Unión Europea

Sin Sánchez en la carrera, el Consejo Europeo podría tener su primera presidenta

Tanto Antonio Costa como Pedro Sánchez, candidatos salpicados por escándalos, habrían sido los candidatos preferidos de Bruselas para la presidencia del Consejo Europeo

La primera ministra de Dinamarca

La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, en Copenhague Efe

Charles Michel, actual presidente del Consejo Europeo, concluirá su mandato en noviembre de 2024, dejando vacante uno de los puestos más importantes de la UE. En Bruselas, ya circulan rumores sobre quién será su sucesor, un cargo que tradicionalmente ha correspondido a los socialistas y que nunca ha sido ocupado por una mujer.

De haber renunciado como presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez habría sido uno de los posibles candidatos y, posiblemente, en el favorito. Pero su decisión lo excluye de una una lista que también incluye al ex primer ministro de Portugal, Antonio Costa, y a Mette Frederiksen, potencial primera presidenta femenina del Consejo.

Candidatos implicados

Antonio Costa era el candidato estrella hasta que un escándalo de corrupción lo obligó a dimitir como primer ministro de Portugal. El 7 de noviembre de 2023, la fiscalía portuguesa detuvo a Vítor Escária, jefe de gabinete de Costa, y nombró a João Galamba como sospechoso en una investigación sobre presunta corrupción en la minería de litio y la producción de hidrógeno verde, así como en acuerdos relacionados con un centro de datos.

Se realizaron más de 40 registros, incluidos algunos en edificios gubernamentales y locales, como la oficina de Escária y los ministerios de Infraestructuras y de Medio Ambiente y Acción Climática. Costa también está bajo sospecha de facilitar los acuerdos de litio e hidrógeno verde, y será investigado por el Tribunal Supremo de Justicia.

Ante esta situación, Costa anunció su renuncia, alegando que “la dignidad de las funciones del primer ministro no es compatible con ninguna sospecha sobre su integridad o su buena conducta, y mucho menos con la sospecha de haber cometido algún acto delictivo”. El presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, aceptó su renuncia el mismo día.

Un historial masculino

Desde 1975 hasta 2009, la presidencia del Consejo Europeo fue una posición no oficial, a menudo referida como el presidente en funciones, ocupada por el jefe de estado o de gobierno del estado miembro que ostentaba la presidencia rotatoria semestral. Sin embargo, desde el Tratado de Lisboa de 2007, el artículo 15 del Tratado de la Unión Europea establece que el Consejo Europeo nombra a un presidente a tiempo completo para un mandato de dos años y medio, renovable. Los nombramientos y destituciones requieren el apoyo de una mayoría doble en el Consejo Europeo.

Entre 1975 y 2009, solo dos mujeres ocuparon el cargo: Margaret Thatcher en 1981 y 1986, y Angela Merkel en 2007. Durante ese período, el Consejo tuvo un total de 70 presidentes.

El primer presidente oficial fue Herman Van Rompuy, que inauguró el cargo en 2009. Su mandato duró casi cinco años (4 años y 364 días), y perteneció al partido CD&V, miembro del Partido Popular Europeo. Donald Tusk, nacido en 1957 y originario de Polonia, sucedió a Van Rompuy. Asumió el cargo el 1 de diciembre de 2014 y concluyó su mandato el 30 de noviembre de 2019. Al igual que Van Rompuy, Tusk también estuvo en el cargo durante casi cinco años.

La Comisión Europea también tuvo líderes exclusivamente masculinos hasta que Ursula von der Leyen asumió el cargo en 2019.

Mette Frederiksen

¿Qué posibilidades tiene la danesa Mette Frederiksen de liderar el Consejo Europeo? De ser elegida, completaría el primer equipo de mujeres al frente de la UE, ya que es muy probable que von der Leyen y Roberta Metsola repitan como presidenta de la Comisión y del Parlamento, respectivamente.

Mette Frederiksen - Internacional

Mette Frederiksen en un evento social (EFE)

Sin embargo, Frederiksen no goza de tan buena reputación en Bruselas como Sánchez y Costa, principalmente debido a las controvertidas políticas migratorias de Dinamarca. Bajo su liderazgo, el país ha adoptado algunas de las políticas de inmigración más estrictas de Europa. En un principio, su política fue percibida como extrema en países como Suecia y Alemania.

En la última década, Dinamarca ha endurecido progresivamente su postura sobre la inmigración. En 2023, revocó los permisos de residencia a los refugiados sirios, declarando algunas partes de Siria, devastada por la guerra, como seguras para el retorno, aunque luego retrocedió tras recibir críticas internacionales. En 2021, aprobó una ley que podría permitir trasladar a los refugiados que llegan al país a centros de asilo en países asociados, como Ruanda, propuesta que fue criticada por la Comisión Europea. Además, consideró la posibilidad de detener a solicitantes de asilo en una isla remota.

Esta postura de Frederiksen sobre la inmigración podría debilitarla frente a sus colegas socialdemócratas europeos, cuyo apoyo necesita. Los socialdemócratas en Europa, como en Suecia, favorecen tradicionalmente un régimen de fronteras más abierto y han sido reacios a adoptar políticas que impliquen detener a más solicitantes de asilo en los confines exteriores de la UE o mantenerlos en centros de detención dentro de los estados miembros. Sin embargo, sin Sánchez en la carrera, las opciones se van reduciendo – algo que favorece a Frederiksen.

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