La lucha de Matcha Phorn-in por los derechos de la comunidad LGTBI+ en Tailandia está siendo maratoniana. En agosto del año pasado, un mes y medio después de que el Parlamento aprobara el matrimonio entre personas del mismo sexo, esta tailandesa indígena puso la guinda con una carrera de ultrafondo en una zona montañosa cercana a la frontera con Birmania. Fue la alegoría a su pugna por la igualdad, la cual ha durado décadas. Realizó la ruta de 60 kilómetros, con una elevación tope de casi 3.000 metros, en 16 horas y 20 minutos.
“Estaba lloviendo y era casi imposible, pero llegué a la meta, luché hasta el final y mi mujer y mi hija me recibieron con la bandera arcoíris”, apunta orgullosa.
La pedida
Era medianoche y todavía le quedaron fuerzas para proponerle matrimonio a Veerawan Veerawan, su pareja desde hace 15 años, delante de sus amigos y de Wansiri Siri, la hija que adoptó hace 13 años como madre soltera por la imposibilidad de hacerlo en el seno de una relación homosexual.
![Pedida](https://www.articulo14.es/main-files/uploads/2025/01/pedida-mano.jpg?x66221)
Matcha le propuso matrimonio a Veerawan, su pareja desde hace 15 años, delante de sus amigos y de Wansiri Siri
Matcha y Veerawan se darán el sí quiero este jueves 23 de enero, justo el día que entra en vigor la ley que permite a las personas del mismo sexo sellar su compromiso de manera oficial. Tailandia será la primera nación del sudeste asiático y la tercera en Asia que extiende este derecho más allá de las personas heterosexuales. Además, se suprimirán los términos binarios en casi 70 secciones del Código Civil y se garantizará la igualdad en asuntos como la propiedad de bienes, la disolución del matrimonio y los acuerdos de custodia, de herencias y de adopciones. Este último punto toca de lleno a Matcha y a Veerawan, ambas celebrarán también que serán madres legales de Wansiri.
Aunque el júbilo en la comunidad es enorme, aún queda mucho para llegar a la meta. Las miras son más altas y Matcha defiende que la igualdad en el matrimonio les ha dado el poder para negociar a un nivel más alto con el fin de “cambiar la Constitución” y hacer que la ley sea más inclusiva. “Hemos abierto la puerta para que se haga todo lo que queda por hacer para nuestra comunidad”.
Coartada por el rechazo
La proposición de matrimonio fue muy distinta a lo que Veerawan hubiera deseado antes de la aprobación de la ley el año pasado. “Ella prefería que no se lo propusiera delante de todo el mundo y hacer una ceremonia austera en la que firmemos los papeles y listo”, confiesa Matcha a Artículo14. “Pero creo que, a raíz de la aprobación de la ley, ella necesitaba algo como lo que hice. No ha tenido la oportunidad de expresarse sobre sus experiencias y sus sentimientos debido a su personalidad y a su posición política. Sin embargo, cuando la ley se aprobó, es como si se liberara”, añade. No es la única persona que se ha visto obligada a vivir con ese sentimiento.
![Tailandia](https://www.articulo14.es/main-files/uploads/2025/01/Invitacion-Boda.jpg?x66221)
La invitación de boda de Veerawan y Matcha, con vestidos tradicionales, y junto a su hija Wansiri Siri y sus gatos
La incomodidad, los complejos salidos de los convencionalismos sociales o el miedo que nace de los ataques homófobos que han sufrido juntas coartaron a Veerawan hasta que la perpetuación de su amor quedó protegido de manera legal. “Merece celebrar por todo lo que hemos luchado. Sin ella, yo no sería tan fuerte y nunca hubiera tenido tanto éxito”, sostiene Matcha, quien ha usado el rechazo de su comunidad para convertirse en una de las activistas más respetadas de Tailandia.
Para ella, su matrimonio trasciende lo meramente personal y lo tilda de “boda política”, de “declaración de amor e igualdad”, y de una celebración “por todo por lo que hemos luchado juntas”. Este momento no sólo simboliza su compromiso, sino también “nuestra dedicación a un futuro en el que todas las familias, independientemente de su composición, sean vistas, valoradas y celebradas. Nuestra lucha no es sobre matrimonio, sino sobre igualdad”, expresa.
