Cuba se encuentra inmersa en una de las crisis económicas más graves desde la revolución de 1959. La situación ha alcanzado tal nivel de gravedad que el gobierno ha declarado una economía de guerra, implementando una serie de medidas drásticas para intentar estabilizar el país. Este artículo analiza los acontecimientos recientes en el país caribeño, el concepto de economía de guerra y las medidas específicas adoptadas por el gobierno cubano para plantar cara a la crisis.
¿Qué está pasando en Cuba?
La economía cubana ha sido sacudida por una serie de eventos adversos que han llevado al país a una situación crítica. Los ciudadanos lidian con una escasez severa de productos básicos y medicinas, similar o peor que la vivida durante el “Período Especial” de los años 90, tras el colapso de la Unión Soviética. La inflación se disparó al 30% en 2023, y la economía se contrajo un 2%. Todo ello exacerbó la ya difícil situación económica de Cuba.
El gobierno cubano ha solicitado ayuda internacional, como la del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, para mantener la distribución de leche subsidiada a los niños menores de siete años. Estas circunstancias reflejan un contexto de extrema dificultad. La vida cotidiana de los cubanos se define ahora por la lucha constante para acceder a bienes esenciales. Por ello se ha puesto en marcha la economía de guerra.
¿Qué es una economía de guerra?
El término economía de guerra se refiere a un sistema económico en el que un país orienta la mayor parte de sus recursos hacia la supervivencia y el esfuerzo nacional. Por norma general, se suele activar en respuesta a una crisis extrema, como un conflicto bélico o una catástrofe económica. En una economía de guerra, el gobierno toma el control total de la economía. Implementa medidas severas como las siguientes:
- El racionamiento de bienes
- La reorientación de la producción hacia necesidades críticas
- La restricción de ciertos derechos económicos para garantizar la estabilidad y la supervivencia del país.
En el caso de Cuba, declarar una economía de guerra significa ajustar el presupuesto público a las condiciones extremas, priorizando la estabilidad y la distribución de recursos esenciales. Este enfoque implica suspender inversiones no cruciales, implementar controles de precios y aumentar la supervisión y regulación de todas las actividades económicas, tanto en el sector estatal como en el privado.
Estas son las medidas tomadas para salvar la economía cubana
El gobierno cubano ha anunciado un conjunto de medidas drásticas para enfrentar la crisis y tratar de revertir la situación económica. Estas medidas buscan corregir los desequilibrios macroeconómicos, aumentar el flujo de divisas y estimular la producción nacional de alimentos, entre otros objetivos. A continuación, se detallan las principales medidas adoptadas:
- Recorte presupuestario: Se ha implementado un recorte significativo en el presupuesto público. Esto incluye la suspensión de inversiones no esenciales, permitiendo que los recursos disponibles se dirijan hacia áreas críticas que requieren atención inmediata.
- Política de precios únicos: Una de las medidas más destacadas es la implementación de una política de precios únicos para estabilizar el mercado y evitar la especulación. Este control de precios se aplicará “en igualdad de condiciones para todos los sujetos de la economía”, afectando tanto al sector estatal como al no estatal. Aunque los detalles aún son escasos, se anticipa que esta medida impactará significativamente a las empresas privadas que operan en Cuba desde el levantamiento de la prohibición en 2021.
- Reducción de la evasión fiscal: El gobierno ha anunciado un esfuerzo renovado para reducir la evasión fiscal, con el objetivo de aumentar los ingresos públicos y financiar los programas de ayuda y estabilización económica. Este esfuerzo implica una mayor supervisión y control sobre las actividades económicas para asegurar el cumplimiento de las obligaciones fiscales.
- Estimulación de la producción nacional: Para enfrentar los desequilibrios macroeconómicos y reducir la dependencia de importaciones, se están tomando medidas para estimular la producción nacional de alimentos. Este enfoque busca aumentar la autosuficiencia y garantizar el suministro de productos básicos a la población.
- Control de precios en productos básicos: Según fuentes extraoficiales, el gobierno ha establecido contactos con el sector privado para comunicarles la aplicación de topes de precios en productos básicos como la leche en polvo, el detergente, el pollo y el aceite. Esta medida pretende hacer los productos esenciales más accesibles a la población, aunque los detalles sobre la lista completa de productos y la fecha de implementación aún no se han anunciado.
- Planificación y control: El primer ministro cubano, Manuel Marrero, subrayó la necesidad de una planificación estricta y un control exhaustivo en la situación actual. La economía de guerra requiere una coordinación meticulosa y la supervisión de todas las actividades económicas para asegurar que los recursos se utilicen de manera eficiente y efectiva.