Geopolítica

¿Cuál es el país del año según ‘The Economist’?

Polonia, Suráfrica, Argentina, Siria, Bangladés... El prestigioso semanario cierra 2024 con el anuncio de las naciones que más han mejorado en comparación con el año anterior

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¿Cuál es el mejor país en 2024? Shutterstock

En este 2024, el año en el que medio mundo acudió a las urnas, son muchos los cambios que han sucedido a lo largo del planeta. El más reciente ha sido Siria, donde los rebeldes islamistas han tumbado la dictadura de los Asad, un régimen autocrático que llevaba más de 50 años gobernando con puño de hierro el país árabe. Pero, ¿es Siria el país del año para “The Economist”?

Cada año, el prestigioso semanario escoge a la nación que más ha mejorado en comparación con los 12 meses anteriores. “El ganador no es el lugar más rico, feliz o virtuoso”, justifican en la publicación. En “The Economist” reconocen que el debate es intenso en la redacción y seguramente, al igual que ocurrió cuando coronó a España como la mejor economía avanzada de 2024, sean muchos los que no coincidan. Pero es su particular premio a las naciones más sobresalientes.

Los galardonados anteriores

Para tener una idea de por dónde han ido los tiros en años anteriores, el semanario británico eligió a Colombia, por poner fin a una guerra civil, a Ucrania, por resistir a una invasión no provocada o a Malawi, por su proceso democrático. El año pasado, en 2023, el país galardonado fue Grecia, “por salir de una larga crisis financiera y reelegir un gobierno centrista sensato”.

Este 2024, “The Economist” asegura que son cinco los países que han llegado a la “final”.

Uno de los países que más han valorado ha sido Polonia. En el semanario aplauden el esfuerzo del primer ministro polaco, Donald Tusk, ganador de las elecciones parlamentarias en 2023. Tusk se ha pasado “el año intentando reparar los daños causados por su predecesor”: el partido Ley y Justicia (PiS). El Pis había estado al frente de Polonia durante ocho años en los que erosionó “las normas democráticas liberales al hacerse con el control de los tribunales, los medios de comunicación y las empresas, siguiendo el modelo de Viktor Orban en Hungría”.

Reparación en Polonia

Así, en “The Economist” ven con buenos ojos que Tusk haya iniciado un largo camino hacia la reparación de las instituciones polacas y que Polonia se haya convertido en uno de los pilares de la seguridad europea con “su gran Ejército y el aumento del gasto en defensa”.

Sin embargo, el semanario británico también le afea a Tusk que se hayan recortado algunos aspectos constitucionales y que las relaciones entre Polonia y Alemania sigan siendo malas.

Suráfrica

“The Economist” también ha puesto el foco es Suráfrica. La prestigiosa publicación aprecia que el partido que ha gobernado desde el fin del apartheid, en 1994, haya perdido la mayoría parlamentaria por primera vez. “Los votantes estaban hartos del fracaso económico, agravado por los peces gordos del partido gobernante que destripaban y saqueaban los órganos del Estado”, reza el artículo, que afirma que los nuevos dirigentes, que gobiernan en coalición con Alianza Democrática, son más razonables. Con todo, apunta el semanario, “la nueva coalición tendrá dificultades para resolver problemas acuciantes como el desempleo y la delincuencia”.

La Argentina de Milei

El tercer país que ha llegado a la final en este 2024 es Argentina. Sobre todo por las reformas económicas llevadas a cabo por el nuevo presidente, Javier Milei, que asumió el cargo hace ya un año. “Las políticas de Argentina han sido nefastas durante mucho tiempo, con gastos despilfarradores, inflación elevada, tipos de cambio múltiples e impagos en serie”, se puede leer en el artículo. No obstante, el presidente “anarcocapitalista”, ha puesto en marcha “el experimento de libre mercado más radical del mundo, recortando drásticamente el gasto público y desregulando”. Según “The Economist”, el resultado es positivo. “La inflación y el coste del crédito han caído y la economía ha vuelto a crecer en el tercer trimestre”. Sin embargo, advierten de que “Argentina sigue teniendo una moneda sobrevalorada, y el apoyo público a la terapia de choque puede no ser duradero”.

Argentina

El presidente de Argentina, Javier Milei, cumple un año en el poder

La nueva Siria

El segundo lugar y casi rozando el oro, ha sido para Siria. “The Economist” describe los tiempos de Asad como “medio siglo de depravada dictadura dinástica”. En el artículo recuerdan que en los últimos 13 años ,”la guerra civil y la violencia del Estado han matado a unas 600.000 personas”, que el régimen de Bachar al Asad usó armas químicas y también que torturó a quienes “percibía como opositores”. Asimismo, recuerdan que Siria era un narco estado que “recurrió al tráfico de drogas a escala industrial para obtener dinero”. La caída de Asad ha supuesto “una alegría para los sirios y una humillación para sus partidarios autocráticos: Rusia, que le prestó su fuerza aérea para lanzar bombas de barril, e Irán, que contaba con Siria (junto con Hamás y Hizbulá) como parte de su “eje de resistencia”.

A pesar de que tachen a Asad como “el peor tirano derrocado en 2024”, desde “The Economist” advierten que la calidad de quienes le sustituyan es importante. Temen que Hayat Tahrir al Sham (HTS), el grupo rebelde que estuvo afiliado a Al Qaeda y que ahora controla Damasco, imponga una autocracia islamista.

Siria

Manifestación en Siria para pedir un gobierno inclusivo tras la caída de Asad

Bangladés

Así, llegamos al primer puesto, al mejor país de 2024. Se trata de una nación que también derrocó a un autócrata, en este caso, una autócrata. En agosto, los estudiantes de Bangladés salieron a protestar contra Sheikh Hasina, la primera ministra durante 15 años.

Con su tenacidad en las calles obligaron a Sheikh Hasina a abandonar el poder. “Hija de un héroe de la independencia, presidió un rápido crecimiento económico. Pero se volvió represiva, amañando elecciones, encarcelando a opositores y ordenando a las fuerzas de seguridad disparar a los manifestantes. Bajo su mandato se robaron enormes sumas de dinero”, se puede leer en el artículo.

Los desafíos

En cuanto a los retos a los que se enfrenta Bangladés tras la huida de Sheikh Hasina, “The Economist” recuerda que “Bangladés tiene un historial de violencia vengativa cuando el poder cambia de manos” y que el extremismo islámico “es una amenaza”. Pero hay motivos para el optimismo. “Hasta ahora la transición ha sido alentadora. Un gobierno tecnocrático provisional, dirigido por Muhammad Yunus, premio Nobel de la Paz, cuenta con el apoyo de los estudiantes, el Ejército, las empresas y la sociedad civil”, valora la publicación.

Bangladés

Activistas del movimiento Estudiantes contra la Discriminación guardan un minuto de silencio en el marco de la marcha por carretera denominada «Semana de la Resistencia» en el campus de la Universidad de Dhaka, en Dhaka en agosto

De momento, se ha restablecido el orden y la economía se ha estabilizado. “En 2025 tendrá que reparar los lazos con India y decidir cuándo celebrar elecciones, asegurándose primero de que los tribunales sean neutrales y la oposición tenga tiempo de organizarse. Nada de esto será fácil”, auguran en el semanario. “Pero por derrocar a una déspota y avanzar hacia un gobierno más liberal”, Bangladés es el país del año para “The Economist”.

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