La dificultad de ser indígena y lesbiana
Los matices más importantes de la identidad de Matcha le han expuesto ante una sociedad históricamente homófoba. Forma parte de la minoría indígena de Tailandia y es lesbiana. Lleva tatuada bajo la piel la falta de aceptación generalizada, por eso se emociona cuando explica la felicitación que recibió de sus padres tras anunciar su compromiso. “Me han dado su bendición. Cuando me llegó su mensaje, me puse a llorar. Por primera vez sentí que, aunque aún guarden algo dentro que nunca han explicado, están contentos por mí”, comenta.
![Tailandia](https://www.articulo14.es/main-files/uploads/2025/01/familia-tailandia.jpg?x66221)
Veerawan, Siri y Matcha
La discriminación la obligó a marcharse de su pueblo y no ha regresado en una década. Los ataques a su integridad física han sido constantes y uno de los momentos más tensos los vivió junto a su familia hace siete años. “Hubo unas personas que nos amenazaron durante varios días. Prendieron fuego en mi casa, fuimos a la Policía pero no hicieron nada. Por eso es tan importante que nos protejan ante estos ataques homófobos. No puedo volver a mi pueblo desde hace unos 10 años y he estado cambiando de lugar de residencia muchas veces para que mi familia esté a salvo. Nos puede pasar cualquier cosa y cuando pasan, no podemos usar el sistema legal para protegernos porque nos lo niegan”, incide. Denuncia el índice de suicidios y el maltrato sistémico a refugiados, desplazados, niños en los colegios, en los institutos e incluso dentro del entorno familiar hacia jóvenes de la comunidad LGTBI+.
Las consultas parlamentarias en Tailandia
Es directora ejecutiva de la Fundación Sangsan Anakot Yawachon, desde donde ha impulsado proyectos para empoderar a jóvenes indígenas tailandeses de todas las condiciones en Chiang Mai, en la zona norte del país. Además, Matcha ha estado involucrada en las consultas sobre la legislación de la regularización de los matrimonios entre personas del mismo sexo tanto a nivel local como parlamentario.
![Tailandia](https://www.articulo14.es/main-files/uploads/2025/01/Veerawan-Siri-y-Matcha-2.jpg?x66221)
Veerawan, Siri y Matcha
“No fue fácil. Había muchos parlamentarios que nos apoyaban y también tuvimos que aguantar críticas hirientes de aquellos que eran contrarios a la igualdad en el matrimonio. Usaron muchas armas dialécticas contra nosotros. Por ejemplo, la religión o las creencias contra los derechos de la comunidad LGTBI+”, rememora. “Hemos sido testigos de todas las etapas hasta que se ha aprobado la ley. Todos lloramos. El Parlamento escuchó las demandas de la sociedad”.
“Tailandia será un ejemplo para el cambio”
Matcha estaba con su familia y con su equipo de trabajo cuando se anunció la aprobación de la ley en junio del año pasado. “Todos coincidimos en que será nuestra victoria. Es un momento histórico que debemos presenciar. Debemos decirle al mundo que finalmente Tailandia ha aprobado esta ley”, sostiene. En ese instante decidió que se casaría en cuanto la ley entrara en vigor. “Quería celebrar”, apunta. “Tailandia va a inspirar a otros países del sudeste asiático, especialmente para evitar que haya una criminalización en lugares donde la igualdad en el matrimonio está tan lejos de la realidad. Tailandia será un ejemplo para el cambio en la región”.
La boda se celebrará en una ceremonia íntima en la tierra indígena de Maehongson, justo en la frontera con Birmania. El día siguiente a la firma de su compromiso este 23 de enero, de madrugada madres e hija subirán a la montaña Maelanoi, “una de las más bonitas de nuestra tierra”. Allí se harán varias fotos al amanecer para simbolizar “nuestra esperanza, nuestro futuro y nuestra dignidad”.