016/Ni una más

La ex primera dama de Argentina denuncia a Alberto Fernández por violencia de género

El expresidente de Argentina Alberto Fernández se enfrenta a una acusación por maltrato a su exesposa mientras estaba al frente del gobierno

Fabiola Yáñez
El expresidente argentino Alberto Fernández, denunciado por violencia de género Efe

Durante su Presidencia, Alberto Fernández despertó muchos sentimientos en los argentinos, pero posiblemente nadie fuera de su entorno más cerrado imaginara jamás que podría quedar en una posición como la de este martes: señalado judicialmente por violencia de género. La denuncia la hizo su esposa, Fabiola Yañez. Existen registros visuales que muestran moretones y golpes fuertes perpetrados incluso durante el embarazo de Francisco, el hijo de ambos, que nació en abril de 2022, cuando Fernández todavía era Jefe de Estado argentino.

En una resolución del juez federal Julián Ercolini y mientras comienza la investigación a cargo del fiscal Carlos Rívolo (quien aguarda que Yañez declare próximamente), se determinaron restricciones en el contacto del expresidente con su esposa y el nene de ambos, que actualmente residen en España. Además, por más que en un comunicado negó enfáticamente haber lastimado jamás a ninguna mujer, a Fernández se le prohibió salir de Argentina.

La concepción de la ciudadanía sobre el ex primer mandatario pudo haber sido contrapuesta en estos años, pero nada llevaba a remotamente imaginar este otro personaje, cuya veracidad deberá probarse en la Justicia.

En su mandato, terminado hace apenas siete meses, Fernández fue considerado, por unos, un indeclinable enviado del kirchnerismo que, sí o sí, había que querer, o como se dice en la Argentina, “bancar”. Para otros se reducía a una penosa marioneta de la que fue su Vicepresidenta, la dos veces primera mandataria Cristina Fernández de Kirchner.

Será su carácter tibio o las dificultades que tuvo para aglutinar poder (o, mismo, ambas), pero este miércoles costaba tragar los titulares en los principales sitios de noticias argentinos. En particular, luego de que ya en febrero hubiera recaído sobre los hombros de Fernández una denuncia judicial -conocida como “la causa de los seguros”-, que nada tiene que ver con estos eventos, pero que, de alguna manera, hicieron las veces de trampolín para que pudieran salir a la luz.

Alberto Fernández, dos denuncias y un solo teléfono

En la causa de los seguros, Fernández viene siendo investigado desde febrero por corrupción, luego de supuestamente haber beneficiado con contratos del Estado a Héctor Martínez Sosa, marido de su secretaria privada (María Cantero). Para esta investigación, la Justicia debió revisar el teléfono móvil de ella.

Y ahí estaba el chat de Cantero con Fabiola Yañez. La entonces Primera Dama le compartía comentarios, fotos y algún video que revelan una actuación violenta de parte de Alberto Fernández, todo en la quinta de Olivos, la residencia presidencial donde vivieron entre fines de 2019 y fines de 2023.

Tal como reveló esta semana el periodista de Clarín Claudio Savoia (quien tuvo la primicia), el 26 de junio, el juzgado decidió compartir el material, en forma confidencial, con la Oficina de Violencia de Género de la Corte Suprema de Justicia.

La recomendación de esa dependencia fue citar a Yañez, con quien finalmente se pudo mantener una comunicación virtual. Sin embargo, la exprimera dama mantuvo su posición de no asentar una denuncia contra Alberto Fernández.

El debate por la denuncia de Yañez ante el Ministerio de Mujeres

La noticia de las agresiones vino acompañada de otras afirmaciones que comenzaron a circular por los medios locales. Una de ellas, inquietante, se basó en que, aparentemente, Yañez había buscado ayuda en el ministerio que llevaba los temas de género, pero no había tenido suerte. Es un área que -cabe recordar- el Gobierno de Milei diluyó hace unos meses.

