La fiebre del oro y el éxodo de la Segunda Guerra Mundial fueron motivos para los europeos de emigrar a Estados Unidos. Ahora, con el mandato 2.0 de Donald Trump, los ricos, famosos y gente de talento huye de los Estados Unidos acudiendo en masa a Europa. El miedo a la desigualdad y los disturbios bajo un gobierno que cuenta con Trump, Elon Musk y JD Vance como las efervescentes mentes creativas a cargo del poder está asustando a un numeroso grupo de ciudadanos estadounidenses. Un gran indicador son las cifras récord de alquileres de casas en zonas exclusivas de Reino Unido por norteamericanos en los últimos cinco meses. El llamado ‘Donald Dash’ (La huida de Donald) es una realidad en Estados Unidos por mucho que mudarse al extranjero no sea nunca una tarea fácil.
Un destino que muchos estadounidenses consideran es Portugal. Gracias a los programas de visas favorables del país, unos 10.000 estadounidenses viven allí y en el último mes se han multiplicado las solicitudes de norteamericanos que quieren convertirse en nómadas digitales. Soy testigo en Los Ángeles del incremento de angelinos que han vendido o alquilado su hogar para mudarse a Portugal. “Solo necesitamos demostrar unos ingresos mensuales de 3.000 dólares” confirmó Robert, médico en Estados Unidos que ha decidido alquilar su casa y tomarse cuatro años sabáticos junto a su pareja.
El fenómeno “Donald Dash”
El llamado ‘Donald Dash’ ha sido respaldado por las cifras del Ministerio del Interior británico, que revelaron que las solicitudes de ciudadanía británica se dispararon en el primer trimestre del 2025, con un aumento interanual del 40%. De hecho, más de 6.100 ciudadanos estadounidenses presentaron solicitudes el año pasado, la mayor cantidad desde que comenzaron los registros hace dos décadas y un 26 por ciento más que en 2023. Celebridades como Ellen DeGeneres y su esposa Portia de Rossi, el diseñador Tom Ford, la cantante Courtney Love o Rosie O’Donnell han dejado ya Estados Unidos. O’Donnell confirmó que se mudó a Irlanda con su hijo Clay, de 12 años, en un vídeo de TikTok compartido este mes.

El presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, hace una declaración en la Oficina Oval de la Casa Blanca
“Nunca pensé en mudarme a otro país; decidí que sería lo mejor para mí y para mi hijo de 12 años. Y aquí estamos”, dijo, explicando que llevan en Irlanda desde enero. “Estoy feliz. Clay está feliz”, añadió. “Extraño a mis otros hijos. Extraño a mis amigos. Extraño muchas cosas de la vida en casa y estoy tratando de encontrar un hogar aquí en este hermoso país. Cuando sea seguro y todos los ciudadanos tengan los mismos derechos en Estados Unidos, entonces consideraremos regresar. Ha sido desgarrador ver lo que está sucediendo políticamente, y también ha sido difícil para mí personalmente. Lo personal es político, como todos sabemos”.
Esta misma semana, una impactante serie de mensajes filtrados por miembros de la Administración Trump han puesto de manifiesto su desagrado por Europa. En una conversación que poco tenía que ver directamente con Europa, algunos funcionarios criticaron duramente el comportamiento de “gorrones” de la región. Al parecer, J.D. Vance, es el mayor ‘hater’ de Europa en el Gobierno. El vicepresidente norteamericano dijo que no estaba seguro de que “el presidente sea consciente de lo incoherente que esto (ayudar a Europa bombardeando a los hutíes) es con su mensaje sobre Europa en este momento”.

