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Charlie Hebdo: el misterio de la única yihadista de los atentados de París

Cuando se cumple una década de los ataques terroristas, las autoridades francesas confirman que Hayat Boumeddiene está viva y reside en Siria

Hayat
Captura de vídeo que muestra una imagen de Hayat Boumeddiene, buscada por la Policía por su complicidad en los ataques de París, mientras pasa por el control de pasaportes del aeropuerto Sabiha Gokcen en Estambul, Turquía Efe

Con apenas 26 años, se convirtió en la mujer más buscada de Francia. Diez años después es la única perpetradora de los atentados contra Charlie Hebdo y el Hyper Cacher en París que continúa con vida. Hayat Boumeddiene se encuentra en Siria, adonde huyó en enero de 2015, vía Turquía, sin que sonaran las alarmas.

Aunque los medios la apodaron “la princesa del Estado Islámico“, ella se hace llamar “Oum Abdallah“, que significa “madre de un adorador de Dios” y que en Siria es un apodo de lo más común. Según han confirmado las autoridades antiterroristas francesas al diario Le Parisienne, Boumeddiene “sigue viva y en Siria”, algo que resulta casi milagroso, pues la mayoría de yihadistas extranjeras han perecido o en los bombardeos del régimen de Asad apoyados por Rusia, o en los de la coalición internacional. Otras, cuando sucumbió el califato del Estado Islámico, decidieron volver a Francia o fueron capturadas. No ha sido el caso de Boumeddiene, que hoy tiene 36 años, y continúa oculta en Siria.

Condenada en ausencia

Esta francesa de la región de Val de Marne era la mujer de Amedy Coulibaly, quien asesinó a una agente de policía, así como tomó rehenes y mató a cuatro personas en el supermercado kosher parisino de Porte de Vincennes. Estaba compinchado con los hermanos Kouachi, los jóvenes que perpetraron el terrible atentado contra el semanario Charlie Hebdo, en el que mataron a 12 personas, por publicar viñetas de Mahoma. Coulibaly pidió la liberación de los Kouachi, cuando estaban asediados por la Policía en una imprenta en otro punto de París. Él actuó en nombre del Estado Islámico. Todos fueron abatidos.

Su viuda se convirtió en una pieza fundamental de estos ataques en el corazón de Francia contra la libertad de expresión y religión. Según informó la oficina del fiscal en 2015, poco después de perpetrarse los atentados, Boumeddiene intercambió unas 500 llamadas telefónicas con la esposa de Cherif Kouachi. Llevaban al menos un año en contacto.

Durante el juicio por los atentados de enero de 2015, Boumeddiene fue condenada a treinta años de prisión en ausencia.

Cómo se conocieron

Boumeddiene conoció a Coulibaly en 2005. Entró en la cárcel por robo y salió completamente radicalizado. Las autoridades creen que fue él quien la radicalizó a ella, pero podría haber sido al revés. En 2010, ambos fueron a visitar a un terrorista convicto de Al Qaeda: Djamel Beghal. La Policía la interrogó y contestó lo siguiente: “Cuando veo la masacre de inocentes en Palestina, en Irak, en Chechenia, en Afganistán o en otros lugares por estadounidenses que envían sus bombas, todo eso… bueno, ¿quiénes son los terroristas?”.

Después, en 2010, Coulibaly volvió a la cárcel por intentar liberar a los terroristas que atacaron el metro de París en 1995. Ese mismo año, se casaron por el rito islámico, aunque en aquel entonces ese matrimonio no estaba reconocido en Francia. En 2014, Coulibaly salió de prisión y se fue directamente a vivir a la casa de Boumeddiene. Desde allí, planearon los ataques junto a los hermanos Kouachi.

Hace diez años, el mal llamado Estado Islámico tenía mucha fuerza y poder convocatoria. Incluso había logrado imponer un califato en el norte de Siria e Irak. Tras los ataques de enero, los yihadistas sacaron pecho de su “victoria” y de tener a Boumeddiene en el séptimo número de su revista Dabiq, un magazine propagandístico, completamente en inglés, sobre los atentados y otras gestas bajo la bandera del EI.

Entrevistada por el EI

Los yihadistas dedicaron dos páginas a una entrevista a Boumeddiene. En aquel entonces, se puso el alias islámico de “Umm Basir Al Muhajirah” (la mujer que emigra) y los yihadistas escriben un reportaje en tono machista, centrado en que la francesa era “la esposa de” y en la alabanza al yihadista caído. De hecho, los propagandistas de la yihad la presentan como la mujer “del hermano Abu Basir Al Afrique”, el nombre de guerra de Coulibaly.

Boumeddiene narró su viaje hasta el califato. Salieron de París a Madrid en coche, el 30 de diciembre de 2014. Junto a Coulibaly, pasaron tres días en la capital española para después ir al aeropuerto de Barajas. Allí se despidieron físicamente. Coulibaly volvió a París, pero ella tomó un vuelo hasta Estambul acompañada de un experto fronterizo del EI. Tras pasar 48 horas en suelo turco, cogió otro avión hasta el sur del país, desde donde cruzó hasta Siria. Entró el 8 de enero. Ese día, su pareja mató a una policía francesa. Al día siguiente, Coulibaly secuestra a 20 personas en el hipermercado judío. Asesina a cuatro personas antes de ser abatido por los gendarmes.

