio no solo es contra mi padre, sino que también es el juicio de una familia aniquilada”.
Gisèle Pelicot a su llegada a los tribunales de Aviñon, Francia
El padre de David Pelicot confesó haber sedado y agredido sexualmente de manera reiterada a Gisèle entre 2011 y 2020, además de invitar a decenas de hombres a su hogar en el sur de Francia para que hicieran lo mismo. Mientras desconocidos abusaban de su esposa bajo los efectos de los sedantes, Dominique los grababa en video. Sin embargo, los crímenes quedaron al descubierto por azar en 2020, cuando fue sorprendido grabando bajo las faldas de mujeres en un supermercado local. Tras descubrir la verdad, Gisèle tuvo que enfrentar la difícil tarea de contarles a sus hijos lo ocurrido.
“Es un momento que quedará grabado en mi memoria para siempre”, expresó David en una entrevista radial, recordando la noche de noviembre de 2020 en la que supo la magnitud de los abusos. Explicó que su madre lo llamó por teléfono y le pidió que buscara un lugar tranquilo, donde pudiera estar solo. Fue entonces cuando le confesó que había sido víctima de violaciones durante años.
“Lo que me contó fue como un tsunami”, recordó David, para después “sentir náuseas que iban en aumento. Cuando colgué el teléfono, sentí como si el suelo se hundiera bajo mis pies, fui al baño y vomité”, agregó.
“El momento en que nos dijeron que había sido abusada por más de 50 hombres fue muy duro de escuchar, porque este hombre (Dominique Pelicot) era el pilar de la familia”, continuó David. “Me había enseñado a respetar a las mujeres, así que cuando supe lo que le había hecho a nuestra madre, siendo el hijo mayor, me llené de ira y de total incomprensión”.
Antes de que empezase el juicio contra su padre, éste le envió una carta. “Lo primero que me pregunté fue: ¿Por qué me escribe? ¿Para disculparse? ¿Para pedir perdón? ¿O para intentar manipularme? Así que leí su carta con atención, pero, sinceramente, la rompí y la tiré a la basura. Personalmente, nunca lo perdonaré.”, admitió.
Una posición que difiere a la de su madre
Las declaraciones de David contrastan con la posición de su madre, Gisèle Pelicot, quien aún no se ha pronunciado firmemente sobre las acusaciones de Caroline. Aunque Gisèle fue la principal denunciante en el caso contra Dominique, todavía se muestra reticente a aceptar que su hija también haya sido una víctima.
“Es difícil para una madre aceptar algo tan horrible”, dijo David en referencia a la postura de su madre. “Pero creo que en algún momento tendrá que enfrentarse a ello”. También reveló que la relación con su madre se ha vuelto tensa: “No estamos en la misma página sobre esto. Pero lo más importante es que la verdad salga a la luz”.
Su hermana, Caroline Darian, ha expresado reiteradamente su frustración ante la falta de reconocimiento de su testimonio. En su libro “Et j’ai cessé de t’appeler papa” (“Y dejé de llamarte papá”), describe los recuerdos difusos que tiene de su infancia y cómo ha llegado a la conclusión de que también fue drogada y abusada por su padre. Sin embargo, al no contar con pruebas tangibles, siente que su voz ha sido ignorada en el juicio.
Caroline Darian, hija de Gisèle Pelicot, a su llegada al tribunal penal donde se juzga a su padre Dominique Pelicot en Aviñón
“Es doloroso que incluso dentro de mi propia familia haya dudas sobre lo que digo”, confesó Caroline. “Pero estoy agradecida de que al menos David me cree y me apoya”.
Dominique Pelicot fue condenado por drogar a su esposa, Gisèle, y permitir que decenas de hombres la violaran mientras ella estaba inconsciente. El juicio, celebrado en Aviñón, resultó en la condena de Dominique a 20 años de prisión, mientras que otros 49 hombres fueron sentenciados a penas que oscilan entre tres y 15 años.