Elecciones

Condenados por violencia machista en la primera línea de la política en Francia

Quieren volver a la Asamblea francesa y ser candidatos en estas legislativas a pesar de las acusaciones y condenas en su contra

Damien Abad, Jérôme Peyrat y Adrien Quatennes KiloyCuarto

Son hombres influyentes, de derechas o de izquierdas, con asiento de diputado o puestos como coordinador nacional de partido, alcalde, ministro o asesor político de la presidencia de Francia hasta que denuncias de violencia de género les implicasen. Condenados o imputados, sin abdicar de sus cargos electivos. Ahora vuelven a estar en el punto de mira para presentarse a la Asamblea los próximos 30 de junio y 7 de julio, o intentarlo.

Jérôme Peyrat y Adrien Quatennens (condenados) y Damien Abad (imputado), cada uno a su manera, acumulan en el currículum la mezcla peligrosa de política y violencia contra la mujer. “Es un escándalo que en Francia se exijan los antecedentes penales a un candidato en las oposiciones y, al mismo tiempo, alguien condenado por violencia contra las mujeres se pueda presentar a diputado o seguir en el puesto”, se indigna la politóloga Aliénor Laurent, presidenta de la asociación Osez le féminisme! (¡Atrévete a ser feminista!, en español), en entrevista con Artículo14.

Si la ley francesa no veta ni la candidatura ni el nombramiento de condenados o investigados por violencia machista, serán los electores y electoras los que tomen la decisión de excluirlos o no del mapa político. De momento, solo Quatennes está fuera de juego. Él dio marcha atrás al plan de renovar su puesto en la Asamblea tras la presión de la ala feminista de la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular -algo que ni su partido, La Franca Insoumise, logró hacer.

Asesor de tres presidentes

Jérôme Peyrat, de 61 años, es desde hace casi tres décadas alcalde de la minúscula La Roque-Gageac, localidad de 400 habitantes al pie de un acantilado de la verdosa Dordoña (suroeste de Francia), además de consejero regional. Un hombre que ha dedicado su vida a la política. A lo largo de los años, trabajó como asesor de Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, antes de pasar al despacho de Emmanuel Macron el 2019, también como asesor. Estuvo en la Escuela de Nacional de Administración, la famosa ENA, de donde salieron cuatro presidentes de Francia, nueve primeros ministros y decenas de diputados.

En enero de 2020, Peyrat dimitió de sus funciones en el Elíseo durante las investigaciones preliminares por agresión contra su compañera. La condena vendría algunos meses después: el tribunal le impuso una multa de 3.000 euros exenta de cumplimiento por la bofetada que dejó a su mujer de entonces catorce días de baja por incapacidad.

Un año más tarde, Peyrat volvería a asesorar al partido République en Marche de Macron. En 2022, se presentó como candidato a diputado y fue descrito por el delegado general del partido como “un hombre honesto” e “incapaz de violentar a las mujeres”. Por presión de la prensa, él retiró su candidatura, pero siguió en el partido, en la alcaldía y en el consejo regional. “Nunca se llevará en serio la lucha contra la violencia machista mientras se permitan candidatos y diputados agresores”, afirma Laurent. Este año, Peyrat se presenta a las legislativas anticipadas, aunque esta vez sin el apoyo de su partido.

“Bofetadas políticas”

Adrien Quatennens, el niño bonito del barón de La France Insoumise (LFI) de Jean-Luc-Mélenchon, ha sido condenado a cuatro meses de prisión exentos de cumplimiento por violencia física conyugal y envío regular de mensajes agresivos al móvil de su compañera. Quatennens logró la protección de la dirección del partido, pese a la cólera del ala joven y feminista del partido, y utilizó la prensa y la televisión como tribuna. En las redes sociales, Mélenchon saludó la “dignidad y su valor” de su protegido, y en la tele, afirmó que Quatennens era víctima de “bofetadas políticas”.

Tras la condena, el diputado treintañero, que ya había dejado la coordinación del partido, fue suspendido de sus funciones parlamentarias por cuatro meses. El día en el que volvió a la Asamblea, parte de los diputados del LFI le recibieron con aplausos. Todo ello en pleno 2022, cuando una (pequeña) ola del #MeToo había llegado a la arena política. “La calurosa acogida en la Asamblea ha sido un mensaje claro a las mujeres para que no denuncien sus agresores”, lamenta la feminista Laurent.

Habría que esperar a 2024 y la formación de la gran alianza Nuevo Frente Popular para que se escucharan a las mujeres. El antiguo ‘número dos’ del LFI terminó sucumbiendo a la presión y renunció a la idea de presentar su candidatura. Por lo menos de momento.

Ministro imputado por intento de violación

El caso de Damien Abad (44 años), diputado saliente que apoya Renaissance, el nuevo partido de Macron y que ahora se presenta a las legislativas en el departamento de Ain (este), también es prueba de la protección que gozan los hombres en el interior de los partidos. Nombrado ministro de la Solidaridad en 2022, él no se mantuvo más de un mes y medio en el cargo, efecto directo de la presión social al hacerse pública la apertura de una investigación por supuesta violencia sexual que él habría cometido en 2010 y 2011 contra dos mujeres. Pero el expresidente de los Republicanos en la Asamblea contó hasta el final con el abrigo de los macronistas. El caso ha sido archivado por la Fiscalía, que el 2024 volvió a abrir una nueva investigación contra Abad por intento de violación de una tercera mujer.