Consejos a otras parejas de yihadistas

En la entrevista, Boumeddiene admite que es genial vivir en la tierra donde rige la ley islámica y haber llegado hasta allí es todo un “alivio”. Preguntada por Coulibaly, reconoce que “su corazón ardía por conocer a sus hermanos en la tierra del califato y luchar contra los enemigos de Alá. Sus ojos brillaban cada vez que veía los vídeos del EI. Él me decía: ‘No me muestres más’, porque le daban ganas de irse [al califato] inmediatamente y esto habría sido causa de conflicto con sus intentos de llevar a cabo una operación en Francia”.

Boumeddiene aprovechó también el altavoz de “Dabiq” para dar consejos a otras mujeres a que fomentaran la virtud de la paciencia y que no dudaran en reconfortar a sus maridos y darles paz a sus “esposos, hermanos padres e hijos”: “Dadles apoyo y seguridad. Sed sus consejeras. No les pongáis las cosas difíciles. Facilitadles todo lo que podáis. Sed valientes y fuertes. No perdáis tiempo y energía en juegos, en futilidades y en cosas que no os conciernen”.

HayatCaptura de vídeo en la que se ve a Hayat Boumeddiene, en el control de pasaportes del aeropuerto de Estambul en su ruta hasta Siria

El detallado relato de Sonia

Hoy se sabe más de la vida de Boumeddiene en Siria gracias al relato de Sonia, una de las llamadas “novias de la yihad” que volvió a Francia, donde fue juzgada en 2021.

Sonia coincidió varias veces en Siria con ella a lo largo de los seis años que permaneció allí. La primera vez que la vio fue en Raqqa, la capital del califato del EI, en enero de 2015. Al principio era muy conocida entre los yihadistas, le pusieron un piso “con todos los electrodomésticos necesarios”, recordó Sonia durante un interrogatorio centrado en Boumeddiene. “Ella tenía su propia habitación”.

Charlie Hebdo

Los atentados de París causaron una enorme conmoción y cientos de miles de ciudadanos de todo el mundo salieron a condenar los ataques

Casada otra vez

Tras la entrevista mencionada en la que hablaba maravillas de su marido muerto, Sonia aseguró que “una vez se volvió a casar, nunca volvió a hablar de él”. Cuatro meses y días después de su muerte, el tiempo de luto de las normas islámicas, un combatiente tunecino, “Abou Talha”, le pide matrimonio y se casa con él. Sonia experimenta junto a Boumeddiene la poca consideración que tienen los yihadistas con las mujeres, ocultas y bajo todo tipo de prohibiciones. La mujer más buscada de Francia deja de recibir tratos de favor.

“Veía a Hayat cuando [mi marido] me lo permitía, que no era a menudo. (…) Una vez que se volvió a casar con Abu Talha, que era tan celoso como mi marido, no la dejó salir más”, aseguró Sonia, según recoge Le Parisienne.

Poligamia

El diario francés también desmiente que Boumeddiene estuviera embarazada al abandonar Francia como se especuló. Es más, al parecer no podría tener hijos. En 2017, cuando las Fuerzas Democráticas Sirias y la coalición internacional toman Raqqa, Boumeddiene, Sonia y sus respectivas familias se instalan juntos en una especie de gran piso compartido en un pueblo al este de Siria.

Junto a Boumeddiene y su marido, polígamo, viaja su segunda esposa. Le contó que había sido ella la que convenció a la otra mujer para que se casara con “Abu Talha” “porque Hayat no podía tener hijos” y así pudiera perpetuar el camino del Estado Islámico y del islam puro. 

El fin del califato

En 2018 se trasladaron a Marachda, y ya cada familia volvía a tener su propia casa. El EI comenzaba a desaparecer y Boumeddiene le contó a Sonia que quería escribir un texto para motivar a los combatientes del EI, como el impacto que tuvo su entrevista, al ser la esposa de un mártir.

En 2019, ambas volvieron a coincidir en Baghouz, al sureste de Siria. Contra las cuerdas, los bombardeos de la coalición internacional contra el Estado Islámico son cada vez más duros. Su marido fallece en el campo de batalla y con él, corre el rumor de que Boumeddiene también habría muerto.

En el campamento de Al Hol

Pero a ella la tomaron como prisionera las fuerzas kurdas, que la encerraron el campamento de Al Hol. A Sonia también la detuvieron y mandaron allí. “Me sorprendió verla porque pensaba que estaba muerta. Le dije que creía que estaba muerta y me respondió que de eso se trataba. Me pidió que no dijera nada sobre su presencia“. Allí es donde ella respondía al apodo de “Oum Abdallah” y se inventó que era siria en lugar de francesa. Coló a pesar de su acento. Es más, le dijo a Sonia que iba a intentar escaparse para unirse a las últimas tropas del EI.

Siria

Más de 6.000 mujeres familiares de combatientes extranjeros del Estado Islámico están confinadas en el campamento de Al Hol, en el noreste de Siria y bajo control kurdo

Pero no fueron los yihadistas sino un ataque de los turcos contras los kurdos en Al Hol lo que hizo que Boumeddiene pudiera aprovechar el caos para huir.

Sobre cómo es ahora, Sonia explicó a la justicia gala que “había perdido mucho peso. En 2015, cuando la vi por primera vez, no se parecía a la foto de los medios. Llevaba gafas en el campamento”.

Las autoridades francesas se preguntan ahora si Boumeddiene se encuentra en Idlib, controlada por el grupo islamista HTS -que ahora controla el poder en toda Siria- o escondida, bajo ese apodo común, junto los últimos combatientes del EI.

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