En Corea del Sur, un país que ostenta una postura conservadora hacia el sexo y el entretenimiento para adultos, la propuesta de un festival sexual prometía ser un evento sin precedentes. La idea era reunir a cerca de 5.000 entusiastas en torno a actores y actrices porno japoneses, moda bondage y juguetes sexuales. Deseaban convertir lo tabú en tema de una celebración abierta. Sin embargo, la realidad cultural y las rigurosas regulaciones intervinieron, culminando en una cancelación abrupta a tan solo 24 horas del pistoletazo de salida. Esta es la curiosa historia del festival sexual de Corea. Un evento que, hasta la fecha, era desconocido para millones de personas en todo el mundo.
El festival sexual de Corea… que nunca fue
Originalmente concebido por Lee Hee Tae y su compañía, Play Joker, el festival sexual de Corea prometía ser un espacio pionero para la expresión sexual en Corea del Sur. La programación incluía desfiles de moda con temática bondage y una amplia muestra de juguetes sexuales, además de juegos para adultos que implicaban interacciones corporales inusuales, como hacer estallar globos entre los cuerpos de los participantes. La expectativa era alta, pero la resistencia no se hizo esperar.
Grupos de derechos de las mujeres en Suwon, la ciudad anfitriona del evento, manifestaron su rotundo rechazo. Denunciaron el evento como una posible fuente de explotación femenina en un país donde la violencia de género sigue siendo un problema grave. Las autoridades locales se sumaron a la protesta, condenando la cercanía del evento a instituciones educativas y amenazando con revocar sus licencias.
La resistencia cultural y legal
La lucha de las mujeres de Suwon para frenar el festival sexual de Corea
En Corea del Sur, las leyes prohíben estrictamente la desnudez pública y la distribución de material pornográfico. La propuesta del festival sexual de Corea se enfrentó a estas barreras legales, además de a un profundo estigma social hacia cualquier manifestación abierta de sexualidad. A pesar de que Lee aseguraba que el festival no incluiría desnudez ni actos sexuales explícitos, las autoridades y la opinión pública se mantuvieron firmes en su postura de rechazo.
Las diferentes voces durante la polémica
Mientras que la oposición al festival sexual de Corea fue muy sonada, también surgieron voces a favor de una mayor apertura hacia la sexualidad en el país asiático. Defensores del evento argumentaron que este representaba una oportunidad para educar y explorar la sexualidad de manera segura y consentida. Sin embargo, figuras como Go Eun-chae, de la “Línea Directa de Mujeres de Suwon”, contrarrestaron estas afirmaciones. Denunciaron la cosificación y la explotación como riesgos inevitables del evento.
A pesar del fracaso en la realización del festival sexual de Corea, Lee y su compañía no han desistido en su intento de cambiar las actitudes hacia el sexo en su país. Los planes para reintentar la organización del festival, ahora con el apoyo de algunos políticos, sugieren un posible cambio gradual en las percepciones sociales. Especialmente, entre la población más joven. El futuro de eventos similares dependerá de la capacidad de la sociedad surcoreana para equilibrar el respeto por las tradiciones con la aceptación de nuevas formas de expresión cultural. Y, por supuesto, de apostar por una equidad real y una visión que no cosifique a las mujeres.