VENEZUELA

El Gobierno y Zapatero chocan en la ‘medalla’ de la operación Edmundo

Tanto el Ejecutivo como el expresidente se arrogan la gestión de asilo. El Gobierno niega contacto con Madura y fuentes cercanas a Zapatero ponen en valor sus mediaciones con el régimen

El expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero (i) se reúne con el presidente venezolano, Nicolás Maduro (d), hoy viernes, 18 de mayo de 2018, en Caracas (Venezuela). EFE/Cristian Hernández

La llegada a España del opositor venezolano, Edmundo González Urrutia, es un marketing que el Ejecutivo español no quiere desaprovechar. Significa la acogida del opositor de Venezuela, que escapa del régimen opresor del presidente venezolano, Nicolás Maduro, que por mantenerse en el poder está causando muertes y detenciones de quien se le ponga por delante tras el 28-J.

Sobre González pesaba una orden de detención, y presentó una solicitud de asilo después de haber estado más de un mes utilizando de residencia la embajada de Países Bajos, han informado desde el Ejecutivo. No es la primera vez que un político venezolano tiene que escapar de Maduro: Leopoldo López, Juan Guiaidó, Antonio Ledezma… Son opositores que han salido del país para sobrevivir en anteriores ocasiones.

Un pastel de cara a la opinión pública difícil de dejar escapar. Así, mientras que el Gobierno niega la participación del ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la acogida al político venezolano, fuentes cercanas al ex presidente no sólo la confirman, sino que la califican como crucial.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, durante sus declaraciones a lo largo del día de ayer, pese a destacar que en distintas ocasiones Zapatero ha jugado un papel muy importante con la comunidad iberoamericana, en esta ocasión ha asegurado que no ha sido así y ha negado la existencia de conversaciones con el presidente venezolano.

Según informan fuentes diplomáticas, la estrategia del dictador siempre es la misma, y es la que también han sufrido Guaidó, López y Ledezma. En cuanto las figuras políticas que se le enfrentan comienzan a alcanzar notoriedad, las acorrala y hostiga hasta que éstas no pueden más y salen del país. Una situación que a él le beneficia y no impide, ya que es consciente de que al cabo de unos años nadie hablará de ellos en Venezuela. En definitiva, se ‘quita de encima’ opositores que antes o después caerán en el olvido.

Aún sin asilo político

A última hora de la noche del domingo, fuentes de Asuntos Exteriores confirmaban a este medio que González aún no disponía de asilo político, pero éste será concedido de manera inmediata por el Gobierno. Los requisitos para acoger a un exiliado son, entre otros,  que peligre su integridad física, que esté en riesgo su vida o que haya un hostigamiento claro por parte del Gobierno del país en el que ejerce su papel político.

En la tarde de ayer, el ministerio informó de que González había aterrizado en España, en un avión de las fuerzas aéreas españolas,  pero su residencia se mantendrá oculta por motivos de seguridad. “El Gobierno de España reitera su compromiso con los derechos políticos y la integridad física de todos los venezolanos y venezolanas, muy especialmente de los líderes políticos”, manifiestan la postura del Gobierno en un comunicado.​

Por su parte, al expresidente socialista le favorece filtrar su mediación en el conflicto. No es la primera vez que saca pecho, ya lo hizo también cuando Leopoldo López abandonó el país caribeño. Una estrategia que le interesa para alejar su relación cómplice con el Gobierno de Maduro. Si silencio tras los resultados de las pasadas elecciones de julio fue muy escuchado a nivel global. De hecho, fue uno de los observadores electorales internacionales que acudió a revisar las garantías democráticas en las pasadas elecciones. Junto a este lavado de imagen beneficia a su vez al presidente venezolano, a quien no le convenía encarcelar al opositor, como él mismo solicitó a través de la fiscalía, dada la presión internacional.