Europa lo ha entendido: tiene que adaptarse al ritmo vertiginoso que imponen los grandes: Estados Unidos, Rusia y China principalmente, si no quiere ser aplastado por la pata del elefante. Víctor Bados, general de brigada y director del Instituto Español de Estudios Estratégicos del CESEDEN, no se anduvo con florituras en una reciente conferencia organizada por el Consejo de Economistas: “Nosotros somos la hierba” que se puede comer el paquidermo.
Mientras desde la Comisión Europea se aboga por una acción conjunta tanto militar como estratégica a través del White paper presentado ante el mundo para ser una alternativa solvente, Pedro Sánchez se detuvo a su llegada a la Comisión este jueves y reprochó a la presidenta, Úrsula Von der Leyen, que se hable de “rearme”, en alusión al Plan Rearmar Europa Preparación/2030. Le gusta más la palabra “seguridad”.
Los equilibrismos del presidente para cumplir con el gasto, aparándose en el crecimiento económico nominal del que disfruta España para destinar partidas a la inversión en Defensa, son analizados por expertos militares en sucesivas conversaciones con este medio, quienes advierten de que, con la amenaza del sur cada vez más presente, la inestabilidad política propicia que no tengamos un plan de Seguridad Nacional ni una estrategia determinada con la que, no sólo presentarnos a Europa, sino ser capaces de defendernos si la situación lo requiere. Porque Rusia no sólo está en Ucrania, donde está el peligro expansionista, sino también en Argelia. En esta situación, y cuando desde la Comisión se alerta de que Putin podría poner a prueba el artículo 5 de la OTAN, según el cual cualquier país miembro invadido debe ser defendido por el resto, eurodiputados del PP afirman que Von Der Leyen -PP europeo- podría cansarse de las palabras que Sánchez prioriza, si no hay una dirección nacional en materia de Defensa.
“Sánchez se está quedando un poco solo, porque España tiene que hacer un esfuerzo especial, y este señor lo que está tratando es de marear la perdiz retrasando el tema y utilizar fondos europeos, no nacionales, y recurrir a una contabilidad creativa para introducir en Defensa gastos que no son de Defensa”, resume un alto cargo de la UE, ex embajador de España en la OTAN. “Pero en Europa esto tiene las piernas muy cortas”.
El nuevo canciller austriaco, Christian Stocker, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa
Sánchez y Von Der Leyen siempre han escenificado buena relación. Y no sólo por la complicidad que se ha evidenciado en fotografías de cumbres europeas: ambos se han apoyado mutuamente en momentos clave: Sánchez en su apoyo para que resultase reelegida presidenta de la Comisión y Von Der Leyen nombrando a Teresa Ribera vicepresidenta de la Comisión como correspondencia a ese apoyo.
“Es bueno que Úrsula Von Der Leyen conozca bien a Sánchez, porque este hombre es Dr Jekyll en Europa y Mister Hyde en España. Eso le ha valido un tiempo pero ahora se tiene que retratar”, ironiza este eurodiputado. “Lo tiene difícil porque tiene un Gobierno muy dividido, un parlamento al que no se atreve ni a llevar los Presupuestos Generales del Estado y una Europa a la que puedes engañarla un tiempo, pero aquí hace falta dinero nacional, habrá también europeo pero hay que contribuir. Sánchez tiene que exhibir todas sus contradicciones y aquí hay pocas bromas”.
Otro eurodiputado que prefiere permanecer en el anonimato relata a este medio una reciente intervención con una alto cargo de la OTAN. “Le he preguntado qué opina de que esta mañana estaban votando los socios de Sánchez que nos saliéramos de la Alianza Atlántica”, informa refiriéndose a la votación en el Congreso de este jueves, en la que la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, ha pedido a Sánchez que España deje de ser un miembro. “Muy diplomáticamente me ha dicho que todos los países de la UE teníamos que ir en la misma línea, ser todos solidarios y firmes, y que tenemos que defender nuestra base y si no es así no habrá el equilibrio que necesita la UE para defenderse y por tanto no puede haber ningún flanco débil”.
Militares en el carro de combate de nuestra misión desplegada en Eslovaquia
A día de hoy, mientras los países europeos presentan sus programas de Defensa en sus Cámaras y buscan el consenso con el resto de los partidos, Sánchez no ha alcanzado ningún acuerdo con el principal partido de la oposición, tiene a las formaciones que integran su gobierno divididas y recurre a fórmulas como la cláusula del Covid de 2021 para flexibilizar las partidas y destinar los ingresos reservados inicialmente a un fin a otro de Defensa, con la baza de los presupuestos prorrogados. “Se va a encontrar con una oposición a esa actitud pusilánime muy fuerte con el resto de los Estados miembros que están dispuestos a defender”, afirma.
Y explica que ya llegamos tarde: “El Gobierno español se está poniendo de lado y no hace nada más que empezar a hacer cuentas del gran capitán para llegar al 2% cuando esta cifra ya la ha superado todo el mundo”, considera. “Alemania acaba de votar para cambiar la Constitución para endeudarse y financiar las inversiones, Francia y Reino Unido están haciendo un gran esfuerzo y nosotros juegos de palabras”. Y concluye: “Teniendo la frontera sur más próxima al continente africano pues es una insensatez por nuestra parte”.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
A su juicio, la presión sobre Sánchez ya no vendría solo por países donde gobierna la derecha, o la Comisión Europea, sino que argumenta que, de los otros dos únicos países en los que gobiernan los socialdemócratas de los 27 que conforman la UE -Dinamarca y Malta-, la inversión en Defensa también está siendo notoria. “Dinamarca, con 5 millones de habitantes, se está armando hasta los dientes”.
Afirma que nadie pensaba que Putin pudiera llegar a invadir Ucrania, y lo ha hecho. “Cuando dicen menos Ejércitos y más hospitales… No están dándose cuenta de que sin Defensa no hay Estado de Derecho”.