Sheinbaum hace historia

Claudia Sheinbaum: así es la nueva presidenta de México

De los escándalos de corrupción que han salpicado a sus familiares a la relación que emparenta a la futura presidenta de México con Gabriel García Márquez, todo sobre la candidata más votada de la historia del país

México

La presidenta electa Claudia Sheinbaum besa a su esposo Jesús María Tarriba al término de una conferencia de prensa este lunes en la Ciudad de México Efe

Brillantes y tesoneros; resilientes politizados e intelectuales. La familia y amores más cercanos a la presidenta electa Claudia Sheinbaum destacan principalmente como gente de trabajo y estudio, aunque no quedan exentos de un par de escándalos de corrupción ni de peculiares amores, como aquel que la emparenta con Gabriel García Márquez.

¿Quiénes son aquellos y qué hacen las personas que ocupan los lugares más profundos del corazón de la primera mujer que gobernará México?

“Primero que nada hay que saber que los suyos tienen una característica de lo más valiosa en la política: la discreción”, observó Karla Sánchez, analista de la Universidad Nacional Autónoma de México. “Además no tienen carreras políticas paralelas ni lenguas largas, aunque por ahí hay algunas situaciones turbias que no se han aclarado muy bien”.

El gen luminoso y el primer caballero

A la cabeza de la mayoría de “los buenos” se alza inmaculado hasta ahora su actual esposo Jesús María Tarriba (Sinaloa, 1962), licenciado en Física, maestro y doctor en Ciencias, cuyos conocimientos matemáticos le han abierto las puertas tanto de la banca privada como del máximo organismo público de México como líder de especialidad para la Gerencia de Análisis de Riesgos del Sistema Financiero.

Romance de juventud, Tarriba volvió a la vida de Sheinbaum mucho después del divorcio de ella Carlos Imaz en 2006 y se casaron a finales del año pasado en una discreta ceremonia de la cual se supo por una fotografía oficial.

Algunos analistas financieros calculan que aunque el primer caballero saliera del cargo que tiene en Banxico continuará ejerciendo una influencia importante en la toma de decisiones y que mientras su esposa estará atendiendo el millón de cosas que requieren atención del poder vertical de la presidencia de México, él velará por las finanzas públicas.

“Eso ha hecho él hasta hoy, no veo por qué dejaría de interesarle”, advierte la analista Sánchez.

Sus hijos

De igual manera, tras bambalinas, se prevé que seguirán sus hijos Mariana (36 años) y Rodrigo Ímaz (41) sin que eso signifique que no tienen cierta influencia en la presidenta.

Mariana, por ejemplo, ha sido defensora de que los políticos divulguen su propia narrativa para balancear los juicios históricos unilaterales que se hacían antes de la Era de la Información, cuando no había redes sociales.

Licenciada en Historia por la UNAM, maestra en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, por la Universidad de Barcelona y doctora por la Universidad de California, defendió la función de divulgar la vida privada aunque sin pasar de largo el rigor histórico.

“Los literatos entendemos muy bien la función y riqueza del pasado habitual y cotidiano de los individuos”, advirtió.

Años después, siguiendo el mismo pensamiento, Sheinbaum ha compartido esporádicamente algunos detalles de su vida íntima. En noviembre pasado subió a redes sociales la foto de “Pablito”, el hijo de Rodrigo Imaz que la hizo abuela.

Rodrigo Imaz estudió artes visuales en la UNAM, una maestría en España y ha sido reconocido por su trabajo en el Festival Internacional de Cine de Morelia en 2017, por su documental “Juan Perros”. No es hijo biológico de la presidenta electa, sino de su primer esposo, pero convivió con él desde muy pequeño y mantienen una relación estupenda.

Por ejemplo, siendo aún alcaldesa de la Ciudad de México (2022), Sheinbaum presumió la foto de una visita que él hizo a sus oficinas del Gobierno local. En respuesta, muchas mujeres respondieron con piropos: “¿Y a qué hora sale al pan su hijo, doctora?”, “¡Muy guapo su hijo!”, “La jefa y la suegra de México”, “Suegra😍❤️”, “Guapísimo 😊”.

Claroscuros

Los antepasados de Sheinbaum han sido gente muy politizada. Tras su llegada a México por la persecución Nazi en Lituania, el abuelo de Sheinbaum militó en el Partido Comunista mientras se abría paso como joyero.

Décadas después, su madre Annie Pardo fue la primera judía sefardí en la Academia de Ciencias tras su expulsión y retorno del Politécnico por ser parte del movimiento estudiantil del 68, igual que su padre, quien murió en 2013.

Carlos Sheinbaum Yoselevitz estudió ingeniería química y desarrolló procesos para mejorar la curtiduría de pieles que revolucionaron la manufactura de zapatos en México. Con ello fundó varias empresas, entre ellas, “Sintacrom”, de la que fue directivo por más de 30 años.

Sus hermanos

Carlos Sheinbaum y Annie Pardo tuvieron tres hijos: Julio, Claudia y Adriana. El primero es actualmente investigador especializado en corrientes marinas del golfo de California. Adriana estudió ciencias políticas en la UNAM y está casada con el fotógrafo y cineasta Rodrigo García Barcha, hijo de Gabriel García Márquez.

Hasta aquí todo en orden. El embrollo familiar, es otra cosa y está relacionado con corrupción.
El más antiguo escándalo lo protagonizó Carlos Imaz con quien la presidenta estuvo casada 30 años hasta 2006 cuando la carrera de ella crecía como la espuma a lado de Andrés Manuel López Obrador y se dio cuenta de que el pasado de su hombre podría hundirla, según los chismes de las revistas del corazón que ella no ha desmentido.

La corrupción

Dos años antes, Imaz fue filmado cuando recibía presuntos sobornos de parte de un empresario que pretendía hacerse de contratos públicos mientras él era un político de la izquierda en ascenso.

El segundo embrollo es más reciente. Salió a la luz en plena campaña cuando la rival de Sheinbaum, Xóchitl Gálvez, acusó a la abuela de la primera de estar ligada a empresas que aparecen en los paraísos fiscales de Panamá Papers.

La información se confirmó en el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, quienes indagaron el tema, y salieron los nombres de otros nueve parientes de la hoy presidenta electa quien se limitó a decir que son compañías “con poca inversión”.