Las sucesivas crisis que vive el mundo desde la pandemia del covid-19 han dejado una huella social y también institucional que está lejos de desaparecer. A la crisis sanitaria le sucedió la invasión rusa de Ucrania y las alarmas en países europeos escalaron. Los gobiernos de Suecia y Finlandia (que ya sufrió un ataque de la URSS en 1939) distribuyeron a sus ciudadanos a finales del año pasado mediante correo postal manuales de supervivencia para preparar a su población civil en caso de guerra con instrucciones precisas para superar al menos 72 horas en caso de emergencia.
Los países nórdicos, claro, son los más cercanos a Rusia y, por tanto, los que viven el conflicto bélico en Ucrania con mayor incertidumbre. Por eso, Suecia y Finlandia facilitaron instrucciones para llegar a un refugio más cercano y hacer el acopio necesario en caso de confinamiento o evacuación. Una de las pautas básicas de supervivencia es almacenar suficiente agua (dos litros al día por persona) y contar con una despensa suficiente de alimentos no perecederos, mantas, velas, cerillas, dinero en efectivo, radios a pilas e incluso un cubo con compostaje para mantener la higiene en caso de cortes de agua.
De los países nórdicos a Bruselas
Pero los temores han llegado bastante más cerca de nuestras fronteras, puesto que también Francia ha publicado consejos muy concretos para que sus ciudadanos tengan a punto un kit de emergencia suficiente para superar una crisis de al menos 72 horas. En el caso francés no solo contemplan una emergencia bélica, sino también otras como sabotaje de infraestructuras o desastres naturales. Y esto es lo que Francia pide a sus ciudadanos que tengan a punto en tal extremo:
- Una radio a pilas (con baterías de repuesto) para seguir las instrucciones de las autoridades
- Un botiquín con medicamentos básicos y recursos primeros auxilios (alcohol, vendas, compresas, etc.)
- Herramientas básicas (navaja multiusos, abrelatas, etc.)
- Alimentos no perecederos que no requieren cocción (latas de conserva, alimentos para bebés)
- Ropa de abrigo y mantas
- Una linterna (con pilas de repuesto), velas, encendedor y cerillas
- Un cargador de teléfono móvil
- Sus gafas (con par de repuesto)
- Dinero en efectivo (los cajeros automáticos pueden no funcionar)
- Abundante agua potable (2 litros por persona y día en botellas)
- Fotocopias de documentos esenciales en una bolsa impermeable (documento de identidad, recetas médicas)
- Copia de las llaves de casa y del coche
- Juegos para ocupar el tiempo
El gobierno francés recomienda que esta mochila de supervivencia esté situada en un lugar de fácil acceso y que se revise una vez al año la fecha de caducidad de los medicamentos y de los alimentos.
El kit de urgencia que recomienda el Gobierno de Francia
Los llamamientos para estar preparados ante una situación de emergencia también han llegado a Bruselas y las instituciones europeas se disponen a pedir a la población civil, según ha adelantado El País, que cuenten con un pequeño plan de choque en caso de desastre natural, agresión bélica o ciberataques. Todo ello en un contexto creciente de “deterioro de las perspectivas de seguridad para Europa”.
Alimentos a salvo de la luz y la humedad
Quizá por ello vale la pena repasar también qué alimentos podemos almacenar en nuestros hogares con mayor probabilidad de conservación:
- Agua: es conveniente protegerla de la luz.
- Azúcar: puede durar muchos años si lo mantenemos a salvo de la humedad
- Sal: al igual que la azúcar, no caduca si está bien empaquetada
- Miel: envasada de forma hermética y protegida de la luz dura muchas décadas
- Pasta: el moho es el principal enemigo en la conservación de la pasta, por lo que si protegemos este alimento de la humedad y la luz solar puede conservarse sin problemas durante años
- Arroz: es recomendable que sea arroz natural y no transgénico
- Trigo y cereales semejantes: Resulta mejor conservar el trigo en grano al igual que otros cereales en grano que en harinas.
- Frutos secos: manteniéndolos en su cáscara se conservan apropiadamente
- Legumbres secas: sean judías, lentejas o garbanzos, pueden llegar a durar hasta cinco o más años
- Aceite: el mejor aceite para conservar es el de oliva, el cual si protegemos de forma hermética de la luz solar puede durar más de cinco años