Pena de muerte

Las víctimas del perdón de Navidad de Biden

El presidente de Estados Unidos perdona la vida a la mayoría de los presos con penas de muerte federales a menos de un mes de abandonar la Casa Blanca

Estados Unidos
Krystal Tobias, de 9 años, Amanda Snell, de 20, y Laura Hobbs, de 8, fueron asesinadas por uno de los perdonados por Biden Artículo14

37 de los 40 presos con condenas federales a muerte en Estados Unidos recibieron ayer el perdón de Joe Biden, que agota su presidencia en medio de medidas de gracia. Los condenados verán conmutada la pena máxima por cadena perpetua sin posibilidad de obtener la libertad condicional.

El presidente Biden anunció su decisión en un comunicado publicado este lunes, víspera de las fiestas navideñas, en el que dijo que estaba “más convencido que nunca de que debemos detener el uso de la pena de muerte a nivel federal”. La distinción del nivel federal es importante porque la mayoría de condenados a muerte en el país lo son por castigos impuestos por los estados y el perdón de Biden no les afecta. De acuerdo con las estimaciones del Centro de Información de la Pena de Muerte, son 2.250 convictos para los que no hay clemencia ni se vislumbra.

Las tres excepciones

La gracia de Biden salva la vida de casi todos los reos federales en el corredor de la muerte, salvo tres conspicuos criminales. Dzhokhar Tsarnaev, coautor del atentado que dejó tres muertos y decenas de heridos en la maratón de Boston de 2013; el supremacista blanco Dylann Roof, que asesinó a tiros a nueve fieles afroamericanos en una parroquia de Charleston en 2015; y Robert Bowers, que acabó a balazos con once personas en el ataque a una sinagoga en Pittsburgh en 2018, son los excluidos.

La primera dama, Jill Biden, lee “Twas the Night Before Christmas” mientras el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, juega con John “Reuben” Unkovic durante una visita navideña a pacientes y familias en el Hospital Nacional Infantil en Washington

Entre los que ven su pena conmutada hay nueve condenados por la muerte de otros presos, cuatro por asesinatos perpetrados en asaltos a bancos y uno que asesinó al guardia de una prisión. También, un policía corrupto de Nueva Orleans que dirigía un grupo criminal y culpable entre otros delitos de planear el asesinato de una mujer.

“No se equivoquen: Condeno a estos asesinos, lloro la muerte de las víctimas de sus viles actos, y sufro por todas las familias que han sufrido pérdidas inimaginables e irreparables”, aclaró Biden en su comunicado.

Clemencia para Ávila Torrez

Biden sí conmutó la pena a Jorge Ávila Torrez, quien en 2005, agredió sexualmente y apuñaló hasta la muerte a dos niñas: Laura Hobbs, de 8 años, y Krystal Tobias, de 9. Ambas iban en bicicleta por su barrio, en un suburbio al norte de Chicago. Asimismo, Ávila Torrez estranguló  hasta la muerte a la militar Amanda Snell, de 20 años, cuando estaba en su barracón en Arlington, Virginia.

El presidente se ha manifestado en contra de la pena de muerte en muchas ocasiones y cuando llegó a la Casa Blanca el Departamento de Justicia anunció una moratoria de su aplicación a nivel federal.
La medida de gracia, una de las últimas que tomará como presidente Biden, debería servir para salvar a los beneficiados de las probables intenciones de su sucesor, Donald Trump, defensor de la pena máxima.

Antes del 20 de enero

En su primer mandato, Trump retomó las ejecuciones a nivel federal. Fue con el como presidente en 2020 cuando un preso federal volvió a ser ejecutado, algo que no se hacía desde 2003. En los seis últimos meses de su mandato, 13 reos fueron ejecutados por el método de la inyección letal.

Trump

El presidente Joe Biden recibe a Donald Trump en el Despacho Oval

Y en la reciente campaña electoral, Trump ha abogado por extender la aplicación de la pena capital a crímenes como el tráfico de drogas y de personas y a los inmigrantes que maten a ciudadanos estadounidenses.

Desde que Trump derrotó a Kamala Harris en las elecciones y se supo que volverá a la Casa Blanca el año que viene, Biden se ha prodigado en extender las medidas de gracia para las que la Constitución de Estados Unidos faculta a los presidentes. La más polémica de ellas fue el indulto concedido a su hijo Hunter, condenado por mentir en un cuestionario para la compra de un arma y que enfrentaba otro juicio por delitos fiscales.

“Caza de brujas”

Trump ha anunciado su intención de utilizar el Departamento de Justicia para perseguir a quienes dirigieron las investigaciones en su contra desde que dejó el poder, a quienes acusa de haberlo sometido a una “caza de brujas” posibilitada por la parcialización de las instituciones de la que culpa a los demócratas, y Biden ha estado desde las elecciones bajo presión para que apruebe medidas para proteger a los potenciales afectados por la anunciada venganza de Trump.

Grupos contrarios a la pena de muerte también han estado haciendo lobby para que el todavía presidente tomara medidas a favor de los condenados a la pena máxima. En uno de los pocos países desarrollados en los que todavía se aplica, el perdón postrero de Biden parece haber llegado todo lo lejos que podía.