Un brutal accidente de un avión de carga operado por DHL cerca del aeropuerto de Vilna, en Lituania, ha dejado un balance de un fallecido, un tripulante español, y tres heridos de distintas nacionalidades tras estrellarse trágicamente.
Según las autoridades locales, el Boeing 737-400 se estrelló contra una vivienda tras intentar un aterrizaje de emergencia en condiciones de baja visibilidad y temperaturas cercanas a la congelación. El avión, que transportaba cuatro tripulantes, había partido desde Leipzig, Alemania, y sufrió el accidente alrededor de las 03:30 GMT.
Pero algunos sospechan que no se trate de un simple accidente. La ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, afirmó en declaraciones públicas que no se puede descartar que el incidente sea un “acto híbrido”, sugiriendo la posibilidad de sabotaje, aunque recalcó que todavía no hay pruebas concluyentes al respecto. “Debemos preguntarnos seriamente si esto fue un accidente o, tras lo ocurrido la semana pasada, otro incidente híbrido”, declaró, refiriéndose a la reciente interrupción de cables de datos en el mar Báltico, calificada como posible sabotaje por parte de las autoridades europeas. ¿Los culpables? La mayoría de la esfera política sospecha de Rusia.
Desmentir a la ministra
Sin embargo, las autoridades lituanas señalaron que no han encontrado indicios claros de que el accidente estuviera relacionado con sabotajes o actos terroristas. El ministro de Defensa de Lituania, Laurynas Kasčiūnas, declaró: “Hasta ahora, no hay signos ni evidencias que sugieran que esto fue un acto de sabotaje o terrorismo”. No obstante, añadió que las investigaciones preliminares podrían tardar aproximadamente una semana en determinar las causas del accidente.
En el lugar del accidente, se desplegaron equipos de emergencia que evacuaron a una docena de residentes de la vivienda afectada. Según testigos presenciales, el avión descendió aparentemente de manera normal antes de impactar contra el suelo y deslizarse unos 100 metros, provocando un incendio en la vivienda. Un residente cercano afirmó a la Associated Press: “Nos despertó el sonido de una explosión. A través de la ventana vimos una nube de fuego, como fuegos artificiales”.
Las investigaciones se están llevando a cabo de forma paralela por parte de las autoridades lituanas y alemanas. El portavoz del centro de gestión de crisis en Lituania confirmó que no existen datos preliminares que indiquen la presencia de explosivos en la aeronave. “En este momento, no tenemos datos que apunten a una explosión previa al accidente”, afirmó.
El avión estaba siendo operado por la empresa Swiftair en nombre de DHL y tenía 31 años, una edad considerada avanzada para una aeronave de carga. Frente a esta negligencia, Swiftair y DHL han indicado que colaborarán plenamente con las investigaciones en curso. “La causa del accidente aún se desconoce y ya se está llevando a cabo una investigación”, comunicó DHL.
Mientras tanto, desde Alemania, la ministra Baerbock confirmó que las autoridades de su país están trabajando en estrecha colaboración con sus homólogos lituanos y españoles para esclarecer las circunstancias del siniestro. “Las autoridades alemanas están investigando intensamente en cooperación con las instituciones relevantes aquí y en el extranjero para llegar al fondo de la situación lo más rápido posible”, señaló.
La ministra también expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y subrayó la preocupación por la seguridad de la infraestructura civil europea en un contexto de creciente tensión geopolítica. “Esto muestra en qué tiempos tan volátiles estamos viviendo en el centro de Europa”, añadió.
Pero el primer ministro de Lituania, Ingrida Šimonytė, llamó a evitar especulaciones y confiar en las investigaciones oficiales. “Los organismos responsables están trabajando diligentemente”, declaró, subrayando que solo las investigaciones exhaustivas podrán revelar las causas del accidente.