El futuro de Venezuela

González Urrutia continuará la lucha desde el exilio

El chavismo busca el olvido del ganador de las presidenciales en Venezuela para desactivar las críticas de fraude en las elecciones del 28 de julio

Venezuela
Una simpatizante del candidato opositor a la Presidencia de Venezuela, Edmundo González Urrutia, en la puerta de la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid). Edmundo González Urrutia ha llegado a Madrid en un avión de las Fuerzas Aéreas españolas. EFE/ Borja Sánchez-trillo

Un lunes del año 2008, el joven historiador alemán Georg Eickhoff llegó a su oficina, en la Fundación Konrad Adenauer, en Caracas, para estrenarse como representante de esta fundación política alemana.
Para cualquiera, este inicio… nuevo empleo, nuevo país, nuevo continente, otra lengua… hubiera podido ser difícil y tomarle semanas enterarse de quién es quién y por dónde empezar. Pero Eickhoff contó con una ventaja. A las nueve de la mañana recibió en su despacho a Edmundo González Urrutia, quien estaba allí para recibirlo en su rol de coordinador del Grupo Ávila, que reunía una veintena de ex-embajadores de carrera que habían sido despedidos por Chávez, quien alteró la tradición consular de Venezuela para dar un volantazo hacia las relaciones internacionales con sesgo ideológico.

Edmundo

Edmundo González Urrutia durante un acto de campaña en La Victoria

Durante los cinco años que permanecería Eickhoff en Caracas, González y el Grupo Ávila, que se reunía todos los lunes en la sede la Konrad Adenauer, fueron, a su decir, sus “más estrechos consejeros y maestros”.

—Edmundo -dice Eickhoff- tiene autoridad natural por su profesionalismo y buen juicio. La diplomacia, su segunda naturaleza, le ha permitido tener una muy amplia red de contactos muy diversos políticamente. Es una figura que une. Ahora, es el presidente electo. Es el depositario de la voluntad del pueblo, símbolo de la soberanía nacional; y como tal, tiene el deber de resguardarse, así como la capacidad y libertad de escoger la forma de hacerlo. La tiranía quiere que su luz se apague en el exilio, pero va a brillar. Los venezolanos no lo van a abandonar porque él simboliza al país. Como él, gran parte de los ciudadanos que conforman la República y la Nación venezolana se encuentra fuera del territorio nacional.

Una carambola de la historia

En la actualidad, Georg Eickhoff es jefe de planificación de la misión de la Unión Europea en Ramala, Palestina, dedicada al apoyo de la reforma policial y judicial. Está casado con la politóloga caraqueña, Nazly Escalona, lo que quizá ha incidido en la constancia de su compromiso con Venezuela y la permanencia de sus lazos de amistad, como el que lo mantiene ligado al presidente electo Edmundo González Urrutia (75 años), quien llegó el domingo 8 de septiembre a Madrid, en sorpresiva salida de Venezuela, donde tenía orden captura por un juez del régimen de Maduro.

La oferta de España

El diplomático González Urrutia aceptó la oferta de España de resguardar su seguridad personal, amenazada por la dictadura venezolana, que ha detenido de manera ilegal unas 2.400 personas después de las elecciones presidenciales del 28 de julio. En principio, se alojó en la sede de la Embajada de Países Bajos, en Caracas, y el jueves de esta semana se trasladó a la de España, desde donde salió hacia el aeropuerto, en compañía de su esposa, Mercedes López, con quien está casado desde 1973.

Por qué Madrid

Como tantos venezolanos, la pareja presidencial escogió a Madrid como ciudad de residencia no solo por la excepcional buena acogida que España ha brindado a los nacionales del país caribeño, sino porque ya habían vivido unos años aquí, donde tienen un piso propio. De hecho, los González-López habían ido en abril de este año a Caracas con la idea de supervisar su casa y explorar la posibilidad de venderla, cuando el régimen de Maduro inhabilitó a la catedrática Corina Yoris -eventual remplazo de la inhabilitada María Corina Machado– y afloró su nombre como candidato de la unidad opositora.

La líder opositora venezolana María Corina Machado y el candidato a la presidencia de Venezuela Edmundo González Urrutia

La líder opositora venezolana María Corina Machado y el candidato a la presidencia de Venezuela Edmundo González Urrutia

—Se sorprendió Edmundo mismo y todo el mundo -comenta Eickhoff-. Su designación como candidato fue una carambola de la historia. Lo sé porque siempre intercambiamos mensajes de WhatsApp, muy breves. Nos entendemos. Hicimos un ‘brainstorming‘ sobre cómo hablar a la parte de la nación que hasta hace poco se identificaba con Hugo Chávez y sabe que hay que buscar nuevos caminos para ser una nación libre. Los resultados demuestran que él estuvo a la altura y salió bien la jugada. Es el presidente con más votos en la historia de Venezuela.

Un día triste para la democracia

Al pedirle un comentario sobre la conveniencia de la salida de González Urrutia de Venezuela (movida que dista de tener una percepción consensual entre los venezolanos), Eickhoff insiste en que González es el depositario de la soberanía nacional dentro y fuera del país. «Es su prerrogativa decidir cómo y dónde organizar su actividad. Cualquier opción tiene ventajas y desventajas. Más del 80 por ciento de los venezolanos quiere que González Urrutia asuma la presidencia para la cual fue electo. Ahora, la pelea es peleando. Los estrategas son profetas de su propia causa. Pero no tengo dudas, Venezuela será libre y Edmundo González es uno de los padres de la patria libre y soberana».

Venezuela

El candidato presidencial de la principal alianza opositora de Venezuela, Edmundo González Urrutia junto a la líder antichavista María Corina Machado

Quienes lo conocen, aseguran que González Urrutia dedicará los próximos meses a activar sus conexiones internacionales y a comparecer en diversos foros para exponer lo que ha ocurrido en Venezuela y procurar alianzas para el objetivo democrático.

Posturas divididas

A la hora de escribir esta nota, las posiciones están divididas. El régimen, desde luego, respira aliviado por no tener que mancharse las manos con la sangre de un hombre de 75 años, que recibió más del 70 por ciento de los votos en una elección plagada de obstáculos y de asedios. Pero la población, que equivale a decir “sus electores”, ven la huida desde ángulos contrapuestos. Para unos, González los dejó en la estacada y salvó el pellejo mientras varios miles están en la cárcel, las salas de torturas, perseguidos o en las rutas de la emigración desesperada.

El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dijo que este domingo era «un día triste para la democracia» por el exilio del triunfador de las elecciones en Venezuela «por una amplía mayoría», a causa de «la represión, persecución política y amenazas directas contra su seguridad y libertad».

Pero otros piensan que, tal como ha sido tradición en Venezuela, los dirigentes políticos deben zafarse de las garras de las dictaduras, trabajar en el extranjero para abonar a la libertad del país y regresar a este tras el desalojo del tirano. Para muchos, Edmundo González se ha guarecido en la cabecera de la hispanidad -y en su piso de Madrid- para que nada impida su toma de posesión el 10 de enero, como está pautado.