¿Es posible que la hayan desoído? Artículo 14 le hizo esa pregunta a la única persona que lidera un área de políticas de género con rango ministerial en la Argentina actual. Se trata de Estela Díaz, ministra de Mujeres y Diversidad de la provincia de Buenos Aires.

Según afirmó, “las dos ex ministras, tanto Elizabeth Gómez Alcorta como Ayelén Mazzina, han señalado que no recibieron ningún pedido ni consulta por parte de Fabiola Yañez. Tenían una relación institucional y la primera noticia que tienen de esta situación es la que se ha conocido ahora a través de los medios”.

Para Díaz, en cambio, “hay un interés de aprovechar esta situación para una vez más denostar las políticas feministas y entonces hacer circular que ella había pedido ayuda y no fue escuchada. Me parece que es parte de ese mecanismo y es una falsedad total”.

Cuándo hizo la denuncia Fabiola Yañez

Ya difundida la primicia, el lunes se dio un debate mediático que duró todo el día, centrado en si la Justicia podía intervenir o no ante un potencial delito ocurrido en el ámbito privado, dado que estaba señalado nada menos que un ex funcionario público.

Si bien desde el feminismo se suele decir que, aun cuando la mujer no denuncie, la Justicia debería intervenir, las normas argentinas no respaldan esa posición. Era necesario que Yañez fuera a la Justicia y denunciara a Fernández.

Lo hizo. Fue este martes, cuando -siempre desde Madrid- comunicó al juzgado su viraje y pidió desarchivar esa suerte de anexo reservado que había separado el juez que investiga los seguros y que tenía la información sobre las agresiones físicas presuntamente perpetradas por Fernández.

Enigmáticos perfiles de violentos

Díaz se mostró cautelosa a la hora de pensar los eventos de estas últimas horas: “Nuestro posicionamiento es claro: hay que escuchar a las víctimas, que son quienes tienen que tener todo el respeto, y creer en su palabra. Por supuesto, eso no borra el derecho y el principio de inocencia”.

“Hay un proceso abierto y se tiene que trabajar con pruebas e incluyendo la perspectiva de género (N. de la R.: enfoque que el Gobierno actual prohibió para la Administración Pública Nacional) porque además se denuncian hechos que en general ocurren sin testigos. La ponderación de la prueba tiene que tener una mirada sobre cómo se dan las relaciones en la intimidad”, apuntó.

¿Es posible que Fernández sea el violento que, repentinamente, brota en el imaginario popular? Díaz aclaró que “las características de los agresores están muy estudiadas”, pero en los últimos años hubo un giro en las formas de agredir que, a diferencia de esos vínculos de violencia crónica que “empezaban con violencia psicológica y después iban a la patrimonial, la sexual y la física”, entre otras, “ahora son más crueles y repentinas”.

En cualquier caso, nada quita el otro perfil clásico de agresor, que también hay que considerar: “El amable, el macanudo, el gran compañero de trabajo que en el ámbito familiar muestra lo que se conoce como ‘doble fas’ o ‘doble cara’”.

El triste escenario de las políticas de género en Argentina

“Hipócritamente están diciendo ‘los violentos son ellos y no nosotros’”, apuntó Díaz, en alusión a comentarios que, a raíz de esta denuncia, circularon desde sectores libertarios. Agregó que, en líneas generales, no tiene “ninguna expectativa favorable” sobre el futuro de las políticas de género de parte del gobierno nacional.

“Es más, lo que están haciendo ahora en las redes es utilizar este episodio y estas denuncias para seguir bastardeando el feminismo, la institucionalidad y la agenda política. No les interesa nada, ni el Estado, ni los derechos de las mujeres. Negaban y son negacionistas de la violencia por razones de género y no veo que nada de esto les cambie ese posicionamiento”, criticó.

Pero, sin embargo, “la violencia de género existe”, enfatizó la Ministra y, luego, concluyó: “Necesitamos no sólo leyes sino también políticas públicas que garanticen el acceso a los derechos. En todos los sectores sociales y en todas las fuerzas e ideologías políticas, religiosas, culturales”.

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