Cuando pensamos en la fiesta nacional de España, el 12 de octubre, nos vienen a la cabeza cazas de guerra surcando los cielos, dejando atrás una estela roja y amarilla. Desfiles militares que recuerdan la potencia española, vinculando este día de orgullo patriótico con el ámbito de la Defensa. Pero, aunque otros países también lo celebran de manera parecida —Francia, Grecia y Polonia, por ejemplo—, lo cierto es que España es relativamente única en la Unión Europea a la hora de celebrar de esta manera su día nacional. La mayoría de sus países aprovechan la ocasión para celebrarlo de manera mucho más distendida y jovial.
Celebrar el éxito militar
En España, el Día de la Fiesta Nacional se celebra el 12 de octubre, fecha que conmemora el descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492 —y que marcó el inicio de la expansión del Imperio español. Por eso, la celebración tiene un fuerte componente militar, reflejando la histórica relación de España con su ejército y el papel crucial que este ha jugado en la defensa del país y en la creación de su imperio. El gran momento es el desfile militar en Madrid, organizado por el Ministerio de Defensa, que incluye la participación de todas las ramas de las Fuerzas Armadas: Ejército de Tierra, Armada y Ejército del Aire, así como la Guardia Civil y la Policía Nacional.
Francia también celebra su día nacional con un gran desfile militar. El 14 de julio, conocido como el Día de la Bastilla, conmemora la toma de la prisión de la Bastilla en 1789, un evento simbólico de la Revolución Francesa y del fin del Antiguo Régimen. El desfile militar en los Campos Elíseos de París es el más antiguo y uno de los más grandes de Europa, con la participación de todas las fuerzas armadas, así como de tropas extranjeras invitadas. Y, aunque es un evento militar, está profundamente vinculado a los valores republicanos de libertad, igualdad y fraternidad. Recuerda la historia militar de Francia, pero también su papel como defensora de estos valores en todo el mundo. Aparte del desfile, las celebraciones incluyen fuegos artificiales, bailes populares y otros eventos en todo el país.
Polonia también celebra sus dos fechas clave con mucha influencia militar. El 3 de mayo conmemora la Constitución de 1791, la primera en Europa y la segunda en el mundo, un símbolo del intento de reforma y modernización del país antes de ser particionado por sus vecinos. La otra fecha es el 11 de noviembre, el Día de la Independencia, que marca el regreso de Polonia como nación soberana en 1918, después de más de un siglo de particiones entre Rusia, Prusia y Austria. Ambas fechas incluyen desfiles militares, especialmente el 11 de noviembre, que se celebra con gran pompa en Varsovia. Pero la celebración incluye además actos religiosos y patrióticos para reforzar la unidad nacional.
Defensa… y Cultura
También está Grecia, que celebra su Día de la Independencia el 25 de marzo, la fecha que conmemora el inicio de la Guerra de Independencia contra el Imperio Otomano en 1821. Grecia estuvo bajo el dominio otomano durante más de 400 años, y la lucha por la independencia fue larga y sangrienta. Por eso, el 25 de marzo se celebra con desfiles militares en Atenas y otras ciudades importantes, además de desfiles estudiantiles que simbolizan la importancia de la juventud en la continuidad del legado nacional. Pero las celebraciones también incluyen ceremonias religiosas muy importantes, ya que la fecha coincide con la fiesta de la Anunciación, lo que refuerza el vínculo entre la independencia nacional y la fe ortodoxa griega. Lo que el énfasis en lo militar refleja es el reconocimiento del papel fundamental que desempeñaron las fuerzas armadas y los combatientes en la lucha por la libertad, pero no es el único enfoque.
En Italia, el Día de la República se celebra el 2 de junio, en conmemoración del referéndum de 1946 que puso fin a la monarquía y estableció la república. Aunque el evento central sí que es un desfile militar en Roma, la celebración en general tiene un enfoque más cívico que militar, para destacar el valor de la república y la democracia. Los italianos se toman el día como una oportunidad para celebrar la unidad del país y la importancia de las instituciones democráticas que surgieron tras la Segunda Guerra Mundial. Por eso, aunque el desfile cuenta con la participación de las fuerzas armadas, la atención se centra en el aniversario de la república como un hito en la historia contemporánea de Italia, con eventos culturales y muchas fiestas.
El patriotismo como fiesta
Luego están los países que contrastan con España porque sus fiestas nacionales se centran en la alegría y la celebración. En Suecia, el Día Nacional, celebrado el 6 de junio, tiene un tono completamente jovial. Originalmente, la fecha conmemoraba la elección de Gustavo Vasa como rey en 1523 y la promulgación de una nueva constitución en 1809, eventos clave en la construcción del Estado sueco moderno. Sin embargo, no fue hasta 1983 que el 6 de junio fue declarado Día Nacional, y en 2005 se convirtió en día festivo. Allí las celebraciones son sobre todo cívicas y culturales, con ceremonias de izado de la bandera, eventos familiares y actividades locales. El ejército tiene una presencia mínima en las conmemoraciones, y el enfoque está en la historia, la cultura y los valores democráticos de Suecia.
Otros países lo celebran bebiendo. En Irlanda está el popular Día de San Patricio, el 17 de marzo, una festividad que honra al patrón de Irlanda y que ha evolucionado hasta convertirse en una celebración de la cultura y el patrimonio irlandeses, tanto dentro como fuera del país. Aunque en sus inicios tenía un carácter religioso, hoy en día los desfiles, la música, el baile y los eventos familiares son el centro de la celebración. A diferencia de España o Francia, no hay una presencia militar en las festividades, y el día se asocia más con el orgullo cultural —y con el alcohol— que con la historia militar de Irlanda. La asociación con la cerveza es tal que muchos otros países celebran también San Patricio con fiestas en los bares.
Igual que en los Países Bajos, donde la principal celebración nacional es el Día del Rey, que se celebra el 27 de abril en honor al cumpleaños del rey Willem-Alexander. Aunque en el pasado esta festividad también tuvo algún componente militar, en la actualidad es un día dedicado más a la cultura popular y la celebración comunitaria. En todo el país, las calles se llenan de mercadillos, conciertos y festivales, con el color naranja predominando como símbolo de la Casa de Orange-Nassau. La celebración no tiene un enfoque militar, sino que se centra en la identidad nacional, la unidad y el orgullo por la monarquía holandesa. En contraste con las celebraciones militares de España, el Día del Rey es un evento principalmente festivo y cultural, donde los ciudadanos participan en actividades organizadas a nivel local y se pasan el día bebiendo en las calles, muy animados.