Juana Rivas es, casi una década después, aún una desconocida en Italia. Los pocos artículos de la prensa que citan su nombre se hicieron eco de lo ocurrido en 2017 cuando desapareció durante un mes junto a sus hijos. Se encuentran algunas declaraciones de su expareja, el italiano Francesco Arcuri, que intenta defenderse de lo que consideraba una máquina del fango mediática que se había abierto en España contra su persona en aquel momento.
Más allá de la crónica de los hechos, en los medios italianos es difícil encontrar algún relato más sobre este caso que ha unido a Italia y a España durante casi una década y con la decisión que acaba de conocerse sobre la custodia de los hijos y con un proceso penal aún abierto a cargo de Arcuri, aún lo sigue haciendo.
Anulación de la sentencia
El Tribunal Supremo italiano acaba de anular esta semana la sentencia de la Corte de Apelación de la ciudad de Cagliari, en la isla de Cerdeña, que decidió definitivamente el año pasado mantener la custodia del menor de los hijos al padre, Francesco Arcuri. Separaba así a ambos hermanos, ya que el mayor se había trasladado a España y había comenzado a vivir con su madre varios meses atrás, tras más de seis años conviviendo en Italia con el progenitor.
Algo que la defensa de Juana Rivas había siempre peleado, considerando muy grave que los hijos conviviesen con el padre que, además de varias denuncias en Italia, con un proceso penal aún abierto, fue condenado en España por violencia de género en 2009.
Ahora tendrá que volver a pronunciarse la Corte de Apelación de Cagliari, pero con una conformación diversa, como hemos podido ver en la nota difundida por los legales de Rivas. La decisión de la mayor autoridad de la justicia italiana, el TS, la Corte di Cassazione, consideraba que, en la sentencia que separa ambos hijos, no se había tenido en cuenta el interés del menor, prevalente en estos casos.
Un largo proceso judicial
Es la primera ocasión en la que la Justicia italiana acoge las peticiones de Rivas, que lleva varios años peleando la custodia en un proceso civil largo que ha convivido, como hemos nombrado, con un proceso penal aún abierto. Aspecto que, a ojos de la opinión pública española, había resultado contradictorio.
En España, desde el año 2021, los padres con procesos penales abiertos por violencia a la pareja o a los hijos, no pueden acceder al régimen de visitas con los menores. La clave de la cuestión es que el juicio se celebraba en Italia, donde existe una orientación, solo desde otoño del año pasado, para atender en mayor medida las necesidades del menor, pero que permite el contacto con los padres que se encuentren en esta situación. Significa solo eso, una indicación. Es más, en el caso Juana Rivas no había sido solo el contacto, sino la custodia que obtuvo durante estos años y que solo se revocó en 2022 cuando el mayor volvió a España para vivir con la madre, una decisión judicial que se confirmó en 2023.
¿Qué pasa en Italia con los hijos de padres violentos?
Flamminia Sacca es profesora de sociología especializada en estudios de género en la Universidad de la Sapienza de Roma y confirma que el caso de Juana Rivas es prácticamente desconocido en Italia. Por su trabajo, en 2022 publicó un libro, ‘Sopravvisute’ (Supervivientes), en el que recogía los testimonios de 10 mujeres víctimas de violencia de género. Entre estos casos se encontraba el de una mujer que había vivido la que considera “una injusticia institucional”, algo que ocurre frecuentemente. El padre de sus hijas había sido condenado por la justicia penal, pero, al no llegar este informe al tribunal civil de menores, no incidió de ninguna forma en la custodia de los hijos.
“En este caso ella estaba obligada a realizar con sus hijos visitas a su exmarido en la cárcel”, explica la socióloga. Es por eso que le preocupa especialmente las consecuencias de esta falta de comunicación entre los tribunales. “Existe un gran déficit aún en la Justicia italiana en este tipo de tutelas”, añade.
El silencio de la prensa italiana
En aquellos años más convulsos fueron dos o tres los artículos que le encargaron escribir a Francesco Olivo, redactor del diario “La Stampa”, que se ocupa habitualmente de temas relacionados con España. La movilización feminista, que aquí en Italia está mucho menos presente en el debate público general, dice el periodista, influyó sin duda en la percepción de este caso.
La prensa hablaba de la historia de “la disputa de los niños entre Italia y España”, pero nunca se profundizó mucho más sobre el caso mientras, en España, la historia de Juana Rivas sigue siendo, a día de hoy, capaz de generar reacciones desde todos los lugares de la sociedad. Sin duda, también el político.