La experta

¿Cambiará la ley del consentimiento en Francia tras el caso Gisele Pelicot?

"La afirmación de que contaban con el consentimiento de su marido tiene su origen en la creencia misógina de que los hombres son dueños del cuerpo de sus esposas", explica Elizabeth Sheehy, profesora emérita de Derecho, a Artículo14

Gisele Pelicot asiste a una conferencia de prensa en el tribunal penal de Aviñón, sur de Francia, el 19 de diciembre de 2024. EFE/EPA/GUILLAUME HORCAJUELO

Por fin ha llegado el veredicto de un juicio que ha sacudido a la sociedad francesa y al mundo entero. Gisele Pelicot fue violada durante casi una década por decenas de desconocidos en unas agresiones sexuales organizadas por su propio marido, Dominique Pelicot.

Con la sentencia, Gisele Pelicot cierra así una herida que ha abierto un debate paralelo en Francia sobre la depravación, la violencia sexual y el consentimiento.

Gisele Pelicot

Gisele Pelicot con su nieto habla a los medios de comunicación en el tribunal penal de Aviñón

“Respeto a la corte y la decisión”, ha valorado Gisele Pelicot al finalizar el macrojuicio que se ha celebrado durante casi cuatro meses en Aviñón. Sin embargo, para muchos analistas la Justicia francesa ha sido demasiado laxa con los acusados que violaron a Pelicot durante casi diez años.

Tras el histórico veredicto, en Artículo14 preguntamos a Elizabeth Sheehy, profesora emérita de Derecho en la Universidad de Ottawa, sobre este caso. Sheehy, que es experta en la ley de consentimiento afirmativo en Canadá, presentó en marzo una ponencia en París precisamente en una conferencia sobre la reforma de la ley francesa titulada “Derecho penal y consentimiento sexual: El consentimiento afirmativo en la legislación canadiense sobre agresiones sexuales”, coorganizada por Catherine Le Magueresse y François Lavallière. Sheehy, quien reconoce que sigue con gran interés  la campaña para cambiar la ley francesa, explica que “la legislación francesa es tan obsoleta y poco clara que estos hombres han podido montar una defensa y poner en tela de juicio su inocencia”.

Gisèle Pelicot

Gisèle Pelicot

-Este juicio por violación masiva ha conmocionado al país. ¿Servirá el caso de Gisele Pelicot de catalizador en Francia para mejorar las leyes?

-Independientemente del veredicto, creo que este caso encenderá la reforma de la ley francesa sobre violaciones. Digo esto porque, aunque se ha condenado al autor principal y a sus numerosos siervos, el veredicto ha estado en duda durante meses. Cualquier persona, en Francia o en el extranjero, entiende inmediatamente que se trata de una violación múltiple, repetida, cometida contra una mujer inconsciente, tanto por su marido como por los numerosos hombres implicados. Es cierto que el marido ha reconocido su culpabilidad. Pero en países con leyes sensatas, estos otros hombres se habrían visto obligados a declararse culpables a la luz de las pruebas incontrovertibles contra ellos. Sin embargo, la legislación francesa es tan obsoleta y poco clara que estos hombres han podido montar una defensa y poner en tela de juicio su inocencia. Aunque algunos han sido finalmente condenados, la grave debilidad de la legislación francesa ha quedado al descubierto. La necesidad de una reforma legal es aún más urgente.

-¿Y en otros países?

-Esta cuestión me resulta más difícil de evaluar. Hay una campaña en marcha en Reino Unido para reformar la ley de violación en ese país, pero no sé si este caso impulsará los cambios legales que se buscan.

-En cuanto a la ley francesa sobre violación, ¿incluirá el consentimiento? ¿Es necesario que cambie? Porque está claro que Gisele Pelicot no dijo «no» en ningún caso, estaba demasiado drogada incluso para hablar…

-Creo que expertos legales en Francia como Catherine Le Magueresse abogan por una ley de consentimiento afirmativo, en lugar de simplemente incluir el no consentimiento como un factor en la definición de violación que la acusación debe probar. Una ley de consentimiento afirmativo impone a quienes buscan el contacto sexual con otra persona la obligación informal de tomar medidas para asegurarse de que la otra persona está dando su consentimiento voluntario. Si la persona guarda silencio, se muestra pasiva o indica de algún modo que no está “voluntariamente de acuerdo”, cualquier contacto sexual no es consentido y, por tanto, constituye un delito.

-De hecho, alrededor de 30 de los hombres acusados (de los 51) negaron los cargos de violación durante el juicio…

-Las defensas esgrimidas por algunos de estos hombres desafían cualquier creencia. La afirmación de que contaban con el consentimiento de su marido, por ejemplo, tiene su origen en la creencia misógina de que los hombres son dueños del cuerpo de sus esposas y pueden dar permiso a otros hombres para utilizar sus cuerpos, como si fueran objetos. Canadá reformó su legislación en 1992 para dejar claro que ninguna persona que no sea la propia mujer puede dar un consentimiento válido para mantener relaciones sexuales con ella. La afirmación de que pensaban que la víctima fingía estar inconsciente es una fantasía pornográfica, alimentada por la creencia de que las mujeres siempre “lo desean”, aunque estén dormidas o ellas mismas no sean conscientes de que “lo desean”.

Pelicot, convertida en icono en Francia

Pelicot, convertida en icono en Francia

-Este caso es extremadamente impactante, ¿ayudará a realizar un perfil del violador?

-Lo que este caso revela, de hecho, es que no existe un perfil del “violador”. No podemos predecir de antemano qué hombres violarán o no si tienen la oportunidad. El hecho de que estos hombres procedieran de un amplio abanico de entornos nos lo dice. Más allá de esa realidad, este caso también muestra la indiferencia de muchos hombres ante la violación de mujeres. No sabemos cuántos hombres vieron el anuncio que difundió el marido de la víctima. Lo que sí sabemos es que ninguno de ellos denunció a la policía su invitación a violar a su mujer.