Por primera vez, la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump se conocían en persona. Algo que Harris quiso dejar claro a los telespectadores al presentarse por su nombre a Trump y darle un apretón de manos, pues el magnate iba directo hacia su atril. Así comenzó este esperado e histórico cara a cara de ABC News en Filadelfia, Pensilvania, precisamente uno de los estados bisagra que ambos necesitan para su victoria en noviembre.
Los candidatos han llegado a esta cita muy igualados en las encuestas y saben que cada voto cuenta, por lo que este primer debate (y posiblemente único) es crucial para movilizar a los votantes. En esta campaña inédita en Estados Unidos, Harris tenía que aprovechar la oportunidad para darse a conocer y lanzar sus políticas.
Sin público, la primera pregunta de los moderadores fue sobre la economía. Un tema de suma importancia para el electorado estadounidense. Harris comenzó detallando su programa económico, defendiendo la “economía de oportunidades” y acusando a Trump de sólo querer ayudar a los ricos. “Donald Trump no tiene ningún plan económico para ustedes” como mucho, para los ricos. Además, recalcó la vicepresidenta, “el plan de Donald Trump va a hacer explotar el déficit”. E insistió en que el magnate está “más preocupado en defenderse a sí mismo que preocupado por ustedes” e impondrá un impuesto sobre las ventas a la clase media estadounidense.
“Es una marxista”
Trump recogió el guante y alardeó de no haber tenido inflación durante su mandato y tras relacionarla con Biden dijo que Harris “no tenía ningún plan”. “Es una marxista. Su padre era un profesor marxista de Economía y se lo ha enseñado muy bien”. Poco después, el aspirante a la Casa Blanca aprovechó el bloque económico para meter una de sus bazas: la inmigración.
“21 millones de personas” cruzan mensualmente la frontera hacia Estados Unidos bajo la presidencia de Joe Biden, “la mala inmigración es lo peor que le puede pasar a la economía”.
Mientras Harris responde, Trump ha tomado la actitud de no mirarla. Se queda observando hacia el frente, hacia los moderadores. Mientras que Harris sí que le mira durante su turno de palabra y reacciona y gesticula ante los comentarios y cifras de Trump.
La polémica de los perros
“Se están comiendo a los perros. Se están comiendo a las mascotas de la gente que vive” en Springfield, Ohio, aseveró Trump al seguir hablando de inmigración. A pesar de que el presentador, David Muir, le advierte que el alcalde ha asegurado que no hay pruebas de esta afirmación, Trump continúa: “He visto a gente en televisión diciendo ‘se han llevado a mi perro y lo han utilizado como comida'”, insiste el expresidente.
“Hablando de extremos”, comienza irónicamente Harris su respuesta ante la conspiración que acaba de soltar el republicano en horario de máxima audiencia.
El aborto y las “ejecuciones”
Otro tema en el que los aspirantes a la Casa Blanca se enzarzaron es en la polémica cuestión del derecho al aborto en Estados Unidos. Trump contestó acusando a los demócratas “radicales” de querer permitir el aborto en el noveno mes de embarazo. Incluso, en su opinión, el ‘número dos’ de Harris, Tim Walz, ha abogado por el “aborto en el noveno mes”. El magnate no se moja y alude a que él ayudó a que fueran los estados los que deben decidir.
Los demócratas “quitarán la vida a un niño en el octavo mes, el noveno mes, e incluso después del nacimiento. Si nos fijamos en el ex gobernador de Virginia, él estaba dispuesto a hacer esto», llegó a decir Trump. “Ejecución en el noveno mes después del parto”, remachó.
“Vamos a ver muchas mentiras” en este debate, insistió Harris, quien ha estado encerrada durante estos últimos cinco días preparándose para esta batalla dialéctica con Trump.
“Ciertamente, Donald Trump no debería decirle a una mujer lo que tiene que hacer con su cuerpo”, sentenció Harris, en uno de los momentos álgidos de la noche. La aspirante demócrata a la Casa Blanca prometió que si era elegida presidenta y el Congreso aprobaba un proyecto de ley para restablecer las protecciones que antes garantizaba el caso Roe vs Wade, “lo firmaría con orgullo”. Es más, la vicepresidenta aprovechó para compartir historias dramáticas de mujeres embarazadas que no fueron atendidas o tuvieron que salir del estado por las restrictivas leyes y en estados que no hay excepciones ni por violación ni por incesto. Y advirtió que si Trump es reelegido firmará la ley del aborto a nivel estatal.
