Elecciones en EE UU

El ‘apocalíptico’ descarrilamiento que resucitó a Trump

El accidente de un tren de mercancías cargado de productos químicos forjó la relación con su candidato a vicepresidente. Comparten el mismo talento: explotar la desconfianza hacia las instituciones

Ohio
Una fotografía aérea realizada con un dron muestra vagones cisterna de ferrocarril dañados dispersos mientras continúa la limpieza tras el descarrilamiento de un tren de carga de Norfolk Southern que ha generado preocupación entre los residentes por la liberación de sustancias químicas tóxicas en Palestina Oriental, Ohio Efe

Las cosas en política no pasan por accidente. Son fruto de un proceso. Pero la reacción a uno sí puede representar una oportunidad única para marcar un punto de inflexión en la carrera de un político. Donald Trump es experto en cimentar un mensaje a partir de un hecho dramático muy puntual. Es lo que hizo en Milwaukee al presentar como algo divino haber sobrevivido al intento de asesinato en Butler. Sin embargo, su resurgimiento como contendiente para disputar la presidencia a Joe Biden empezó con algo más remoto.

Cuando se echaba la noche del 3 de febrero de 2023, descarrilaba al atravesar la localidad de East Palestine un tren de mercancías de Norfolk Southern cargado de productos químicos peligrosos. La densa nube tóxica que emanaba desde el lugar del siniestro se propagó la mañana siguiente por las redes con mensajes que la comparaban con el hongo nuclear por la explosión de una bomba atómica. El cielo estuvo días negro y los residentes temían por los efectos para su salud por respirar el aire contaminado.

OhioSonia Early se lleva a uno de sus caballos del Establo en Palestina Oriental, Ohio. Debido a las sustancias peligrosas vertidas en el descarrilamiento, la población y los animales tuvieron que ser evacuados

East Palestine es una pequeña localidad rural en Ohio con cerca de 4.700 habitantes, en la América olvidada. La Agencia de Protección de Medio Ambiente instaló varios medidores para detectar el nivel de toxicidad del aire. Fue insuficiente para contener los miedos cuando los vecinos entendieron que el vertido químico podría afectar también a sus tierras y al agua que bebían, por la lenta respuesta de las autoridades. Y de ahí escaló a la frustración, porque no les llegaban indicaciones para protegerse.

El senador JD Vance, el nominado para acompañar a Donald Trump en la papeleta, visitó por primera vez la localidad cuando no pasaron dos semanas del descarrilamiento. Los vecinos llevaban días hablando de que sufrían dolores de cabeza, náuseas y escozor en la garganta y los ojos. Algunos granjeros incluso reportaron la muerte de animales. Los que vivían más cerca del lugar donde se produjo el siniestro, fueron evacuados a un hotel y no volvieron a sus casas hasta que se consideró que era seguro hacerlo.

Los descarrilamientos son muy frecuentes en Estados Unidos. Cada año se registran más de un millar por todo el país. Son tres al día, según los registros públicos, pese a que se redujeron a la mitad en dos décadas. La misma compañía, de hecho, protagonizó otro similar justo un mes después en Springfield, también en Ohio. Pero el de East Palestine fue diferente y no solo porque la explosión y el daño que causó fueran inusuales. El miedo y la desconfianza facilitó que se diseminara todo tipo de teorías conspiratorias.

Ohio

Una simpatizante de Trump en la entrada de un mitin del expresidente en Vandalia, Ohio

La rápida respuesta colocó a Vance en los titulares durante meses. Trump le acompañó a saludar a los locales cuando no pasaron tres semanas del siniestro. Se acercó con su hijo. Chocó manos, firmó gorras MAGA, distribuyó agua embotellada entre vecinos desesperados por la falta de atención y comió con los voluntarios en un McDonalds. El senador había sido muy crítico con el ex presidente, del que dijo que era como una heroína cultural para el pueblo. Pero los dos comparten el mismo talento: explotar la desconfianza hacia las instituciones.

JD Vance llevaba solo un mes en el Senado. Ese momento apocalíptico empezó a forjar su relación con Donald Trump. Juntos desplazaron a Joe Biden en un asunto que para las élites urbanas en las costas se ve lejano, pero que representaba una amenaza real para la clase obrera. Básicamente le estaban comiendo la tarta tradicional de votos a los demócratas, como ya hizo el magnate al seducir a la comunidad negra en Flint durante la campaña de 2016 por beber agua de grifo contaminada con plomo.

El senador de Ohio JD Vance, el número dos en la candidatura de Trump

Tuvo que pasar más de un año hasta que Joe Biden se acercó a East Palestine para mostrar su apoyo a una comunidad en dificultad, preocupada por las consecuencias de la contaminación en sus vidas y que quiere dejar atrás el desastre. “Quieren saber cuál será el destino de sus hijos dentro de diez años”, replicaba JD Vance en el aniversario del descarrilamiento, mientras acusaba al demócrata de mostrarse “impasible”. “Es un insulto a esta gente”, remachó, “se sienten abandonados”.

El ascenso de Vance

Milwaukee, Butler, East Palestine y Flint tienen en común estar en cuatro de los doce estados decisivos en noviembre: Wisconsin, Pensilvania, Ohio y Michigan. JD Vance se coloca en el segundo puesto de la papeleta presidencial con solo dos años de experiencia como político en Washington. Es una anomalía que se explica por ser una figura joven capaz de aglutinar con su nacionalismo populista votos tanto del mundo rural como del industrial.

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El alcalde de East Palestine, Ohio, Trent Conaway, en la Convención Nacional Republicana en Milwaukee

Los discursos en la convención destacaron la importancia de este episodio. Los residentes de East Palestine son demasiado blancos, rurales y conservadores para Biden, como dijo el alcalde de la localidad, Trent Conaway. “Necesitamos tanto pero nos ha dado tan poco. Pienso que es porque no somos su tipo. En East Palestine no viven celebridades de Hollywood ni multimillonarios de Wall Street. Solo gente que trabaja duro”. Contó que Donald Trump le llamó justo después del accidente para preguntar cómo podía ayudar.

La reacción al descarrilamiento mostró además el instinto de Vance como legislador y le enseñó cómo maniobrar en el Capitolio para poder mover la nueva agenda conservadora de una manera pro activa y discreta. “Mientras más gente haya que no se interese por ellos”, dice desafiante en referencia a los olvidados en los estados clave, “más les ayudaremos”. Es calcado al mensaje de Trump, que ahora le premia con el máximo puesto de confianza.