Alexandra Hildebrandt, de 66 años, directora del Museo del Muro en el Checkpoint Charlie de Berlín y activista de derechos humanos, dio a luz a su décimo hijo, un niño llamado Philipp, el pasado 19 de marzo. “Volveré a la oficina pronto, no hay otra opción”, declaró, reflejando su fuerte compromiso profesional incluso tras un embarazo que ha sido calificado como una “rareza absoluta” por el equipo médico del Hospital Universitario Charité, donde dio a luz el pasado 19 de marzo. La intervención fue una cesárea, la octava que se le practica, sin que haya sufrido complicaciones graves.
Hildebrandt afirma nunca haberse sometido a tratamientos de fertilidad, y atribuye sus embarazos a un estilo de vida saludable: no fuma, no bebe, come de forma equilibrada, nada y corre regularmente, y nunca ha usado anticonceptivos.
Aunque embarazos en edades avanzadas suelen considerarse de alto riesgo, especialmente después de los 35 años —una etapa que en términos médicos se conoce como “embarazo geriátrico”—, el caso ha sorprendido por desarrollarse sin complicaciones graves. El bebé nació con 3.550 gramos y 50 centímetros, y aunque necesitó inicialmente ayuda para respirar, se encuentra estable.
“Lo que cuenta es el amor, la salud y la energía para criar”
“Una familia numerosa no solo es algo maravilloso, sino que, sobre todo, es importante para criar a los niños adecuadamente”, asegura que todos han recibido con alegría al nuevo integrante. Hildebrandt, originaria de Kiev, ha tenido ocho de sus diez hijos después de los 53 años, todos por cesárea. Su familia incluye a los gemelos Elisabeth y Maximilian (12 años), Alexandra (10), Leopold (8), Anna (7), Maria (4), Katharina (2) y Philipp, además de dos hijos mayores de relaciones anteriores: Svetlana (45), médica, y Artjom (36).
Con firmeza, Hildebrandt rechaza los estereotipos asociados a la edad y la maternidad. “Lo que cuenta es el amor, la salud y la energía para criar”, expresó.
No solo desafía las convenciones sociales sobre la maternidad en edad avanzada, sino también las expectativas sobre el rol profesional de las mujeres tras el parto. Desde su entorno laboral y familiar, aseguran que mantiene un ritmo de vida intenso, y que su regreso al museo es inminente.