Reportaje

El triple crimen que sacude a la comunidad LGBTI+ en Argentina

Conmoción y justicia para las víctimas del "lesbicidio". Las protestas en repulsa por el asesinato de tres lesbianas en Buenos Aires llegan hasta Madrid

Lesbicidio
Una activista de Femen protesta ante la residencia del embajador argentino en Madrid Efe

La nueva Argentina libertaria empieza a experimentar episodios de violencia radicalizada que generan gran preocupación, ya que algunos demostraron estar dirigidos a colectivos que sufren discriminación social, incluyendo la de las propias autoridades de Gobierno. Es el caso, según lo interpretaron los medios de comunicación locales, de la noticia difundida como “crimen de lesboodio”, un incendio intencional del que resultaron víctimas cuatro lesbianas, tres de las cuales fallecieron. El responsable del “lesbicidio” fue un vecino de 62 años que, tras amenazarlas en algunas ocasiones, arrojó al edificio donde vivían estas mujeres una bomba casera.

El explosivo, una bomba Molotov, fue arrojado por el hombre el 6 de mayo. El blanco fue un edificio con habitaciones de alquiler familiar de precio módico, en la ciudad de Buenos Aires, donde viven personas de bajos recursos.

Quemaduras mortales

La primera víctima fatal fue Pamela Cobas, que murió a pocas horas del ataque. Solo dos días después falleció también Mercedes Roxana Figueroa: tenía el 90 por ciento de su cuerpo quemado. Ambas tenían 52 años y eran pareja. Finalmente, Andrea Amarante, de solo 43 y una mujer que, vale la pena aclarar, era superviviente de uno de los peores incendios registrados en la ciudad de Buenos Aires, la tragedia del local bailable Cromañón (de 2004), murió el domingo 12 de mayo, tras una semana de agonía. Tenía el 75 por ciento de su cuerpo quemado.

De este grupo de mujeres lesbianas, se recupera favorablemente quien menos heridas sufrió, Sofía Castro Riglos (de 49), que -no obstante- terminó internada en el Hospital del Quemado porteño.

Lesbicidio

Varias personas participan en una protesta para mostrar su repulsa por el asesinato de tres mujeres lesbianas en Buenos Aires y protestar por el creciente discurso de odio LGTBI al que denuncian da alas el ejecutivo de Javier Milei, que se encuentra estos días de visita en España

El sitio de noticias Agenciapresentes.org (un portal periodístico que refleja información subrepresentada en los medios latinoamericanos), publicó declaraciones de un vendedor ambulante que vivía en el segundo de los tres pisos de este edificio del barrio porteño de Barracas, al sur de la ciudad. Por cierto, las mujeres estaban en el primer nivel y unas 30 personas debieron ser evacuadas tras el ataque.

“Les dijo que las iba a matar a las dos”

El hombre confirmó a Presentes que el atacante (Justo Fernando Barrientos, por ahora detenido) había amenazado previamente a las mujeres: “Él ya las había amenazado una vez. Fue en la última Navidad. Les dijo que las iba a matar a las dos (a Pamela y Mercedes) y mirá lo que pasó ahora”. Según cosigna ese medio, el hombre explicó que a Barrientos le molestaba la orientación sexual de las mujeres y que había escuchado varias discusiones a lo largo de los dos años que ellas llevaban viviendo en esa residencia, hogar que posiblemente sostenían por necesidad, ya que pagaban entre 50 y 80 euros mensuales.

Por fin, Presentes transcribió otros dichos relevantes del hombre: “Discutían bastante. Ellas llamaron a la Policía una vez y entiendo que lo habían denunciado. Él les decía ‘engendros’ por su condición sexual. Les decía ‘tortas’ o ‘gorda sucia’”.

La particular actitud del Gobierno libertario

Tras arrojar la bomba, el atacante se autolesionó con una sierra y, acompañado de custodia policial, debió ser atendido en un centro de salud. Tras recibir el alta, quedó detenido, pero el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°14, donde radica la causa, debe todavía determinar dos cuestiones que, al cierre de estas líneas, seguían inconclusas.

Por un lado, si hay motivos para declarar inimputable al atacante. Por otro, si las muertes cuadran o no con la figura de “femicidio agravado por el odio de género o a la orientación sexual, identidad de género o su expresión”, como desde 2012 estipula la ley 26.791, que reformó el artículo 80 del Código Penal argentino para criminalizar, en forma agravada, algunos homicidios puntuales.