“Es mentira, no voy a firmar ninguna prohibición”, respondió Trump. “No estoy en contra, pero eso no importa, porque no se va a conseguir el voto necesario para ello”. El republicano también dijo ser “el adalid” de la fecundación in vitro.
Arrinconado en este asunto, Trump comenzó con los ataques personales contra el presidente Joe Biden. “Su jefe si le podemos llamar jefe, porque está todo el día en la playa”, aseveró.
Inmigración y seguridad fronteriza
Los moderadores dieron paso al bloque sobre la inmigración y la seguridad fronteriza. Este asunto interesa en los estados fronterizos y es una de las cuestiones de esta campaña.
La política migratoria de la Administración Biden ha sido “un fraude”, explicó el candidato republicano.”Terroristas, rateros… la criminalidad en Venezuela y en todos los países del mundo está bajando porque se vienen a nuestro país”, lanzó Trump. “Están destruyendo el tejido de nuestro país. Aquí la criminalidad está disparada. El ‘crimen migrante’ está a niveles que nadie pensó que era posible”.
Harris aquí estuvo rápida al recordarle a Trump que es él quién esta siendo juzgado en varias causas por delitos económicos e incluso por crímenes como acoso sexual.
El tema de la raza y el tamaño de los mítines
Sobre la raza de Harris, Trump, de 78 años, el republicano confesó que había leído “que no era negra. Luego leí, que era negra. Eso depende de ella”. Harris le respondió con que era una “tragedia que tengamos a alguien que quiere ser presidente y que a lo largo de su carrera ha intentado sistemáticamente utilizar la raza para dividir al pueblo estadounidense”.
“En sus mítines habla de personajes ficticios como Hannibal Lecter, menciona que las turbinas eólicas causan cáncer, y lo que también notaréis es que la gente comienza a abandonarlos antes de tiempo, por agotamiento y aburrimiento“, indicó Harris, un tema espinoso para Trump.
Aquí sí, el magnate, visiblemente irritado, criticó que nadie va a los mítines de Harris y que nadie se va de los suyos. “Son los mayores y más increíbles en la historia de la política”.
Política internacional
Trump hizo duras críticas y amenazó que si él no llega a la Casa Blanca estaremos en una “tercera guerra mundial”.
“Los líderes de todo el mundo se ríen de Donald Trump. Quiere ser un dictador desde el día uno”, y recordó que autócratas como Vladimir Putin o Kim Jong Un le apoyan “porque saben manipularle”.
Es más, la aspirante demócrata anunció que “si Trump fuera presidente, Putin estaría ahora mismo en Kiev”. En su opinión, la “agenda de Putin no se limita solo a Ucrania” y que, si fuera por Trump, “Putin estaría en Kiev con la vista puesta en el resto de Europa, empezando por Polonia”.
Trump ha criticado la política exterior de Biden y momentos como la salida de Afganistán. Asimismo, volvió a recalcar que si él fuera el presidente podría haber puesto fin a la invasión rusa de Ucrania.
Otro de los momentos estelares, es cuando Trump acusó a Harris de ser Biden. “Ella es Biden”. Harris tuvo que afirmar que “Trump compite contra mí, no contra Biden”. E incluso que ella no es Biden, ni tampoco Trump.
¿Quién ha ganado?
Al terminar el debate, ambas campañas anunciaron que sus respectivos candidatos habían ganado el debate. Si en el cara a cara anterior, el del 27 de junio, entre Trump y Biden, no hubo dudas de quién fue el vencedor, esta vez no es tan tajante la victoria de los aspirantes a la Casa Blanca. Eso sí, el equipo de Harris ya ha pedido un segundo debate en octubre, mientras que el de Trump ha acusado a los moderadores de ABC News estar en el bando de la demócrata, por lo que ha sido un “tres contra uno”.