Es oficial. Donald Trump es el 47º presidente de Estados Unidos. Tras jurar su cargo sobre la Biblia, el magnate republicano se ha dirigido a todos los presentes en su toma de posesión y a todos los estadounidenses en su esperado discurso.
Trump es el segundo presidente de la Historia de Estados Unidos -después del demócrata Grover Cleveland– que pronuncia un segundo discurso de investidura al ser ambos los únicos presidentes con dos mandatos no consecutivos.
“La carnicería estadounidense”
El primer discurso del republicano, en enero de 2017, no dejó indiferente a nadie. En primer lugar, fue el más breve de los últimos 40 años. En segundo lugar, Trump utilizó un lenguaje violento al que no acostumbran a usar los inquilinos de la Casa Blanca. “Esta carnicería estadounidense termina aquí y ahora”, amenazó Trump. Lo cierto es que, su primera ceremonia de investidura dejó en “shock” a muchos. Otros lo calificaron de “surrealista”. El propio expresidente George W. Bush aseguró al terminar la toma de posesión de 2017 que eso había sido “una mierda muy rara”.
Para la de 2025, Trump había prometido ser más conciliador. El magnate aseguró este fin de semana que su discurso ahondaría en “la unidad, la fuerza y la palabra justicia”. Según la prensa local, Trump se apoyó en Ross Worthington y Vince Haley, para elaborar su discurso de investidura, pues ya le habían ayudado durante los alegatos de su exitosa campaña. Según el medio Politico, también ha metido mano en su alocución su “halcón” en política migratoria, Stephen Miller.
“La era dorada de EE UU”
Así, desde el interior del Capitolio, Trump aseveró que “la era dorada de Estados Unidos comienza ahora”. Tras un aplauso, el magnate recién investido continuó: “A partir de hoy nuestro país va a florecer y volverá a ser respetado en todo el mundo. Seremos la envidia de todos las naciones y no permitiremos que se sigan aprovechando de nosotros”.
“Sencillamente, pondré a Estados Unidos en primer lugar”, aseveró. “América será más fuerte, y mucho más excepcional, que nunca”, prometió Trump.
“La Justicia será equitativa. No se usará al Departamento de Justicia como un arma. Eso se va a acabar”, indicó Trump.
“Más grande, más fuerte y mucho más excepcional que nunca”
“Nuestra máxima prioridad será crear una nación orgullosa, próspera y libre”, auguró el presidente. “Estados Unidos será pronto más grande, más fuerte y mucho más excepcional que nunca”, auguró.
Y es que Trump se mostró confiado en el futuro. “Vuelvo a la presidencia optimista, tenemos que aprovechar esta oportunidad como nunca antes”.
“Nuestro Gobierno se está enfrentando a una crisis de confianza”. Durante muchos años, justificó Trump, “un establishment radical y corrupto ha extraído poder y riqueza de nuestros ciudadanos, mientras los pilares de nuestra sociedad yacían rotos y aparentemente incompletos”.
En su opinión, ahora “tenemos un gobierno que no puede gestionar ni una simple crisis en casa, mientras que al mismo tiempo tropieza con un catálogo continuo de acontecimientos catastróficos en el extranjero”.
El declive
“El declive de Estados Unidos ha terminado”, prometió el magnate republicano. “Mi reciente elección es un mandato para revertir completa y totalmente una horrible traición a los ciudadanos estadounidenses”.
Los discursos de investidura suelen pensarse en que perduren en la historia y en el vocabulario de los estadounidenses. Así, famosas frases como “no pienses en lo qué tu país puede hacer por ti. Piensa qué puedes hacer tú por tú país”, salieron de la toma de posesión de John F. Kennedy en 1961.
Trump: “Dios me salvó la vida”
En un tono más personal, Trump confesó que “en los últimos ocho años, he sido puesto a prueba y desafiado más que ningún otro presidente en 250 años de historia, y he aprendido mucho por el camino en el viaje para recuperar nuestra república”.
“Aquellos que desean detener nuestra causa han intentado arrebatarme mi libertad y, de hecho, mi vida…”, recordó Trump, quien en julio sufrió un intento de asesinato y fue rozado por una bala. “Creía entonces, y creo aún más ahora, que mi vida fue salvada por una razón”.
“Dios me salvó para que Estados Unidos sea grande de nuevo”, ha reconocido Trump.
Para Trump, las últimas elecciones de noviembre han sido “las más grandes y de mayores consecuencias de la historia” de EE UU. “Como demostró nuestra victoria, toda la nación se está unificando rápidamente detrás de nuestra agenda con aumentos dramáticos en el apoyo de prácticamente todos los segmentos de nuestra sociedad: jóvenes y ancianos, hombres y mujeres, afroamericanos, hispanoamericanos, asiático-americanos, urbanos, suburbanos, rurales…”, describió el presidente, dando las gracias a todos los votantes.
Lluvia de órdenes ejecutivas
Como ya había prometido, Trump insistió en su discurso inaugural que firmará un sinfín de órdenes ejecutivas de “sentido común”. Es más, tildó este día, este 20 de enero, su toma de posesión, como el “Día de la liberación” en Estados Unidos.
Lo primero que hará, tal y como prometió en campaña, será “declarar una emergencia nacional en nuestra frontera sur”.
“Se detendrá inmediatamente toda entrada ilegal y comenzaremos el proceso de devolución de millones y millones de extranjeros criminales”, adelantó el magnate, quien centró su campaña en la inmigración.
Asimismo, anunció que “terminará con el Green New Deal” y “revocará el mandato de los vehículos eléctricos”, pues esa era otra de sus “promesas sagradas a nuestros grandes trabajadores de las empresas de automóviles de EE UU”. En suma, resumió el presidente, “podréis comprar el coche que elijáis”.
Y así dio paso a otras de sus propuestas electorales, su ya famoso, “Drill, baby, drill”.
“La crisis de la inflación fue causada por el gasto excesivo masivo y la escalada de los precios de la energía, y por eso hoy también declararé una emergencia energética nacional. ¡Perforaremos, perforaremos!”
La política exterior de Trump
Trump lanzó un aviso a Panamá. El presidente McKinley, era un “hombre de negocios nato” y le dio a “Teddy Roosevelt el dinero para muchas de las grandes cosas que hizo, incluido el Canal de Panamá, que tontamente se le ha dado al país de Panamá”, aseveró Trump. A su modo de ver, los estadounidenses “hemos sido tratados muy mal por este tonto regalo que nunca debió hacerse, y la promesa que Panamá nos hizo ha sido rota”, insistió.
“A los barcos estadounidenses se les está cobrando gravemente de más y no se les está tratando justamente de ninguna manera, forma o manera”. “Se lo dimos a Panamá, y vamos a recuperarlo”, pronosticó, al tiempo que recordó que miles de estadounidenses murieron en su construcción, por lo que este regalo fue muy “imprudente”.
Detener todas las guerras
Trump se mostró listo para “detener todas las guerras”. “Seremos una nación como ninguna otra, llena de compasión, coraje y excepcionalidad”. Con este poder se detendrán “todas las guerras” y esto “traerá un nuevo espíritu de unidad a un mundo que ha estado enojado, violento y totalmente impredecible”.
Una de las partes de su discurso que más aplaudidas fueron por Elon Musk, que será también miembro de su Gobierno, fue cuando Trump aseveró que lograrán lanzar astronautas estadounidenses para plantar las barras y estrellas (la bandera) en el planeta Marte”.