Un crimen cualquiera

Más allá de lo que defina el Poder Judicial, el Ejecutivo, liderado por el presidente de Argentina, Javier Milei, sentó posición: este hecho violento, consideró el Gobierno, fue tan grave como cualquier otro.

Las palabras exactas salieron de la boca de Miguel Adorni, portavoz presidencial, quien en la tradicional rueda de prensa matutina, fue interpelado por una periodista acerca de este hecho.
Tras comunicar “condolencias a la familia y a la de todas las víctimas”, Adorni dijo que “está claro que estas cosas no pueden seguir pasando ni acá ni en ninguna parte del mundo”. Pero luego agregó lo siguiente: “No me gusta definirlo como un atentado a determinado colectivo. Está mal y es repudiable sea contra quien sea”.

Su comentario se prolongó así: “No nos focalizamos en que solo es terrible este episodio porque tenía determinadas características particulares”. Y, finalmente, cerró pasando de minimizar la singularidad del caso a señalar la supuesta “injusticia” de priorizarlo: “La violencia en general nos parece absolutamente repudiable. Nos parece muy injusto hablar solo de este episodio cuando la violencia es algo más abarcativo. Hay muchas mujeres y muchos hombres que la sufren”.

La mirada desde la oposición al Gobierno

Si bien el Ministerio Nacional de las Mujeres fue eliminado del mapa del Estado tras el cambio de gestión en diciembre pasado, algunas provincias argentinas continúan teniendo dependencias (con rango ministerial) destinadas a las problemáticas de género. Es el caso de la provincia de Buenos Aires, jurisdicción que nuclea al 40 por ciento de la población del país, y donde gobierna Axel Kicillof, uno de los dirigentes de la oposición kirchnerista.

En diálogo con Artículo 14, Estela Díaz, ministra de Mujeres y Diversidad de esa jurisdicción, opinó que, “como en todos los partidos de ultraderecha en donde se mira Milei, en el exterior -hablamos de Donald Trump, del partido español Vox o de las ideas de Viktor Orban, en Hungría- se sostiene una agenda internacional antiderechos, conservadora y de retrocesos”.

Tras criticar al portavoz presidencial y advertir que el tema no ocupó un lugar en la agenda nacional ni tampoco en la porteña (la jefatura de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires la tiene Jorge Macri, primo del expresidente Mauricio Macri y miembro del PRO, partido político aliado del mileismo), la ministra apuntó que “claramente este no fue un hecho aislado”, ya que los discursos de odio promueven este tipo de violencias.

La discriminación se traduce en violencia

Según dijo, “esto es parte de una escalada que tiene sus orígenes en los discursos violentos, que denigran y maltratan a las mujeres y a las diversidades. No solo han crecido, sino que son reproducidos a cualquier hora y en cualquier canal desde la máxima autoridad de la nación, configurando un clima de época habilitante de la discriminación, que se traduce en actos violentos”. Luego, enfática, sumó: “Estas escenas son la cristalización de las innumerables descalificaciones en las que Milei demostró su odio hacia las mujeres. Pero no solo Milei, también su portavoz y hasta su biógrafo”.

Argentina

El presidente de Argentina, Javier Milei, junto al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, posa en la foto de familia del encuentro que el dirigente argentino ha mantenido este sábado, en la Embajada argentina, con empresarios españoles, en la segunda jornada de un viaje a Madrid para participar el domingo en la convención anual de Vox, que, bajo el nombre de ‘Europa Viva 24’, reúne este fin de semana en la capital española a dirigentes políticos europeos e iberoamericanos

Desde el Ministerio de Mujeres informaron que en la provincia de Buenos Aires hay más de 300.000 denuncias al año por violencia de género, tanto en los fueros de familia como penal. Y precisaron datos del informe de femicidios elaborado por el Ministerio Público Fiscal, según el cual en 2023 se consumaron 95 femicidios y travesticidios en la provincia de Buenos Aires. “Hubo un incremento respecto a los dos años anteriores, pero estamos aún por debajo de una cifra que llegó a alcanzar los 100 femicidios en los primeros años de creación del registro”, aportaron desde esa cartera.

A falta de un ministerio nacional dedicado a los temas de género, estas cifras importan mucho, pero son limitadas, ya que solo reflejan una porción de lo que ocurre en Argentina.

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