El Gobierno austríaco ha calificado de “atentado islamista” el ataque en el que un sirio de 23 años acuchilló este sábado mortalmente a un niño de catorce años e hirió a otras cinco personas en la localidad de Villach, una ciudad situada a unos 350 kilómetros al sur de Viena.
El ministro del Interior, el conservador Gerhard Karner, ha afirmado en rueda de prensa que el “atacante islamista”, que tenía permiso de residencia en Austria, se había radicalizado rápidamente a través de internet.
Karner también ha adelantado que las primeras investigaciones señalan que el atacante tenía vínculos con el grupo yihadista Estado Islámico. El supuesto agresor, que fue detenido, no contaba con antecedentes policiales.
El titular de la cartera de Interior austriaca ha anunciado que se aplicarán controles masivos sin motivo previo entre “grupos concretos”, entre los que ha citado a los solicitantes de asilo de Siria y Afganistán. En ese sentido, ha opinado que hay que aplicar cambios legales para permitir a las autoridades aplicar esas medidas para cumplir la responsabilidad de garantizar la seguridad de los habitantes de Austria.
Entre las conclusiones que hay que sacar de este ataque, que ocurrió en plena calle en el centro de la localidad y poco antes de las 16:00 horas. el ministro se ha referido a la necesidad de “encerrar y deportar” y, en general, actuar con “determinación”.