“La lucha no ha terminado”. Con esta frase rompió Kamala Harris el silencio en el que llevaba sumida desde su derrota en la elección presidencial frente a Donald Trump. La todavía vicepresidenta llevaba sin aparecer en público desde que el pasado 6 de noviembre, el día después de la votación, pronunciara el discurso en el que reconoció el triunfo de su rival, pero el pasado martes reapareció en un vídeo en internet en el que dejó la puerta abierta a mantenerse en la primera línea política o incluso a un nuevo intento de ganar la Casa Blanca.
Harris llamó a sus partidarios a “luchar por los ideales de nuestra nación” en la era de incertidumbre y máxima congoja en las filas demócratas que se abre con la segunda presidencia de Trump y lanzó un mensaje de empoderamiento: “Sé que este es un tiempo incierto. Lo tengo claro. Y sé que lo tenéis claro, y pesa. Solo tengo que recordaros que nunca permitáis que nadie os arrebate vuestro poder. Tenéis el mismo poder que teníais antes del 5 de noviembre”.
El futuro de Harris
Sus combativas palabras alimentaron las especulaciones sobre los futuros planes de Harris. La candidata derrotada se tomó un merecido descanso tras la frenética campaña electoral marchándose con su familia de vacaciones a Hawái, y tiene todavía algunas semanas para preparar su salida de la Casa Blanca, ya que la presidencia de Trump no se inaugura hasta el 20 de enero del año que viene. Mientras los demócratas siguen analizando los motivos de un fracaso que muchos no vieron venir, a Harris se le abren muchos posibles caminos.
Today we come together to reflect on what we are thankful for, to share food and stories with family and friends, and to express our gratitude for all those who serve our nation.
We are wishing you a very happy Thanksgiving. pic.twitter.com/Tz805c7HUr
— Vice President Kamala Harris (@VP) November 28, 2024
No falta quien cree que Harris volverá a intentarlo en 2028, aunque últimamente se abren paso los pronósticos que señalan que Harris podría luchar por convertirse en gobernadora de su California natal. El estado es uno de los pocos bastiones que les quedan a los demócratas después de la dura derrota del 5 de noviembre y el actual gobernador, Gavin Newsom, debe dejar el cargo en 2026 y no puede presentarse a la reelección.
Blindar California
Newsom y otros dirigentes locales ya han anunciado que recurrirán a todos los medios a su alcance para mantener a la liberal California y sus leyes a salvo de la reacción conservadora que se avecina con Trump, y Harris podría aprovechar el puesto de gobernadora para erigirse en símbolo de la resistencia. En California mantiene la popularidad de sus años como fiscal general y allí sería una candidata ganadora en un partido ganador.
We are forever grateful for the sacrifice our service members and their families make to keep our nation safe and to defend our nation’s highest ideals. Doug and I were honored to spend time speaking with them this Thanksgiving. pic.twitter.com/K96Rj2bd8N
— Vice President Kamala Harris (@VP) November 28, 2024
Pero una nueva carrera presidencial tampoco está descartada. Joel Goldstein, profesor de la Universidad de Saint Louis experto en la vicepresidencia de Estados Unidos, dijo: “Si quiere seguir activa en la política presidencial, creo que es una opción abierta para ella”. Y Jim Kessler, del centro de análisis Tercera Vía, opina que “si decidiera competir por la presidencia en 2028, partiría como favorita; no como una favorita absoluta, pero sí como alguien que arrancaría en cabeza”. Harris, creen los expertos, no tendría dificultades en volver a captar fondos para su campaña y contaría con la ventaja de ser alguien conocido por los votantes.
¿Hay vida después de la vicepresidencia?
Los vicepresidentes salientes de Estados Unidos han seguido caminos muy diversos a lo largo de la historia. Richard Nixon se presentó a gobernador de California y perdió allí antes de convertirse en presidente en 1968. Al Gore nunca volvió a intentarlo después de perder la presidencia en 2000 ante George W. Bush por unos centenares de votos en Florida y se dedicó desde entonces a la concienciación sobre el cambio climático que acabó llevándole al Nobel.
Harris deberá ahora elegir qué camino tomar. En el entorno de la candidata tampoco se descarta que pueda dedicar los próximos meses a contar su batalla contra Trump desde dentro. Hillary Clinton escribió un libro para mostrar su perspectiva de la carrera de 2016, en la que fue ella la derrotada por Trump, y no faltarían los lectores interesados en conocer el relato de primera mano de Harris sobre la insistencia del presidente Joe Biden en ser el candidato pese a las malas perspectivas en las encuestas y su desastroso debate frente a Trump en junio.
Su vicepresidenta se ha abstenido de todo reproche o crítica, pero otras voces autorizadas dentro del Partido Demócrata, como la congresista Nancy Pelosi, han afeado a Biden que tardara tanto en retirarse y dejara a la candidata tan poco tiempo de campaña. De hecho, muchos analistas creen que lo que condenó a Harris fue su incapacidad para romper con Biden y su legado.
We will always fight for our fundamental freedoms.
The freedom to make decisions about your own body. The freedom to be safe from gun violence. The freedom to love who you love openly and with pride. pic.twitter.com/VShxwCnwz1
— Vice President Kamala Harris (@VP) November 27, 2024
El sector privado o el activismo son otras dos posibilidades abiertas para Harris, que a sus 60 años parece haber descartado con sus palabras la idea de una jubilación prematura, y se muestra decidida a seguir defendiendo algunas causas ahora en entredicho con el retorno de Trump al poder, como el acceso al aborto o la igualdad racial. Trump será presidente con 78 años y tomará el relevo de Biden, de 82, por lo que ella seguirá siendo una política joven para los estándares estadounidenses en 2028. La incógnita es si seguirá en la batalla política u optará por alguna organización social o corporativa. De lo que casi nadie tiene dudas, y su último mensaje lo ha recalcado, es de que Kamala Harris no se quedará de brazos cruzados en la segunda era Trump.