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Cumbre de Paz de Zelenski: Ucrania busca garantías que eviten que Rusia les vuelva a invadir

Se espera que acudan más de 100 países a este encuentro diplomático, pero no se han desvelado cuáles son para evitar presiones por parte del Kremlin y de China, que no acudirán a la cita

Suiza

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski a su llegada a Suiza. Es recibido por Iryna Wenediktowa, la embajadora ucraniana, y Manuel Irman Efe

La Cumbre se celebra en Lucerna (Suiza central), junto a un lago, donde lo sosegado del entorno contrasta con los temas que se van a abordar: la vorágine de la guerra de Ucrania, sus consecuencias para Europa –y para el resto del mundo– y cuál puede ser el camino para detener la contienda bélica de una forma duradera.

Para el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski –precursor de la Cumbre– se trata del acontecimiento diplomático más importante que se celebra desde que comenzó la invasión rusa. Y lo cierto es que va a reunir a más de cien países: todos los aliados de Kiev, pero también algunos que no están en ese bloque, ya que la invitación se ha hecho extensible a todos los miembros del G7 y del G20, los países BRICS y otros que no se encuentran en los grupos citados.

También se ha requerido la presencia de tres organizaciones internacionales –la ONU, la OSCE y el Consejo de Europa– y los representantes religiosos del Vaticano y del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla.

No obstante, la lista definitiva de asistentes se mantiene en secreto para evitar presiones por parte del Kremlin y de China, que tenía su propia “fórmula de paz” para esta guerra: Pekín propone que Ucrania ceda el territorio actualmente ocupado por Rusia –un 20 por ciento del país–, algo que los ucranianos descartan por completo. Así que con esta vía en punto muerto, todas las esperanzas se depositan ahora en Suiza.

Detener a Rusia, pero sin Rusia

El país agresor, Rusia, no está invitado a esta primera Cumbre de Paz. Algo que, a priori, resulta extraño por ser uno de los dos pueblos enfrentados en el campo de batalla. Pero Zelenski alega que los continuos bombardeos rusos sobre Ucrania –que está misma semana han azotado la ciudad natal del presidente, Krivoi Rog, matando a nueve personas e hiriendo a varias decenas– son motivo suficiente de la falta de interés de Rusia para acabar con las hostilidades.

Otros líderes, como el presidente de Brasil, Lula da Silva, no han dudado en calificar la Cumbre de “un sinsentido” por la ausencia de uno de los dos países implicados, y se presupone que tampoco acudirán los socios preferentes de Putin: Corea del Norte, Irán, Venezuela o Cuba –donde la armada rusa se encuentra desplegada en estos momentos haciendo maniobras nucleares–.

Seguridad nuclear

La seguridad nuclear es, precisamente, uno de los diez puntos que conforman la fórmula de paz de Zelenski. En esta primera Cumbre se abordarán tres de ellos: además de hablar de seguridad nuclear, se hablará de seguridad alimentaria y de la liberación de prisioneros y deportados ucranianos –entre los que hay más de 19.000 menores y niños–.

Este último es uno de los temas más candentes, ya que esta semana se desvelaba otro escándalo relacionado con el secuestro de menores ucranianos por parte de Rusia, y es que algunos de estos niños han aparecido en páginas web de adopción. También se han denunciado casos de adolescentes ucranianos deportados que, al cumplir los 18 años en territorio ruso, han sido reclutados por el Ejército del Kremlin y llevados al frente de combate a luchar contra sus compatriotas.

Suiza

La bandera ucraniana en la sala donde se reunirán este fin de semana los mandatarios en busca de la paz

En cuanto a los prisioneros de guerra ucranianos, Rusia tampoco está cumpliendo con los Convenios de Ginebra, ni está respetando sus Derechos Humanos. Todos los ucranianos que han sido intercambiados hasta la fecha denuncian torturas sobrecogedoras, aseguran que no han recibido asistencia médica, y que además han estado completamente incomunicados. Lo que se traduce en que sus familias no saben si están vivos o muertos.

Gira internacional de Zelenski

La fórmula de paz ucraniana se basa en la Carta de las Naciones Unidas, y establece la integridad territorial de Ucrania como una de las premisas irrenunciables para poner un punto y final a la guerra. No obstante, tanto Zelenski como sus socios son conscientes de que una Cumbre no va a detener el derramamiento de sangre de forma inmediata. Por lo que los acuerdos bilaterales con países como Estados Unidos o Alemania han precedido a esta cita diplomática.

El presidente ucraniano ha participado a lo largo de la semana en la Conferencia para la Reconstrucción –que se ha celebrado en Berlín–, y en el último encuentro del G7 que ha tenido lugar en Italia. En este último escenario, se ha rubricado uno de los convenios más relevantes: Zelenski y Biden han renovado su acuerdo sobre la defensa de Ucrania para los próximos 10 años.

Biden garantiza así el suministro de armas y se compromete a enviar instructores militares a suelo ucraniano –que no tropas de combate–, para mejorar las capacidades de disuasión de Ucrania. Con este gesto, Estados Unidos intenta tranquilizar a Europa ante la posibilidad de que Trump vuelva a ocupar la Casa Blanca después de las elecciones presidenciales de otoño.

Apoyo español

Cabe esperar que España sea uno de los países que asistan a la Cumbre de Paz de Zelenski, pero donde ya ha hecho acto de presencia es en el encuentro que ha mantenido el Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania de la OTAN –este jueves– en Bruselas.

Allí se han dado cita los titulares de Defensa de los países miembros de la Alianza Atlántica y su homólogo ucraniano, Rustem Umerov. Margarita Robles, por su parte, ha reiterado una vez más el apoyo del Gobierno español a Ucrania, y ha destacado el esfuerzo que la industria española de defensa está realizando para adaptar sus capacidades de producción a las necesidades ucranianas.

La de Ucrania se ha convertido en la gran guerra de Europa en lo que llevamos de siglo XXI, y sus consecuencias han hecho que se disparé la inversión en Defensa en todos los países de la Unión Europea. También que se emprenda una carrera armamentística que nadie esperaba ya. Queda por ver si estos dos días de encuentros diplomáticos en Suiza suponen un punto de inflexión, y logran frenar esta escalada en el seno de Europa.