Daniel Noboa tratará este domingo de encarrilar su reelección para los próximos cinco años al frente de Ecuador, un país azotado por las crisis económica, energética y política que intenta salir adelante en pleno repunte de la violencia del crimen organizado.
El empresario, nacido hace 37 años en Miami en el seno de una de las familias más acaudaladas del país, ha manejado pocos temas a lo largo de la campaña, pero todos ellos han estado “alineados con su gestión gubernamental”, explica la analista Caroline Ávila Nieto en conversación con Artículo14. “Noboa ha destacado medidas como la reducción del IVA en alimentos para mascotas, el despliegue militar en la frontera y propuestas de reforma para endurecer la prisión preventiva. Su estrategia es vincular su administración con la estabilidad, evitando entrar en detalles sobre políticas de largo plazo”, apunta la consultora ecuatoriana.
Enfrente tendrá a la candidata de la Revolución Ciudadana (RC), Luisa González, aliada del expresidente Rafael Correa, que permanece exiliado en Bélgica por sus problemas con la justicia. “González ha enfatizado la necesidad de fortalecer la seguridad con mayor dotación de recursos, propuesto soluciones energéticas para enfrentar el estiaje y planteado programas de apoyo a los migrantes”, indica Ávila Nieto. “Su discurso se basa en la reconstrucción del país, apostando por una narrativa de recuperación frente a lo que considera un periodo de crisis e improvisación. Ella habla de Revivir al Ecuador y de Revivir el Futuro”. La consultora repasa las claves de unos comicios determinantes para el país andino.

La candidata Luisa González
–¿Cómo afronta la sociedad ecuatoriana estas elecciones?
–La sociedad ecuatoriana enfrenta este proceso electoral con una mezcla de apatía e indignación. Si bien existe un segmento del electorado que mantiene cierta ilusión, especialmente entre los votantes más fieles de Noboa, el sentimiento predominante es el de hastío y frustración. La crisis de seguridad ha golpeado profundamente la confianza en las instituciones, la crisis energética ha recordado la fragilidad estructural del país, y la incertidumbre económica mantiene a gran parte de la población en un estado de desesperanza. En este contexto, el ánimo generalizado parece debatirse entre un deseo de cerrar el proceso electoral y la expectativa de un cambio profundo.
–¿Son Noboa y González los principales favoritos? ¿Cómo valora sus respectivas campañas electorales?
–Sí, Noboa y González se consolidan como los principales contendientes, aunque el margen entre ellos sigue siendo motivo de debate. Las encuestas reflejan una alta polarización y un porcentaje significativo de indecisos (alrededor del 11%, según Comunicaliza), lo que sugiere que el desenlace aún no está definido. La campaña de Noboa ha sido una estrategia de continuidad, basada en la combinación de comunicación gubernamental y electoral. Campaña permanente. Su narrativa se centra en proyectar la idea de un “Nuevo Ecuador”, evitando detallar propuestas concretas y priorizando un discurso de contraste con la “vieja política”. Ha sido eficaz en el manejo de redes sociales y en generar una imagen de dinamismo, aunque sus mensajes han sido deliberadamente generales. Mientras que la campaña de Luisa González ha tenido una evolución notable. Su estrategia inicial carecía de impacto, pero en las últimas semanas ha ganado fuerza con una mayor presencia digital y un enfoque más dirigido hacia nichos de electorado como por ejemplo el femenino y los sectores descontentos con la actual administración. Sus discursos recientes han enfatizado propuestas de seguridad y reactivación económica, buscando reforzar el respaldo de su base correísta y captar nuevos votantes.

Daniel Noboa cierra la campaña en Guayaquil
–Noboa era una incógnita política, pero desde que asumiera la presidencia han ido despejando algunas dudas. ¿En qué eje de coordenadas le sitúa?
–Noboa se ubica en el espectro de la centroderecha, con un estilo de liderazgo pragmático que en lo ideológico me recuerda a Sebastián Piñera en Chile. Su administración ha mostrado una tendencia a tomar decisiones rápidas, aunque a veces improvisadas, y ha privilegiado el manejo comunicacional sobre la profundidad técnica de sus políticas. Si bien ha consolidado una imagen de acción, algunas de sus decisiones han generado descontento, incluso entre quienes inicialmente lo apoyaban.
–El choque institucional entre Noboa y su vicepresidenta (no deseada) Verónica Abad podría servir de ejemplo. ¿Ha violado Noboa la Constitución?
–El conflicto entre Noboa y Abad es un episodio anecdótico en la política ecuatoriana reciente y ha escalado hasta convertirse en un problema constitucional. La Corte Constitucional ha señalado que el presidente ha vulnerado el marco legal al limitar las funciones de su vicepresidenta e impedirle ejercer su cargo. La situación ha llegado al extremo de que un fallo judicial ordenó permitirle el acceso a su despacho, lo que fue obstruido por el Ejecutivo. Desde una perspectiva política, este enfrentamiento revela el carácter confrontativo de Noboa y su disposición a asumir costos institucionales en favor de su agenda. Si bien este conflicto no parece afectar su base electoral más leal, sí ha erosionado su imagen ante los sectores que valoran el respeto a la institucionalidad.