Eva Longoria, en un evento en Beverly Hills, California
Si bien Europa y los europeos no son del agrado de J.D. Vance, para los norteamericanos es el nuevo paraíso.
El 8 de febrero, la revista alemana Der Spiegel informó que la Sociedad Max Planck, una de las principales instituciones de investigación científica del mundo, está experimentando un aumento en las solicitudes de científicos estadounidenses. Su presidente dijo que la sociedad considera a Estados Unidos como “una nueva fuente de talento” en un momento en que la Administración Trump busca recortar miles de millones de dólares en fondos a los Institutos Nacionales de Salud. Hay una profunda ironía histórica en estos acontecimientos recientes: durante el Tercer Reich, fue la Sociedad Max Planck (entonces conocida como la Sociedad Kaiser Wilhelm) la que perdió a sus mejores y más brillantes personajes, incluido Albert Einstein, en manos de Estados Unidos. Ahora es Europa quien abraza al mejor talento científico de Norteamérica.
Un día antes, la emisora irlandesa RTÉ informó que el Departamento de Asuntos Exteriores de Irlanda había observado un aumento del 50% en el número de estadounidenses que solicitaron pasaportes irlandeses, y algunos citaban específicamente a la nueva administración como motivo. Las búsquedas de términos como “doble nacionalidad” y “jus sanguinis” también experimentaron picos significativos el día de las elecciones y el día de la investidura, según Google Trends.
Un representante de Polaron, una empresa australiana que ayuda a obtener la ciudadanía europea por ascendencia, admitió que su empresa ha observado un fuerte aumento de estadounidenses que desean abandonar su país. “La gran mayoría están buscando el pasaporte de la UE como plan B”. Son pequeñas estadísticas que parecen anecdóticas y es probable que la primera ola de emigración estadounidense esté compuesta por quienes tienen los medios para irse: quienes poseen pasaportes extranjeros, talento que ofrecer, reciben oportunidades laborales en el extranjero o grandes ingresos disponibles. Pero todo apunta en la misma dirección: con Trump de vuelta en el cargo y ejecutando fielmente el plan para destruir el país, conocido como Proyecto 2025, mientras colabora con el hombre más rico del mundo para destruir la democracia y librar una guerra contra el gobierno federal, cada vez más personas en este país ven lo que está por venir y buscan su plan de escape.
En 2025, Gabriel Macht, el protagonista de ‘Suits’ reveló que él y su familia se fueron de Estados Unidos. “No le digo a nadie dónde vivo porque prefiero mantenerlo en secreto. Salí de Los Angeles y estamos explorando el mundo. Quiero ver la historia, la cultura y la personalidad de diferentes lugares del mundo. Siento que, si tienes la oportunidad, es una excelente manera de criar hijos. Me encanta poder dar paseos bajo mi sombrero”. Otra actriz que ha cambiado Hollywood por Europa es Lily Collins, quien junto a su esposo, Charlie McDowell, se mudaron a Copenhague donde han creado una empresa de producción de medios e inmobiliaria llamada Case Study Copenhagen. Lily comentó a Elle Dinamarca: “La vida aquí es maravillosa, tranquila y luminosa. Y lo que más me gusta es que hay tanto color y, a la vez, es tan tranquila. Me encanta poder ir en bicicleta a todas partes. Se siente como una gran ciudad, pero también muy íntima, y todos son muy amables”.
Aunque muchos piensan que las estrellas viven entre Nueva York y Los Ángeles, lo cierto es que Hollywood está empezando a dejar atrás Estados Unidos. A finales de 2024, Ellen DeGeneres y Portia de Rossi se mudaron a la campiña inglesa tras encontrar una casa que ambas “adoraban”. Ahora viven en una granja en la región de los Cotswolds. Eva Longoria dejó Los Ángeles para irse a vivir a Marbella, muy cerca de donde vive su amigo Antonio Banderas. “Soy una estadounidense orgullosa. Siempre lo he sido. Orgullosa tejana, orgullosa estadounidense”, le dijo Longoria a Ana Navarro durante un episodio del podcast Behind the Table de The View. “No quiero que piensen que me fui por Trump, para nada, ni por las elecciones”. Seis meses después de compartir su deseo de mudarse a España con su esposa, Alejandra Silva, y sus dos hijos pequeños, Richard Gere vendió su casa de 11 millones de dólares en New Canaan, Connecticut, en octubre de 2024. Pareciera que Gere tuvo la premonición de Trump y abandonó el país justo a tiempo. “Para Alejandra, será maravilloso estar más cerca de su familia, sus amigos de toda la vida y su cultura”, declaró Gere a Vanity Fair España sobre su esposa, nacida en España. “Fue muy generosa al darme seis años viviendo en mi mundo, así que es justo que yo le dé al menos otros seis viviendo en el suyo”.

Fotografía: Viajeros Low Cost / EFE
La actriz británica Sophie Turner se mudó a Estados Unidos tras casarse con el cantante Joe Jonas. La pareja vivió primero en Los Ángeles y luego en Miami con sus dos hijas, Willa y Delphine. En una entrevista con Harper’s Bazaar publicada en octubre de 2024, Turner contó su dificultad de entender la política del país. Desde entonces, Turner se ha mudado al oeste de Londres. “La violencia armada, la anulación del caso Roe contra Wade. Todo se acumuló”, dijo Turner. “Después del tiroteo de Uvalde, supe que era hora de largarme de allí”. La actriz de ‘Girls’, Lena Dunham, también avisó que se mudaría si Trump ganaba las elecciones. Dunham finalmente dejó su hogar en Nueva York y se mudó a Londres aunque, según explicó en la revista New Yorker la mudanza se debió a oportunidades laborales. Hollywood y miles ciudadanos estadounidenses liberales huyen a Europa en un éxodo que acaba de empezar.